Veintiuno: Arregla tu desastre

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Le solté el hombro. Eso había sido muy salvaje y no supe qué contestarle en ese momento. Me había desacostumbrado a su descaro en estos días sin ella.

Llegué a la sabia y madura conclusión de que hacerme el ofendido no mejoraría la situación, así que traté de verme lo más apenado que pude. De hecho, me sentía así. Y arrepentido.

No debí haber besado a Jordan en aquel momento. Incluso comencé a preguntarme si tal vez no le tuve que haber dicho a Lola algo sobre todo lo que sentía. Tal vez un simple "¿Sabes? Me gusta tu novio. Tendría sexo con él. No homo".

—Te extraño —solté.

Ella flexionó las piernas y las abrazó. Se veía demasiado pequeña cuando hacía eso. Era un poco extraño mirarla frente a mí cuando había estado evitándola hace semanas. Sentía que lucía demasiado diferente y eso no hizo más que hacerme sentir más culpable.

Me había perdido de algo.

—Ya lo sé —dijo ella, con la vista en mis botas de lluvia—.Y esta es la parte en la que dices que no puedes vivir sin mí, que me amas, que estás dispuesto a hacer lo que sea para recuperarme...

—Te amo.

Lola alzó un poco la cabeza y me miró.

—Yo también.

Deslizó su mano más cerca de mí y la tomé.

Se sentía bien estar junto a ella.

—¿No estás enojada conmigo?

La vi alzarse de hombros.

—Nah —contestó con tranquilidad—. Eres un amigo de mierda, Marco. Me dejaste pensar lo peor.

—¿Lo peor?

—Sí —continuó—. Que ustedes llevaban rato viéndose a escondidas y ninguno tuvo los huevos para decirme "Mira, Lola, la verdad es que le tengo ganas a X y tu estorbas. No homo. Paz". —levantó su mano libre e hizo el símbolo de la paz con sus dedos—. Pero Farrah sí tuvo huevos para venir a casa a robarme el wi-fi y decirme"Mira, Lola, has atrapado a los dos homosexuales en su primer beso. Seguro te lo habrían dicho". Entre otras cosas.

—¿Farrah te ha dicho qué? —La miré con confusión. No tenía idea de que Farrah hubiera ido a su casa. Ni siquiera estaba enterado de que se hablaran, de hecho— ¿Por qué ninguna me dijo nada, entonces? ¿Estabas tratando de darme una lección por besar a tu novio o algo así?

Ella jaló un poco de mi brazo para poder abrazarlo.

 —No todo gira alrededor de ti.

Le puse mi mano en la cara y la aparte, ofendido.

—¿Por qué me has hecho sufrir si no estabas enojada conmigo? —Zafé mi brazo de su agarre. No estaba tan alterado, en realidad. Era más el tipo de ofensa que me da cuando veo a Farrah bostezar sin taparse la boca, o mordisqueándose las uñas— ¿Y por qué has vuelto con Jordan pero no conmigo, si ya lo sabías?

Ella se quejó de vuelta y recordé que le dolía la espalda. Se alejó gateando tal vez medio metro y se sentó a una distancia prudente desde donde me pudo mirar todo lo enfadada que quiso.

—¿Y tú por qué no me has vuelto a hablar desde entonces, eh? Feo de mierda.

—¡Lola! —exclamé con frustración— ¡Si ya sabes cómo soy!

Ella se incorporó para que yo no pudiera tocarla.

—¿¡Cómo eres!?

—¡Un inseguro de mierda! —Me agarré de uno de los bancos para levantarme—.¡Tampoco tengo huevos! Tienes razón, ¿ya me puedes abrazar?

Romeo, Marco y JulietaWhere stories live. Discover now