3. Septiembre

1K 50 0
                                    

Es tu momento Lían, está justamente ahí parado solo, sin sus amigos que puedan interrumpir, sin nadie que pueda ser testigo de una escena vergonzosa con un toque romántico.

Se ve tan guapo con sus jeans, su camisa de cuadros, y su cabello rizado, creo que es hora de hablar con él, armarme de valor y... ¿A quién engaño? ¡No puedo hacerlo!

Es el convivio del día de la Independencia en el Instituto, el primer convivió del año escolar, uno de los pocos días dónde podemos vestirnos con ropa casual y salir de la rutina del uniforme, el día dónde me veo mejor que los demás, el día que intento peinarme ya que eso no se me da y no lo hago casi nunca, al igual que maquillarme aunque sea demasiado sutil, el día donde se supone que debería hablar con el chico que me gusta, pero ¡No! Aún continuó con mi cobardía.

—¿No lo harás?— preguntaba Daniela al ver mi cara de arrepentimiento.

—Me temo que ahorita no, quizás más al rato cuando haya comido y el igual, aún es la tercera hora ¿Tengo tiempo no?— mi nerviosismo era evidente, y mis ridículas excusas un poco más.

—¡Solo hazlo! Bueno ya sabes, cuando sientas que es el momento, pero creo que debes intentarlo o nunca sabrás lo que pudo haber sucedido.— añadió Daniela mientras me daba un papelito doblado.

—¿Qué es esto?— preguntaba abriéndolo un poco confundida y con una habilidad extraordinaria debido a que tenía mínimo ¡Diez dobleces el bendito papel!

—Su número de teléfono.— respondió guiñando el ojo.

—¿Pe-pero como?— confundida, comencé a anotarlo en mi celular añadiendo su nombre a mis contactos. A veces mis amigas llegan a sorprenderme sobre esas pequeñas habilidades de agentes secretas.

—Solo utilízalo con sabiduría.— río y dándome un beso en la mejilla se fue a su salón.

Entré a su contacto y en su estado parecía tener la letra de un canción...

"No sé si es bueno olvidarte y quedarme con la duda, de saber si son tus besos el remedio pa' mi cura"
-En otra vida.

Escuché la dichosa canción y para ser honesta, se me pego todo el día, podía estar casi segura que ya me la sabía completa.

Es difícil creer como alguien puede gustarte sin tan siquiera haber tenido ya una conversación, es algo que unas cuantas personas me han criticado, dicen que eso rotundamente es imposible, pero no me ha importado, lo único que se es que quiero conocer a mi soulmate, André.

Pasé el día tarareando la canción y mis amigas Lexi, Cami y Rose, que por cierto ¡Son unas chicas asombrosas! Por el poco tiempo que llevo de conocerlas se han ganado mi amistad.

Lexi es una chica linda y muy dulce, es tranquila, si necesitas algo segurito ahí estará.
Cami es una chica divertida, con un carisma y una vibra muy buena, tiene un gran corazón.
Rose es una chica ruda pero con un sentido del humor increíble, nos cuenta anécdotas de su mascota, el pequeño erizo que se eriza cuando se enoja y que su alimentación es nada más y nada menos que insectos con verdura.

Como decía, mis amigas me estaban culpando de que ahora ellas también la estaban cantando.
En fin, la mañana pasó volando, habíamos comido como nunca, por cierto, nuestra buena amiga Sheyla había comprado una piñata de cerveza pero lamentablemente nos la quitaron, los profesores dijeron que incitaba al vicio, pero al final en la sala de maestros ¡se estaban tomando fotos con ella! Vaya injusticia.

Antes De Decir AdiósWhere stories live. Discover now