Oberón y su nuevo lema: "Puta vida, tete".

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Oberón abrió su boca para recibir las uvas que le ofrecían sus sirvientes, su cuerpo reposaba sobre un respaldo cuidadosamente tallado, decorado con cojines aterciopelados y deslizantes telas, mientras tanto, otros sirvientes  tocaban musica y vasallos alzados en el aire, nobles de menor importancia que buscaban los beneficios de una conexión con el trono, se mostraban solícitos a complacer al rey de las hadas y danzaban al ritmo de la melodía, impulsados por las corrientes de viento que marcaban la dirección e intensidad de sus giros y gráciles coreografías.

-El peso de la corona es tan grande como dicen... Me tranquiliza comprobar que las cervicales sobre las que recaen las responsabilidades de Estado no corren riesgo de deformarse bajo las fuerzas del trabajo, ¿qué sería nosotros si su real majestad se viera forzado a mirar hacia abajo, donde viven el resto de sus subordinados y abarcara las tareas que le competen...?- Se pronunció la voz del rey de los goblins con un afectado tono de deferencia.
-Y a mi me tranquiliza saber que a pesar de vivir aislado de la civilización no has abandonado la capacidad de ser cínico y sarcástico en tu trato social, habrías perdido lo único que te hace mínimamente tolerable, Jareth.


-El aislamiento de la civilización, como tu lo llamas, me ha permitido prestar la atención suficiente como para notar un rapto ilegal de un infante mortal.


Oberón que hasta entonces había permanecido impasible en su postura y energía relajada e indiferente, a excepción de un leve fruncir de ceño al escuchar por primera vez a su interlocutor, se incorporó levemente sobre su codo, despidiendo a los sirvientes y vasallos con un movimiento de cabeza a la vez que adquiría una expresión irritada.
-Intentas decirme que has ascendido de los infernales muros de tu confinamiento por una... ¿infracción social...? Realmente disfrutas perturbando mi descanso... Hazte cargo del asunto, sanciona al hada y recupera al niño...
-No se trata de una infracción social, sino de una infracción ínterdimensional, ¿consideras ahora que tiene el peso suficiente como para levantarte del asiento?
Oberón respondió irguiéndose rapidamente. 


-¿Estás seguro de lo que  estas diciendo?
-¿Completamente.
Oberón llamó al servicio y se cubrió el pecho descubierto con la ropa que le trajeron, volvió a despedirlos y cuando salieron se dirigió a su interlocutor.
-¿Cómo se te ocurre permitir algo así? ¿Has perdido la cabeza?! Y tienes el valor de venir lanzando comentarios pasivo agresivos sobre mis responsabilidades?!-  le gritó.

-¡Ahórrate tus palabras y vigila el tono!  Olvidas con quien estás tratando.- Le cortó el rey de los goblins con voz amenazadora y firme. -Mis dominios no han sido escenario de tal falta de atención, no te atrevas a insinuar si quiera que yo descuido mis deberes de monarca. No desde tu posición.- prosiguió implacable, marcando con un desprecio feroz la ultima frase.
Oberón, retrocedió  controlando su respiración repentinamente acelerada.
-¿En otro reino?"
-Sí.
-¿Cómo te has enterado?
-La madre de la criatura ha acudido a mí en busca de ayuda.
-Creí entender que el niño fue secuestrado en el mundo mortal.
-La niña.- lo corrigió- y así es, la madre... Tiene acceso a el portal de mi reino.- Concluyó mostrando por primera vez inquietud en la voz.
-Una humana, ¿con conocimiento de nuestra existencia y acceso al portal? ¿Que clase de circunstancia justifica tal excepción?-inquirió.
Se miraron fijamente hasta que Jareth dio un suspiro y con las mandíbulas tensas continuó.
-Es la humana campeona del laberinto.- cedió al fin.
Por un momento Oberón pareció estar en shock, pero duró poco, pues se sentó de nuevo en su asiento mientras que se reía jocosamente.
Jareth no dijo nada durante ese momento, simplemente mantuvo la mirada en horizonte y esperó a que Oberón recuperase la compostura.
-Vaya -rió satisfecho- justo cuando casi había dejado de tener gracia...
-Su hija ha sido raptada por lo que, según su descripción, podría haber sido un Oris.-Jareth fue directo al grano.
-Imposible. No. ... ¿Hay evidencias que sustenten esa posibilidad? ¿O se trata solo de la palabra de una mortal?"
-Ella ignora de la existencia de los Oris, no mentía y además, la niña está en esta dimensión, pude sentirlo yo mismo.
-Igualmente, no pienso crear tensiones innecesarias entre Levalcis y Loreth.
-Eres un iluso si crees que alguna vez estuvo bajo tu control el tipo de relación que Levalcis mantiene con Loreth, Almack no se doblega sino a sus propios intereses y si ha tenido la audacia de cometer una acto ilegal de este calibre, ten por seguro que el que un Oris se dejara ver ante una mortal y la dejara con vida no se debe a un simple descuido, si hay algo de lo que podemos tener por cierto es de que todo cuanto se sucedió fue según su voluntad.
-Yo soy el rey de reyes, Almack no haría nada que para desafiarme. -se mantuvo obstinado Oberón.
-¡Oh por el amor de padre, Eron! ¡Reacciona! No permitas que el miedo te vuelva arrogante. Debemos atender este problema como su importancia lo requiere.- Jareth llamó a su medio hermano por el nombre que solía utilizar de niños, en raras ocasiones hacia referencias al vínculo familiar que les unía, era más sencillo olvidarlo, tratar los asuntos extrictamente necesarios y regresar a su reino, pero ese día Jareth notaba que el distanciamiento y malestar mutuo que caracterizaba su relación desde hacía siglos le impedía aún más hacerle entrar en razón y la necesidad de que comprendiera y actuara en concordancia con lo que se esperaba de su posición como rey de las hadas era apremiante, desafortunadamente Jareth creía intuír que tras su aparente falta de juicio se escondía en realidad sino intereses ajenos a la corona, sí algún tipo de información crucial sobre el asunto de la que su hermano no había considerado necesario informale todavía. 


