16

404 36 3
                                    

No me rendía fácilmente y esa cualidad no sé cómo catalogarla a pesar de los años. Esa noche no lo volví a intentar, sin embargo, simplemente le dediqué una sonrisa a la distancia.

Mi madre me comentó cuando cumplí siete años que mi padre no le agradaba, en absoluto. Era un hombre rígido con pocos sueños pero logró conquistarla con paciencia, brindándole pequeños gestos que lograron ablandar su corazón.

ꟷThiago –exclamó al verme y mi mundo entero se paralizó.

ꟷBuenas noches –asentí en su dirección y sentí que solo me faltaba un sobrero y un traje con rayas para ser todo un caballero.

ꟷ¿Cómo estás?

Caminé lentamente hacia ella, no teniendo apuro alguno por llegar.

ꟷCansado.

ꟷ¿Mucho trabajo?

ꟷY mucho estudio.

Una sonrisa pequeña curva sus labios hacia el cielo y siento mi corazón latir con reanudadas fuerzas. Sus ojos se encuentran posados solo en mí, no en el tráfico ni en el estudio a mis espaldas.

ꟷLlegaste temprano.

ꟷQuería hablar contigo.

Me sentí como en un sueño y para comprobar que realmente estaba ocurriendo, me pellizqué la pierna desde el bolsillo. Era real y no sabía cómo sentirme al respecto.

-----

Thiago hizo un progreso...

Que tengan un lindo día, lectores.


Sin mirar atrásDonde viven las historias. Descúbrelo ahora