Capítulo 14: "A veces pienso que eres tonto."

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Habían pasado los días, y Abby y yo hablábamos por whatsapp todos los días. Había descubierto una maravillosa persona en ella, era buena, amable, simpática, y una cosa que me llamó la atención de ella, fue que no estuvo publicando en su twitter que hablaba conmigo, eran muchos puntos a su favor. Sé que se lo había contado a sus amigas, a las chicas con las que la vi el día del concierto, pero me juró una y mil veces que las chicas eran de fiar y que no lo andarían contando por ahí.

Como mi amistad con ella avanzaba, los chicos habían comenzado también a seguirla en twitter, y eso la había vuelto mil veces mas feliz. Decía que conseguir 4/4 en su twitter era un sueño, que se había echo realidad.

La mini gira por América había sido impresionante, totalmente sin palabras, pero se había acabado, y ahora venía lo mejor, íbamos a pasar un mes en Australia, en nuestras casas, con nuestras familias. Echaba mucho de menos a mi madre y quería verla.

Llegamos al aeropuerto de Sidney y nos despedimos los cuatro, ya que cada uno se iba para su casa, y hasta una semana después no nos veríamos, ya que teníamos una entrevista. Era raro pasar tiempo sin ellos.

-Portaros bien, por favor, y no hagáis tonterías.- La voz de Ashton se oía mientras nos abrazaba a todos. Menos mal que no nos estaba viendo nadie.

-Ash, tranquilo, en unos días nos veremos.- Calum se reía mientras le devolvía el abrazo.

-Va a ser raro estar sin vosotros, pero es bueno que descansemos un poco de nuestras tonterías.- Les dije riéndome, a lo que todos me siguieron.

-Eso eso.- Luke se seguía riendo.- Y tu enamora a Abby, que así cuando volvamos a Londres le decimos a ella y a sus amigas que se vengan.

Todos asintieron a ese comentario. Estaban mas salidos que un mono. Tras despedirnos 3 veces mas, cogimos nuestras maletas y cada uno salió por una puerta diferente. Sabíamos que había fans, pero estábamos ya de vacaciones, y lo único que quería ahora era estar con mi madre.

Monté en una furgoneta negra con los cristales tintados, que me llevaría a casa. De camino, miré las calles. Extrañaba ver estas calles que había visto desde niño, me traían todas muy buenos recuerdos. Cuando dejé de embobarme con las calles, cogí mi teléfono del bolsillo, y le mandé un whatsapp a Abby, se me había olvidado avisarla.

Ya he llegado a Sidney. Seguro que estás durmiendo, esta diferencia horaria es una mierda. Hablamos pronto :*

Volví a guardar el móvil, sabía que no me contestaría, que estaba durmiendo. Cuando volví a mirar por la ventana, me encontré con un barrio que me era mas que familiar. La furgoneta se paró delante de mi casa. Me bajé y cogí mis dos maletas gigantes y mi mochila y me dirigí hacia la puerta. No le había dicho nada a mi madre de que iba, así le daba una sorpresa.

Saqué la llave de casa del bolsillo y abrí la puerta lentamente, para no hacer ruido. Se escuchaba a mi madre tarareando, en la cocina, era media tarde, casi noche, así que estaría haciendo la cena. Cerré la puerta tras de mi y dejé las maletas en la entrada, y me dirigí con todo el cuidado del mundo en la cocina. Cuando llegué me apoyé en el marco de la puerta. Ella si que era la mujer de mi vida.

-Espero que lo que estés cocinando me guste.- La vi saltar y agarrar una sartén tras estas palabras.

Cuando se dio la vuelta y me vio, no sabría como describir su cara. Tiró la sartén con la que me iba a atacar al suelo y vino corriendo hacia mi, colgándose de mi cuello y dándome mil y un besos como hacía siempre. Dios, como la había echado de menos.

-¿Por qué no me avisaste de que ibas a venir Mike?- Dijo dándome un golpe en el brazo después de darme mil y un besos.

-¿Sabes lo que es una sorpresa?- Me reí mientras me sentaba en una de las sillas de la cocina para verla cocinar.- Te he echado mucho de menos mamá.

-Yo también cariño, a ver si cuando vuelvas a Londres puedo irme contigo, si quieres… Llevas mucho tiempo viviendo allí y todavía no he visto tu casa.

-La has visto por Skype, así que no mientas.

-Sabes que no es lo mismo cariño.- Dijo antes de echarme la lengua.- Pon la mesa que la comida ya esta echa, ¿tienes hambre?

-Muchísima.

(***)

Durante la comida hablamos de mil cosas. Cuando terminamos, la ayudé a recoger los cubiertos todos y meternos en el lavavajillas y nos sentamos ambos en el sofá del salón, a ver la tele.

-Se me ha olvidado preguntarte cariño, ¿Qué tal con la chica esa que me contaras?- No apartaba su mirada de la televisión mientras me hablaba. Típico de mi madre.

-Bien, es muy buena conmigo, hablamos todos los días. Es muy simpática, y no ha publicado que hablamos por ninguna parte, es una cosa que aprecio de ella.- Le dije, sincerándome.

-Es bueno que tenga en cuenta tu privacidad, ya me cae bien sin conocerla.- Ella me miró con una sonrisa en la boca.- ¿Y os habéis visto o algo?

-No mamá, solo hemos hablado por whatsapp. Ella me conoce muy bien, pero yo a ella solo la conozco por las fotos que sube a twitter y por sus fotos de whatsapp.

-A veces pienso que eres tonto.- Su comentario me pilló por sorpresa.- Hay un invento buenísimo que se llama Skype, podríais usarlo.

Ambos nos reímos ante ese comentario. Mi madre podía tener salidas muy especiales, muchas veces me recordaba a los chicos.

-No quiero que piense que las cosas con ella van muy rápido.

-Mike, cariño, sea lo que sea lo vuestro, ha ido rápido, y ha sido raro, muy raro. Esa chica, si ahora le pides de hablar por Skype, no creo que le parezca raro, porque, prácticamente sin conoceros os habéis intercambiado los números, estais locos los dos. Aparte, tu no sabes si a ella le gustas, y ¿imagínate que le gustas? Puede venir otro que te la quite, así que mi consejo es que vallas rápido con ella, que le mandes ahora un mensaje y le digas lo de Skype. Aunque la diferencia horaria es una mierda, pero se puede encontrar una hora razonable para los dos.

-No se mamá…

-Michael Gordon Clifford…- Puso su cara de enfado particular de cuando no le hacía caso.

Suspiré sonoramente para que ella me escuchara. No tenía yo muy claro si la idea de mi madre era buena, pero si no le hacía caso creo que era capaz de castigarme. Noté su mirada en mi mientras sacaba mi móvil del bolsillo. Lo desbloqueé y abrí el whatsapp para mandarle un mensaje, para mi sorpresa, ella me había contestado.

Me acabo de despertar. Pásatelo muy bien con tu familia y disfruta de ellos Mike. Ya te digo si la diferencia horaria es una mierda.

Estaba conectada, así que era la oportunidad perfecta para decírselo ahora.

Oye Abby, estaba pensando… ¿te apetece que nos veamos por Skype?

You're my only reason. | m.cDonde viven las historias. Descúbrelo ahora