05

2.2K 437 30
                                    

Querido HyunJin

Hoy soñé contigo, soñé que caminábamos en un camino a la orilla del mar, habían cálidas velas y dulces pétalos de rosas, nuestras manos estaban entrelazadas y tu sonrisa era cálida como un dulce día de primavera, en un momento paramos de caminar y soltaste mi mano, pensé que todo acabaría allí... pero no, delicadamente con una mano tomaste mi cintura y luego con la otra acariciaste mi mejilla, todo era perfecto, pensé que nos besaríamos pero cuando nuestros labios estaban a punto de rozarse susurraste ''Me das asco, eres patético'', me soltaste y mi cuerpo calló sobre la arena, ellos se aproximaban hacia mí y cuando estuvieron lo suficientemente cerca me golpearon, como siempre lo han hecho, de alguna manera mi cuerpo termino dentro del agua y poco a poco caí inconsciente despertando así de aquel agridulce sueño. Aun así, aquello era aún más dulce que la propia realidad, pues al menos allí sabías que existía.


-YJI










Frunció levemente el ceño, dejando que la preocupación le invadiera. Se mordió el labio analizando lo que acababa de leer, pensando en las últimas palabras del papel entre sus dedos.

"No siempre se debe ser malo para recibir golpes... ¿o sí?" 

¿Y si aquel chico se merecía aquellos golpes?, ¿qué tal si realmente ni siquiera los merecía?. 

No podía imaginar a aquel dulce chico desconocido fuese merecedor de de ello,aunque tampoco negaba a posibilidad de que lo hiciera, en fin de cuenta no le conoce realmente.

Leyó la carta por segunda vez, antes de guardarla en su bolsillo, manteniendo aquella expresión de desconcierto en su rostro. Era raro que alguien te diga que ha soñado con casi besarte, pero le parecía más importante el hecho de que parecía que el autor sufriese de abuso, de que probablemente ni siquiera considerar que con tan sólo enviarle aquellas cartas en los últimos cinco días hacía que ya no pudiese evitar su existencia.

—Pero sí sé que existes... —susurró para sí mismo, sin esperar que alguien le escuchase.






—No, no lo haces... —se escuchó una suave voz, tan suave que a penas había llegado a sus oídos.

HyunJin giró su cabeza, buscando si había alguna persona junto a él en el pasillo, pero éste se encontraba tan solitario como siempre a esa hora. Un escalofrío recorrió su espina dorsal, cuando el único lugar en el que podía haber alguien era detrás de el muro que dividía el pasillo... en aquel oscuro y solitario pasillo.

—¿Hay... hay alguien allí? —preguntó Hyunjin, nunca había nadie en aquel pasillo en esa hora, o al menos eso creía él.-

Caminó lentamente hasta allí, esperando que no sea ningún fantasma.

—Hey... —dijo justo en el momento que dio el último paso para ver qué había detrás de aquella pared.






Nada, no había nada ni nadie allí... o al menos no en aquel momento.


Dear HyunJin || JeongJin/HyunInDonde viven las historias. Descúbrelo ahora