Mi niñero (Alexby y tú)

78|El último latido

Poco a poco mi mundo se desploma y lo único que me queda para poder levantarme todas las mañanas son los ojitos de mi bebé mirándome desde la cuna. Cuando me acerco y estira sus brazos para que lo tome en los míos.

Ahora sólo somos dos en esta casa que antes irradiaba felicidad. Recuerdo cuando Alex grababa sus videos, cuando trabajaba en el Starbucks. O mucho más atrás, cuando iba a la secundaria con mi skate.

Hasta que los conocí y mi vida cambió por completo. Tanto para bien como para mal. Alex solo hizo de mi vida um lugar mejor y Ruben... Ruben la cagó.

Hace dos semanas nuestro compañero de cuatro patas, Max, falleció. Alex me contó que se sentó en el piso y Max se acostó en sus piernas, mirándolo, con su colita moviéndose muy lentamente. Luego, sus ojos se cerraron y su colita nunca más volvería a moverse.

Alex entristeció mucho así que dejó de comer y cuando lo obligaba vomitaba. Cuando le preguntaba cómo se sentía, él solo gritaba.

Alexby- ¡Déjame en paz ya joder! ¡Mi vida hubiese sido normal si nunca te hubiera conocido!

Cada una de esas palabras me destrozaban cada vez más. Cogía a Alexis y me encerraba en nuestra habitación. A los pocos minutos pedía perdón desde el otro lado de la puerta.

Y hace unos cinco días tuvieron que internarlo otra vez. Tuvo bastantes complicaciones respiratorias y cada vez que despertaba después de dormir sufría de convulsiones.

_________- ¿Crees que mejorará?

Ruben- Claro que no pequeña, todo está saliendo de puta madre

Médico- Estamos haciendo lo mejor que podemos

_________- Ya

Al día siguiente, mientras Alex dormía, sentí una brisa recorrerme la nuca, las cortinas blancas se movieron y sin previo aviso apareció el caga vidas. Estaba de pie al lado de la cama de Alex, con su estúpida gorra de Creeper verde y estúpida sonrisa. Algo que me llamó la atención fue que se encontraba con la misma ropa que llevaba puesta cuando todo esto empezó. Esa vez que nos quedamos solos en el aula.

Como deseo nunca haberlo conocido. Todo sería diferente. Pero claro, no habría historia que contar.

Ruben- ¿Y pequeña? ¿Cómo lo llevas?- Lo preguntaba cómo si todo esto le importara. Se estaba burlando de mí, lo sé. De todas formas le seguí la corriente.

_________- ¿Y a tí que coño te parece? Solo mira cómo está. Solo queríamos ser felices. Yo no te empuje de ese acantilado, tú te soltaste. Tú decidiste morir.

Ruben- ¿Y pasar el resto de mi existencia en prisión? Hice locuras para estar a tu lado _________

_________- Mejor eso a pasar el resto de tu existencia jodiéndome la vida. Aparte, las locuras que hiciste son enfermizas. No le deseo a nadie lo que me hiciste.

Ruben- ¿!Cómo te atreves!? ¡Yo te amaba!- Dió un paso adelante y cerró los puños.

_________- ¡No! Nunca me amaste ¡Esto no es amor! Muerete de una maldita vez ¡No quiero volver a verte! ¡Te odio Ruben! ¡Te odio estúpido profesor de geografía!- Mis mejillas estaban ardiendo.

Y como bien se dice, esa fue la gota que colmó el vaso. Ruben desapareció para siempre de mi vida, si. Pero con él se llevó a la persona que más amaba.

Alex despertó y como tristemente era de acostumbrar, empezó a convulsionar, pero esta vez fue diferente. No largaba espuma de la boca si no que escupía sangre por la boca, nariz, ojos y oídos.

Los doctores llegaron casi en un respiro. Intentaron de todo para que pararan esas convulsiones

Alexby- Te amo

Fue lo último que logró decirme después de que los doctores lograran que las convulsiones pararan. Pero también se detuvo el corazón.

Alex falleció en ese momento.