-No me digas cuales son mis deberes Jareth. Los conozco bien. Mi deber es evitar con toda la posibilidad que exista de una guerra que se cobraría la vida del 70 por ciento de la población del submundo, y créeme cuando te digo que no voy a tolerar esta nueva posibilidad, mucho menos pretenderé prender la mecha de lo que podría ser una explosión política como las que no se recuerdan en la época nuestros mandatos porque a una mortal le arrebataron a su hija, ni siquiera, me temo, cuando esa mortal es el capricho de la persona a la que tengo el extraño honor de llamar hermano...

-No te atrevas a sugerir ni por un segundo que mis posición en este asunto es motivada por algo que no sean el bienestar del submundo. Cualquiera que crea que esto es algo que se puede ignorar con la esperanza de no encender una mecha, como tu dices, es un necio que falla en ver el incendio que ya nos está consumiendo. Es necesario una investigación de lo ocurrido, son precisos nombres y descubrir el objetivo tras todo esto. Se impone la necesidad más imperativa de que ejerzas tus poderes rey de reyes para realizar tu trabajo. No solo no es una táctica efectiva rechazar tomar acción con la esperanza de que se trate de un hecho aislado y desconectado de las altas esferas de Loreth , ambos sabemos que utilizar su portal precisa de un acceso que solo puede ser concedido por unos pocos y lo que supone que esas personas hayan llevado eso acabo, si hubiera sido así. Sino hubiera habido una tentativa oculta, habrían sido ellos los primeros sino en pedir permiso para hacerlo, o para justificarse ante la corona, pero no has recibido noticia del evento hasta mi llegada, con lo cual, ¿qué piensas hacer? ¿Esperar a que su desafío a la autoridad de la corona, tu corona, se haga tan patente que necesites tomar cartas aun más drásticas en el asunto cuando quizá sea ya demasiado tarde...? ¿O piensas actuar ahora, reunirte con los reyes como dicta el protocolo, discernir el problema y arrancarlo de raíz antes de que crezca lo suficiente como para exceder tus capacidades de control?
Hubo un silencio.
-Quizá seas tan irresponsable como para seguir con este curso, permitir este tipo de licencias a un reino creará  indignación en los otros, y ahí si tienes una posibilidad de guerra que deberías querer evitar, no esperes a haber concedido de forma lícita autoridades a un reino que no le corresponden, luego será imposible arrebatárselas.- le advirtió. - Es inútil tratar de obviar el problema, debes actuar como tu posición lo exige.- su voz había ido tomando un tono más personal, esperaba llegar a su hermano a través de la lógica.


-Debes formar una asamblea, informar de la infracción, abarcarlo sin la mayor importancia, como si se tratase de cualquier otro reino el que la hubiese cometido, mu'rstrate seguro ejerciendo tu autoridad y no podrán hacer más que reconocerla. Demanda, con aire burocrático, no totalitario, que la niña sea devuelta a su madre,  como mandan nuestras leyes y que se enmiende el asunto, y se sancione al culpable. Sino tomas este curso de actuación ahora, los demás reinos empezarán a cuestionar los derechos que se te dieron por nacimiento e inclusive a verte como un traidor a la asamblea.
Oberón sabía que su hermano tenía razón. Se había esforzado tanto para evitar pensar en eso... Al fin y al cabo, ¿qué podía hacer realmente? ¿Por qué recaía en él el destino de todo el mundo? ¿Por qué tenían que ser las cosas tan complicadas?...
-Te juro que eres la olma de mi zapato, siempre que intento andar por esta resbaladiza superficie con el mayor cuidado posible para no caerme, tu estás ahí, irritándome aún más si cabe... Tienes razón - concedió al fin- pero hay algo que no sabes.- Oberón mandó por medio de un sirviente un mensaje a Erdel, rey del reino de los elfos, y a Alectia reina del reino de los pixies. Se sentó con aire cansado a la mesa donde había fruta y bebida y derrotado se sirvió un vaso enorme de vino que bebió de dos tragos largos.
-Te lo explicará Erdel, y entonces, hermano, dime lo que tan diligentemente harías tu en mi lugar.
Ver a alguien como a Oberón, de naturaleza despreocupada, intereses superficiales, pero sin maldad real, mas allá de la de no pensar en mucho mas que en fiestas y ropajes, tan desolado y hundido, inquietó aún más al rey de los goblins. Las perspectivas de solucionar esto de forma sencilla disminuían por momentos.

Retorno al laberinto.Where stories live. Discover now