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Capítulo 36: "Primer beso."

Los chicos había aceptado que me fuera con ellos al concierto, pero a la tarde tenían que dar una pequeña entrevista en un canal de televisión y tenía que acompañarles también. La idea de ir a la televisión me ponía de los nervios, y mas teniendo en cuenta que me iba con ellos. Y luego estaban las fans, que se pensarían lo que no es de mi.

Salí de la ducha y me puse la ropa que había llevado al baño, creo que era la ropa adecuada para ir con ellos. Me sequé el pelo con el secador, y me lo ricé con el rizador. Si, mi pelo natural era rizo, pero no tenía los rizos definidos, y no me podía permitir ese día ir mal arreglada, seguro que saldrían fotos mías. Tras acabar de peinarme, me puse un poco de base de maquillaje, y me repasé los ojos con el eye liner negro. Me di un ultimo vistazo en el espejo y salí hacia la habitación de Michael para dejar allí mi pijama y ponerme los zapatos.

Entré y allí estaba Michael, hablando por teléfono.

-Han ido bien los conciertos… si, esta noche tenemos el último… yo también te echo de menos y tengo muchísimas ganas de verte…

Una sensación de celos apareció en mi estómago. ¿Por qué me estaba celando de una persona con la que estaba hablando por teléfono si el y yo no teníamos nada? Doblé el pijama y lo puse donde siempre, y fui a ponerme mis botas bajas negras.

-Puedes venir cuando quieras ya lo sabes… Si… Si… Si, está aquí conmigo… No te la voy a pasar para que hables con ella… Está bien, se lo diré… Ya hablamos en otro momento… Yo también te quiero mamá.

¿Me estaba celando de su madre? Dios mio.

-Mi…mi madre te manda saludos.- Dijo el en un tono tímido.- Por cierto, me gusta tu estilo.

-Valla, gracias.- Mis mejillas debían estar extremadamente rojas.- ¿Tu madre sabe de mi existencia?

-Le hablé de ti cuando estuve en Australia, nada importante.- Dijo, intentando que cambiáramos de tema.

Mikey llevaba puesto uno de los muchos pantalones negros que tenía dentro de su armario, una camiseta negra del grupo “sex Pistols”, una camisa roja de cuadros y esas botas negras que a el tanto le gustaban. Estaba realmente guapo, estaba realmente guapo con cualquier cosa que se pusiera. No podía sacar mi mirada de el, no podía explicar que sentía por el en ese momento después de haber sentido esos celos por el medio minuto antes.

-¿Nos vamos preciosa?- Dijo, extendiendo su brazo hacia mi para que le diera la mano, haciendo que saliera de mis pensamientos.

-Por supuesto.- Agarré su mano con fuerza.- Estoy nerviosa.

-No tienes por qué estarlo.- Me sonrió y me guiñó un ojo antes de salir de la habitación.

Bajamos las escaleras, donde los chicos estaban todos esperándonos, y salimos de casa, para dirigirnos a la furgoneta que estaba allí esperando por nosotros. En todo el trayecto desde la habitación hasta la furgoneta, nuestras manos fueron unidas, ninguno se quiso separar del otro. Michael y yo nos sentamos los dos solos, en los asientos de tras de todo de la furgoneta, y los otros tres chicos iban en los del medio.

-¿Y las chicas no van a venir a la noche?- Preguntó Michael, a lo que yo me hice la loca. No iba a decir delante de Calum que Andie se iba a cenar con otro chico.

-Han dicho que se iban a ver un musical o algo así.- Respondió Luke sin dejar de mirar la pantalla de su móvil.- Ellas se lo pierden.

Luke, por el tono en que lo dijo, parecía molesto. Yo sabía que las chicas no habían ido esa noche al concierto para poder cubrir a Andie, por si acaso tenía problemas con Calum, y para que una no se quedara sola, Ana y Anita se quedaron juntas, porque yo no iba a estar sola, no me importaba estar a solas con los chicos.