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Capítulo 43: "Iré a buscarte y te encontraré."

NARRA ABBY.

Mi madre había hablado con mi padre, y con los pocos ahorros que tenían, habían decidido comprarme un billete barato de avión para irme a Londres. Les prometí a mis padres que les iba a devolver el dinero con intereses cuando encontrara trabajo.

Me desperté 10 minutos antes de que sonara el despertador. Hoy estaba especialmente feliz, había pasado una semana desde que yo había llegado a casa, y sentía una necesidad muy fuerte de irme. Todas y cada una de las noches Michael me llamaba, incluso anoche habíamos estado hablando por Skype, y nos quedamos dormidos mientras hablábamos. Había sido como si estuviéramos durmiendo uno al lado del otro.

Saqué dos maletas grandes del armario, para empezar a llenarlas de ropa. El plan era, irme a casa de los chicos e instalarme allí hasta que encontrara un trabajo, y luego pagarme un piso. No quería ser una molestia en esa casa, ni quería interrumpir en la relación de Mike con los chicos.

Puse ambas maletas encima de la cama y comencé a vaciar el armario en ellas. En una llevaba toda mi ropa y zapatos de verano, y en la otra, toda mi ropa y zapatos de invierno. Mi padre había conseguido sacarme el primer vuelo que salía en dirección a Londres, que era esa tarde a las 7. Una sensación de emoción invadió mi cuerpo solo de pensar en eso.

Tenía que llamar a alguno de los chicos para que me ayudara. Rebusqué encima del desastre que tenía hoy por escritorio, en busca de mi móvil. Lo encontré debajo de una montaña de apuntes que tenía que tirar, ya que no me valdrían para nada nunca más. Encendí la pantalla del móvil, y mi corazón dio un pequeño vuelco cuando vi en la pantalla una foto mia con Michael, la foto en la que su nariz estaba pegada a la mía, uno frente al otro.

Puse el código de desbloqueo, y busqué en la agenda el número de alguno de los chicos. El primero en aparecer fue Ashton, así que me tocaba llamarle a el. Los tonos empezaron a sonar por el teléfono. Uno… dos… tres…

-Ashton Irwin al aparato.- Dijo una voz ronca al otro lado del teléfono.

-¿Te he despertado?- Nunca recordaba que allí en Londres era una hora menos.

-No te preocupes, tengo que levantarme, ¿quieres hablar con Mike?

-No Ash, en realidad quiero hablar contigo, necesito tu ayuda.

-Tú me dirás, pero antes de nada, ¿cómo está Anita?

-Te echa de menos… ¡y está muy enfadada contigo porque no la has llamado!

-Yo también la echo de menos… Muchas veces estoy con el teléfono en la mano para hablarle pero nunca sé que decirle.

-Mira, yo solo te digo que la llames, y hazme caso.

-Bien, te haré caso…bueno, ¿y que querías?

-Esta noche estoy ahí con vosotros, espero llegar para la cena.

-¿Estás de coña?- Se puso a gritar al otro lado del teléfono.- A Mike le va a dar algo cuando se entere.

-Ahí está la cosa, no se puede enterar, quiero que sea una sorpresa, por favor.

-Vale, ¿y en que te puedo ayudar?

-Realmente en nada.- Nos reímos ambos.- Simplemente te llamaba para decirte que esta noche llegaré, supongo que sobre las 9 de la noche llegaré, y era para que hubiera alguien en casa y no tener que estar esperando en la puerta de la casa toda la noche.

-No te preocupes, estaremos en casa, hoy no teníamos pensado salir, últimamente estamos muy vagos, sobre todo Mike, que para sacarlo de su habitación hay que tener muchísima suerte. No sé que le has hecho.