Capítulo 45: "Supongo que estás enfadado."

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Creo que mi corazón se encogió. No me esperaba verla a ella, allí, fue una de las mejores sorpresas que me habían dado en tiempo, pero también la peor. Verla parada en la puerta de casa, tan frágil, tan rota. Los chicos se habían puesto pálidos al verla, probablemente yo también estaría así. Su labio estaba roto, por el lado izquierdo, y su ojo izquierdo estaba morado. Sus manos temblaban, no por el frío, ya que hacía mucho calor, y sus ojos estaban llorosos.

-Hola chicos.- Dijo con un pequeño hilo de voz, casi con la voz rota por aguantarse las ganas de llorar.

Salté los escalones que me quedaban para llegar al piso de abajo y eché a correr hacia ella, para tenerla entre mis brazos. La abracé fuerte, volviendo a tener ese olor a vainilla tan familiar dentro de mis fosas nasales. Ella lloró en mi pecho. Seguro que había aguantado las ganas de llorar todo el viaje.

Nos quedamos allí de pie los dos abrazados por un rato, mientras ella intentaba tranquilizarse. Ashton y Luke habían subido las maletas de Abby a mi habitación, y Calum se había puesto a hacer la cena, para dejarnos a los dos solos. Mis manos subían y bajaban por su espalda, para intentar que su respiración y sus llantos se calmaran por fin.

-Te he echado de menos.- Se la escuchó decir en un hilo de voz.- No sabes cuanta falta me has hecho.

-Shhhh.- Le dije, intentando que se tranquilizara de nuevo.- Ahora ya estás aquí, todo va a salir bien preciosa.

Nuestro abrazo no se rompió hasta que Calum no nos llamó para cenar. Ni siquiera nos habíamos movido de la entrada. Aparté su cara de mi pecho, y le sequé las lágrimas, haciendo que una sonrisa tímida apareciera en su boca. Ambos entramos agarrados de la mano a la cocina, donde todos los chicos nos estaban esperando ya para comer. Abby soltó mi mano, y se acercó al resto de los chicos para abrazarles, ya que no había saludado a ninguno cuando entró. Le dijo a Ashton al oído algo que ninguno pudimos escuchar, y después se sentó a mi lado en la mesa.

Había pollo, zanahorias y brécol para comer. Abby miró el plato con un poco de cara de asco.

-¿No te gusta la comida?- Le preguntó Calum.- Puedo hacerte otra cosa para cenar si quieres.

-Mejor no quieras, podría envenenarte.- Luke nos hizo reír a todos, incluso a ella.

-No, está bien…No me gusta ni la zanahoria ni el brécol, pero me comeré el pollo. Seguro que está buenísimo.- Le respondió con una pequeña sonrisa.

La comida transcurrió en silencio. La tensión que allí había se podía palpar en el aire. Todos queríamos saber que le había pasado a Abby, bueno, yo me imaginaba que podría ser, pero claro, el resto de los chicos no sabían la historia, y tenían que estarse pensando que se metió en una pelea callejera o algo así, pero la realidad, por desgracia, era mucho peor.

Los cuatro la estábamos mirando, yo de reojo, y Calum, Ashton y Luke de frente, sin disimular. Ella se estaba empezando a sentir incómoda porque no quitaba su mirada del plato, empezaba a conocerla.

-Por favor, chicos, no me miréis así.- Dijo ella, con un hilo de voz de nuevo. Sabía que en cualquier momento volvería a llorar.- Luego os contaré la historia si la queréis escuchar, pero me estoy empezando a sentir incómoda.

La comida siguió transcurriendo en tensión, pero ya no era igual que antes, ninguno tenía su mirada puesta en Abby. Los chicos hablaban animadamente del viaje a Australia que teníamos previsto para dentro de unos meses, y yo miraba el plato de Abby, viendo como le daba vueltas a la comida. Aún no había probado prácticamente bocado.

-Si no quieres comer no lo hagas.- Le dije en un susurro.

-No quiero que Calum se moleste, aún encima que me ha hecho la cena…

You're my only reason. | m.cDonde viven las historias. Descúbrelo ahora