Problemas

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Hajime leía sus informes cuando sin previo aviso, su esposa cruzó la puerta de su oficina. Era una mujer imprudente desde siempre por lo que la acción no le sorprendió del todo, aunque prefería cuando le avisaba antes de que entrara.
Hablaron unos momentos de temas triviales, Hajime después de todo le había invitado a comer juntos, hace mucho no lo hacían y no quería levantar sospechas de que alguien más invadía sus pensamientos. 

 Los informes fueron acabados justo a tiempo y tomando la mano de su esposa, salieron emitiendo el aura de pareja perfecta, siendo incluso blanco de comentarios de algunas mujeres que les habían visto, tanto positivos como negativos. 

 Llegados ya al restaurante, leyó el menú buscando algo que llamara su atención, hasta que una suave risa le hizo girar la cabeza para poder confirmar de donde venía.A unas cuantas mesas, se encontraba el castaño que le robaba el pensamiento, junto a otro joven de cabellos oscuros. Al parecer ninguno de los dos jóvenes se habían percatado de que estaba allí y así era mejor, y aun así, dentro de su estomago una incomoda sensación comenzaba a alojarse, sobretodo cuando giraba el rostro y notaba a ambos chicos disfrutando, cuando podía ver la bella sonrisa de Oikawa dibujada para alguien más. 


 ... 


 -¿Vas a hacerme una escena de celos? Creo que no es lo más apropiado en ti, Hajime. -La dura voz de Oikawa salió como si se trataran de filosos cuchillos, sin importar si hería o no a quien iban dirigidas. -Estabas comiendo con tu esposa, yo solo almorzaba con un amigo ¿Escuchas bien, Iwa-chan? AMIGO. -Procuró remarcar la ultima frase para que al moreno le quedara claro.  

-Yo también soy tu amigo. -Dijo sin inmutarse ante las palabras del castaño. -Además conozco bien ese tipo de "risitas" que dabas cuando ese tipo decía cualquier cosa. 

 El de ojos cafés no pudo evitar reír ante tal comentario, terminó por acercarse a Hajime lo suficiente para acariciar su rostro con la punta de sus dedos, aun sin desaparecer su cínica sonrisa. 

 -Tetsu-chan es solo un amigo... -Murmuro seductor, apegándose a Hajime, provocando que sus labios rosaran, el mayor no pudo evitar sujetarle de la cintura, casi como si fuera un reflejo. -Pero si fuera mucho más que eso... No me molestaría estar gimiendo para él ahora mismo... -Una sonrisa aun más ancha se alojó en su rostro, notando lo furioso que estaba su amante tras aquella afirmación, apretando el agarre de su cintura como resultado. -Puedo hacer lo que yo quiera... Iwaizumi-san, porque solo eres mi jefe en la oficina. 


 Dicho esto se separó bruscamente del moreno y salió del lugar donde se habían reunido para poder hablar aquel asunto. Tooru deseaba que Hajime se hiciera ideas equivocadas con Kuroo, esperaba que pensara que ahora mismo iría a meterse en su cama aunque no fuera así.No quería que se diera cuenta que a pesar de la seguridad en sus palabras anteriores, su cuerpo y alma solo le pertenecían a él, a pesar de que nunca sería recíproca la exclusividad en su relación...

"Puedo ser..."Donde viven las historias. Descúbrelo ahora