39. Julio

368 28 2
                                    

—Bueno compañeros, me gustaría realizar un brindis antes de la cena, es un pequeño discurso que escribí con mucho cariño, les pido de favor a todos los graduados pasar al centro de la pista...— un compañero de generación se encontraba en la tarima, quien con gran entusiasmo nos iba a dirigir unas palabras con tremenda voz grave.

Todos nos acercamos al centro del salón, mientras los meseros se encargaban de llenar nuestras copas con un poco de sidra.

—Profesores, compañeros, padres de familia e invitados presentes...— un largo pero preciso discurso comenzó, era lo ideal antes de cenar, todos estábamos entusiasmados por está magnífica noche, por supuesto debíamos brindar.

—Les invito a levantar sus copas para brindar por está noche y por nosotros, los graduados... ¡Salud!— todos, absolutamente todos levantamos nuestras copas y brindamos, un gran ¡Salud! Hizo eco en todo el salón, a los pocos segundos una ola de aplausos y felicitaciones dieron por iniciada la cena.

Todos pasamos a sentarnos mientras los meseros comenzaron a servir la comida por todas las mesas, la música en vivo comenzó a sonar, un grupo de música jazz ambientaban de fondo, era bastante agradable, todos conversarsando con gran actitud, la noche pintaba para ser bastante amena.

—Y ¿Alberto?— era Yare preguntando por el dichoso personaje.

—Supongo que por ahí.— contesté mientras enredaba la pasta en mi tenedor.

—Vamos Li ¿Estás molesta?—

—No, es solo que entre el y yo definitivamente no puede pasar nada y estoy fastidiada de haberme dado cuenta en precisamente una noche tan especial.— añadí susurrando, pues los demás integrantes de la mesa voltearon sus miradas hacia mi.

—No dejes que eso arruine tu noche, simplemente disfruta.— concluyó.

Mi hermana tenía razón, no podía dejar que en una noche tan importante como esta, las actitudes de Alberto lo arruinaran, debía olvidarlo y es lo que haré.

Un gran menú fue partícipe de la noche, deliciosos platillos deleitaron nuestro apetito y por supuesto nos dieron energía para abrir la pista y comenzar a bailar.

—Les pedimos de la manera más atenta a todos los graduados que por favor pasen a la pista, que el baile apenas comienza...— mencionaba el animador, pronto las luces que alumbraban el salón de manera brillosa y elegante, cambiarían a a la oscuridad y luces de colores que de manera aleatoria girarían por toda la pista.

No bastaron más de cinco minutos para que todos estuviéramos listos en medio de la pista de baile. Comenzó con un género urbano para luego irse intercambiando lo último en éxitos.

Los colegas, a excepción de Alberto se acercaron para bailar con nosotras, estábamos muy felices disfrutando del momento.

—¿Me permites?— era André preguntando si podía bailar conmigo, una linda canción que pareciera ser de esas movidas pero románticas sonaba, retumbando una y otra vez.

—Siempre...— contesté echando una risa nerviosa.

André fue mi motivo de ir al Instituto durante un largo tiempo, era lo que se conoce como un crush, casi tan imposible pero perfecto. Siempre nos entendimos, conectamos de manera genuina y todo fluyó de maravilla.
Aún me cuesta creer que me haya enamorado de Alberto y que todos mis sentimiento se limitaran a el.

—Es un gusto bailar contigo André, probablemente la última noche dentro de un buen rato.— mencioné efusiva.

—Así es Li, solo queda aprovecharla.— añadió con una gran sonrisa.

Antes De Decir AdiósNơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