Capítulo 1

34.1K 1.2K 74
                                    

VALERIE


Salía del pequeño pub donde trabajaba en el centro de Londres, una vez hube acabado la faena asignada por mi jefe, John. Un hombre de unos cuarenta años, amable y simpático, me atrevería a decir que era el mejor jefe de todos. Amaba trabajar en aquel local, inspirado por los años cincuenta en el cual, el Rock&Roll nunca cesaría.

Aquel mediodía de lunes, caminaba por las ambientadas calles de Londres. Una vez hube salido a la calle, un frío viento chocó contra mi rostro, provocando que me estremeciese. Miles de personas se movían por la acera en múltiples direcciones y los coches, circulaban a toda prisa. Me paré a mirar la tienda Forever 21, habían cambiado a la temporada de otoño. Esta vez, miles de chaquetas de lana se podían observar desde la calle, y coloridos jerséis daban color al lugar. En aquel momento, caí en la cuenta que debía comprar algo de ropa si no quería morirme de congelarme en la fría Inglaterra.

Yo vivía sola en un apartamento, a pesar de que mi madre vivía a pocas manzanas, me gustaba vivir independientemente. Llevaba viviendo sola un año y medio, la razón era que mi madre era una alcohólica, no paraba de traerse hombres a casa y a penas se preocupaba por mí. No acababa de comprender como éramos tan diferentes.

Tenía diecinueve años, y me llamaba Valerie. Un nombre que ambos de mis padres habían adorado y por lo tanto, nombre que decidieron ponerme.

Llegué al apartamento de mi madre, y di unos golpes a la puerta de madera blanca. Hacía una semana que no la veía, y a pesar de todo, comenzaba a echarla de menos. La mujer de cincuenta años rubia y con el pelo alborotado abrió la puerta. Y como era de esperar, llevaba su vaso de whisky. Me miró con los ojos enfadado:

-¡Hija mía! ¡Pasa, pasa! -Ya me había acostumbrado a aquello, sus miradas furtivas siempre estaban presentes a pesar de alegrarse por ver a alguien. Estuve con ella una hora, lo suficiente como para que no se sintiese tan sola. Intenté que dejase la bebida al menos durante aquella hora, pero no lo conseguí, como era habitual.

Después de aquella cansada hora en casa de mi madre, me decidí a volver a mi apartamento. Una vez estuve en el rellano y el frío había desaparecido por completo de mi cuerpo, me sorprendió encontrarme con un montón de cajas en el rellano. ¿A qué se debería aquello? Parecía bastante obvio que era una mudanza, sin embargo, no me había enterado de la marcha del vecino anterior.

-Muchas gracias por traer todas las cajas, ya me apañaré para llevarlo todo dentro -Dijo una voz ronca. Un chico vestido de transportista salió, y detrás un chico de cabello castaño rizado y ojos verdes. Noté que me sonrojaba. Joder, estaba bueno. Me dije a mi misma que debía conocer a aquel chico. El transportista se despidió-. ¡Hola! -Dijo el chico, no aparentaba mucho más de veinte años. Vestía una blanca camiseta que se adaptaba a la perfección a su torso, combinada con unos tejanos ajustados del típico color azulado.

-Hey -Saludé con una sonrisa, intentando contener mis nervios. Él en parte me intimidaba. Y es más, cuando estaba delante de un chico que me gustaba físicamente me ponía aun más nerviosa.

-Soy Harry, el nuevo vecino -Dijo, y yo le sonreí.

-Yo soy Valerie, encantada de conocerte-Comenté y el chico me sonrió.

-Supongo que nos veremos mucho más a menudo desde ahora.

-Por supuesto, ¿eres nuevo en la ciudad? -Le pregunté intentando sacar algo de tema de conversación.

-Sí, yo soy de Chesire -Contestó con una amplia sonrisa. Qué adorable era este chico. Me ardieron las mejillas y él soltó una pequeña risa, quizá se dio cuenta del color carmín que quizá habían adoptado mis mejillas.

-Si te apetece y no conoces a nadie más, te podría enseñar la ciudad -Comenté, sorprendiéndome por mi atrevimiento.

-Sería buena idea -Me contestó, y yo no pude evitar sonreír ampliamente-. Quizá esta tarde, ¿te va bien?

-Sí, ningún problema -Dije-. ¿Pero, habrás acabado con la mudanza?

-No creo -Contestó-. Necesitaré tiempo para desconectar.

-Pues esta tarde entonces -Confirmé-. Si necesitas algo... Simplemente, estoy en la puerta de enfrente.

-Muchas gracias, Valerie -No pude evitar sonrojarme al oír mi nombre salir de sus labios.

-No hay de qué, Harry. Nos vemos después.

Entre dentro del apartamento y caí al sofá. Recapacité. Había quedado con el chico más guapo que había visto en mucho tiempo. Suspiré, contenta conmigo misma.

Decidí llamar a mi mejor amiga Zoe, para decirle que había quedado con mi nuevo vecino, Harry. Zoe era una chica rubia de ojos azules y mi mejor amiga desde primaria, podría decirse que era la única que tenía. Siempre me había ayudado en los momentos difíciles de mi vida, ella fue quien me ayudó a salir de casa mi madre. Me apoyó en todo momento. Marqué su número mientras estaba tumbada en el sofá mirando por la ventana. Desde mi ventana se podía apreciar una calle de Londres donde había pequeñas tiendas y pastelerías.

-¡Zoe! ¡Tengo que contarte algo! -Dije cuando ella cogió el teléfono.

-¿Te ha tocado la lotería y me llevas de viaje a México? -Preguntó con un toque satírico en su voz.

-¡No! He quedado con un chico. Se llama Harry y es mi nuevo vecino -Dije rápidamente.

-Espera -Pausó-. Descríbemelo físicamente, y luego te digo si es apto para ti.

-¿Qué tontería es esta? -Le pregunté-. ¿Es necesario describírtelo?

-No, bueno, sigue contándome. No te quería cortar el rollo.

-Esta tarde iremos a pasear por el centro de Londres, él es nuevo en la ciudad y por lo tanto, no la conoce muy bien.

-Es una cita.

-No es una cita -Negué ante su afirmación.

-No intentes negar que es una cita, Valerie.

-Solamente he quedado con un chico nuevo en la ciudad para enseñársela. No me voy a liar con él esta tarde.

-¿Aunque te mueras de ganas? -Preguntó Zoe.

-Aunque me muera de ganas -Afirmé.

-Eres una sosa -Contestó Zoe, y rió-. Pero bueno, por algo eres mi mejor amiga. Tu arréglate, para que el chico se dé cuenta que no va a encontrar a nadie como tú, jamás.

-Ahora, deja de hablar conmigo y ves a vestirte, quiero que estés bien guapa para ese tal Harry.

-Cuando vuelva te llamo, Zoe.

-Llámame mejor mañana. ¿Quién sabe si esta noche vuelves a tu casa o a la de él? -Yo suspiré, esta chica no tenía remedio.

-Muy bien, ya te llamaré -Colgué el teléfono.

Observé a mi alrededor, pensativa, con la mente en otro lugar y en blanco. Las nubes comenzaban a ocupar el cielo Londinense. Decidí levantarme del sofá y ponerme a hacer algo, no iba a pasar la tarde tumbada esperando a que Harry llegase, pues no había especificado la hora.

El mafioso #1 (Harry Styles)जहाँ कहानियाँ रहती हैं। अभी खोजें