parte 18

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Pedalee con fuerza adelantándome más que el castaño furioso detrás de mí, estuve unos metros más alejada del paso para ciclistas manteniéndome precavida por si algún peatón se encontraba cerca.

-¡¡espérame!! -exclamó haciendo que me desconcentrara por algunos segundos

-¡Carrera hasta el lago! -aceleré aún más perdiéndole la pista

Algunas hojas me golpearon el rostro al pasar por debajo de un árbol con las ramas caídas, llegué al lago, me baje de la bicicleta y le esperé pacientemente. No tardó mucho en llegar, se veía exhausto, bajó de la bicicleta antes de entrar a la zona del lago.

-no es justo -se sentó en una de las bancas del parque -¡ahhh! -se paró de inmediato al sentir la nieve que comenzaba derretirse

-que tonto -carcajeé un rato, él solo se cruzó de brazos fingiendo estar enojado a la vez que intentaba parecer adorable

-vamos a dejar esto -señaló las bicicletas mostrando su desprecio por las mismas.

Caminamos en silencio a la estación en donde rentamos las bicicletas. Pequeños recuerdos de las imágenes frescas llegaron a mi mente provocando que unas repentinas ganas de reír aparecieran de nuevo en mi.

-¿De qué te ríes? -me preguntó al notar que reía discretamente

-¿Porqué no te pones tu suéter? -le dije entre risas apuntando al suéter de punto rojo que llevaba sujeto a la cadera
Sé quedó pensando durante un segundo, tratando de entender a lo que me refería.
Cuando al fin captó la indirecta se puso en cuclillas, tapando su cara avergonzado y sin poder evitarlo volví a reír.
Al llegar a Apgujeong ambos corrimos emocionados por rentar una bici, yo tuve la ventaja de poder elegir la mía pero en el caso de Jun, el chico encargado escogió por él dándole una de las bicicletas más altas. Al momento de subir, Jun no contempló la idea de que tendría que alzar mucho la pierna para poder sentarse en el asiento. Estiró su pierna izquierda llevándose la sorpresa de que su pantalón de jean ajustado no aguantaría tal flexibilidad que el pedía, el pantalón se rasgó por la parte de atrás dejándole como alternativa amarrar el único suéter que tenía para cubrir el hoyo de su pantalón.

-¡dijimos que no hablaríamos sobre eso!
-perdón pero no lo pude evitar

Dejamos las bicicletas en la estación cerca de la entrada del parque.

-¿Qué hacemos ahora?
-vamos por mi premio, un café mocha latte
-pero primero debo conseguir otro pantalón
-lo comprarás o...
-no, vamos a mi casa
-está lejos?
-mas o menos
-pues la cafetería está cruzando la calle
-vamos
Caminamos rumbo a la cafetería, realmente no me agradó mucho la idea de ir a su casa. ¿A caso eso estaba permitido?
Jun me había explicado que no podíamos salir mas seguido por seguridad, el era un trainee y por lo tanto tenía prohibido salir con alguna chica, obviamente el y yo salimos como amigos pero los rumores corrían muy rápido...

-siendo sincera, ir a tu casa es una mala idea
-no hay nadie, tranquila

-sigue siendo una pésima idea -di un pequeño sorbo al café, mientras me encogía de hombros

Jun no volvió a responder, caminamos en dirección al subterráneo, ambos en total silencio.
-mira!! -señalé una tienda pequeña de ropa -podemos comprar un jean aquí.
El, perezosamente caminó al andén, alejándose de la tienda, ignorándome por completo

-qué pasa -corrí hasta él para caminar a su ritmo

-nada - se giró entorno a la orilla del andén, evitando que le mirase
-se que te pasa algo o dime porqué no quieres comprar el jean? -lo tomé por el hombro, haciéndole retroceder por el impacto de mi mano en su hombro

-no tengo dinero -respondió sin emoción alguna
-eso no importa, yo lo pago!

Me miró como diciendo ¿en serio?
Yo asentí con la cabeza, pensé que lo mas indicado sería que yo pagase el pantalón pero al parecer eso le molestó y lo peor era que sabía la razón de su molestia.

-perdón, no quería parecer arrogante o súper creída, solo no quiero meterte en problemas

Me miró dándome una sonrisa de boca cerrada y se acercó a la orilla del andén al escuchar la indicación de que el tren estaba cerca.
-será rápido, no hay de que preocuparse
-esta bien

___

Subimos por un peldaño de escaleras forradas en cerámica blanca hasta llegar a un porche también blanco con dos macetas de girasoles puestas cada una al lado de la puerta.

-un minuto con treinta y seis segundos -le dije rápidamente antes de perder la cuenta

-¡¡no me apresures!! -presionó el botón para dar ingreso a la clave, recibiendo por quinta vez, un rechazo por parte de la puerta
-no te estoy presionando, solo quiero que sepas el tiempo en el que pudieron o pueden estar tomandonos una foto....-le expliqué mientras me tapaba la cara con mi cabello- ¿Como es que no te acuerdas de la contraseña de tu propio apartamento? -pregunté incrédula

-si lo recuerdo pero esta cosa está fallando últimamente

-dos minutos con cuarenta segundos, seguro las fotos ya están en naver... Tres minutos y diez segundos

-no seas paranoica, aún no hemos debutado, no veo el porqué preocuparse

-aun no debutamos pero tu ya has sido revelado, no eres alguien normal... Yo ni siquiera estoy en una agencia...

-la empresa no es tan relevante de todas formas

-y eso qué... Te está pasando algo grave, tu no dirías eso... Tres con cincuenta y ocho segundos

-ya.. Puedes entrar -por su prisa comparada a la mía, supe que era mas como una evasión al tema que realmente una muestra de preocupación acerca de tenerme a mi dentro de su apartamento a solas.

Caminé por un pequeño pasillo lleno de pares de zapatos con estilos muy diferentes, Jun me tendió un par de pantuflas una vez que me hube quitado los zapatos de charol negro que compré para la ocasión.

-sigueme -obedeciendole, fui detrás de el, me guió a una habitación pequeña con una cama individual y dos muebles a los costados de esta por la parte superior, las paredes eran blancas y no había mucho mas que apreciar excepto su armario modesto que constaba de solo un perchero con todas las prendas de ropa al aire. Dejé de recorrer la habitación con la mirada cuando vi su ropa interior doblada debajo del perchero, preferí concentrarme en uno de los muebles al lado de su cama.
Sonreí de manera inconsciente al ver el jarrón con las floresitas azules que le regalé el otro día.

-ya vengo -avisó cerrando la puerta detrás de el

Regresó luciendo un jean negro, le miré raro cuando se sentó junto a mi en la cama, muy junto.

Ignoré aquel hecho para preguntar -entonces no tiraste las flores?

-no -eso fue una respuesta corta y apagada, era obvio que algo le ocurría
Pero aun asi le pregunté -¿estás bien? -le miré preocupada
-no -los ojos se me inundaron en lágrimas al sentir su cabeza recargarse en mi hombro y escuchar sus sollozos intentando ser discretos sin tener algún éxito.

-Dancing In The Dark - #1 Jun// A.C.E [EDITANDO]Where stories live. Discover now