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Juguetonas risas escapaban de sus delgados labios sin control alguno, en aquellos tiempos realmente amaba reír.

Él se encontraba entre ese gran grupo de niños y niñas, todos usaban aquel oscuro uniforme escolar que terminó desechando hace un par de años atrás.

Sus tiernos ojitos se convertían en medias lunas cada vez que se encontraba junto a ellos, sus amigos, quienes no tenían escapatoria alguna de la contagiosa alegría que irradiaba el azabache.

Se encontraban hablando del maravilloso truco de magia que habían presenciado gracias al ayudante de su maestra. ¡Era increíble!, jamás habían presenciado tales trucos de magia, parecía de otro mundo.

Cerca de ellos, con una atmósfera totalmente distinta, pasaba un niño un par de años mayor que el azabache y casi todos los niños de allí. Sentía envidia, él también quería ser parte de allí, el también quería que todos lo quisieran y no lo dejasen, pero lo que más le molestaba era que la persona que se robaba toda la atención y cariño era ese niño de ojos grandes, Yang JeongIn.

-No es para tanto- dijo marchándose del lugar, llamando la atención de sus compañeros, porque ¿cómo un truco de magia no podía ser para tanto?.

[♡]

El pequeño JeongIn de tan sólo doce años se encontraba solo en los baños de su escuela, había pedido permiso para poder ir a hacer sus necesidades biológicas al baño, no quería que ocurriera algún accidente vergonzoso allí.

Una vez que salió del cubículo, se encargó de lavarse sus blancas manos, luego sus ojos se posaron en su figura reflejada en el espejo, sus cabellos azabaches y sus grandes anteojos. Pasó su mano a su bolsillo y sacó un pequeño llavero de color rosado, muy tierno.

Dear HyunJin || JeongJin/HyunInWhere stories live. Discover now