Parte 9

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Aquella sensación de estrés y nerviosismo que sentía cuando bailaba frente a un gran número de personas, estaba de nuevo en mi. Sentada en la acera fuera de una tienda que me negaba el acceso por falta de dinero, sostenía en la mano mi celular que no dejaba de vibrar por los mensajes que mi padre mandaba cada segundo preguntando la hora en la que regresaría, en donde estaba y que estaba haciendo. Me sentía de una forma en la que pocas veces me había sentido, tenía una adrenalina que no me hacía arrepentirme de lo que estaba haciendo y eso que no era algo tan malo, solo eran las dos de la mañana y yo seguía en Hongdae, justo en medio de la soledad y el frío junto al chico que me  gustaba. No. No era algo malo. 

Luego que el se fuera a practicar con sus amigos, caminé en dirección a la parada de autobuses, estaba decidida a irme y recibir el regaño de mi papa por llegar tarde pero recordé que jamás pude aclarar lo que había pasado con la supuesta cita, así que regrese al lugar donde me encontraba minutos antes, iba esperarlo, y no solo era el hecho de que tenia curiosidad de saber la razón por la que no fue a la cita si no que algo dentro de mi me decía que le esperara. Entonces aquello había sido una razón suficiente para sentarme de nuevo en la banca y esperar. No supe del momento exacto cuando quede completamente dormida hasta que abrí los ojos a causa de un suave golpeteo en mi hombro, un oficial de policía me dijo que no podía dormir en la banca y me dió una manta para cubrirme de los inesperados copos de nieve, me levanté y caminé hasta el edificio en el que me pareció ver entrar  a los amigos de Jun.

Una amable chica me atendió en la entrada de lo que parecía ser una academia de baile, pregunté por Jun y ella dijo que terminaría de practicar en una hora entonces le esperé en los sillones de la recepción.

No pasaron mas de treinta minutos cuando un grupo de chicos salió por un pasillo que daba directamente a la puerta principal de la recepción, justo en donde yo me encontraba. Eran Jun y sus amigos, discutían sobre alguien. En ese momento creí que no seria buena idea hablar con el mientras tuviera cosas mas importantes que hacer y en las que pensar de modo que intenté salir del lugar sin que nadie se diese cuenta de que alguna vez estuve ahí, como siempre todo iba bien hasta que había algo o alguien que se encargaba de arruinar mis planes, en este caso fue la chica amable que me ayudo en un principio. Con una fuerte exclamación, interrumpió la discusión y le dijo a Jun que yo lo había estado buscando y que ya estaba apunto de irme. Cada uno de los presentes en la sala voltearon de uno en uno hacía mi, Jun, al verme sus mejillas se encendieron tan intensamente que me hizo saber que no era un sonrojo como los que había visto  en el las pocas veces que habíamos hablado. Sus amigos le miraron de manera molesta y el con una actitud desafiante les dijo que se fueran.

Sus amigos se habían ido y nosotros estábamos sentados frente a una tienda que habría las veinticuatro horas, las calles estaban solas y repletas de nieve, estaba muriéndome del frío, habíamos hablado sobre la cita, hablamos sobre nuestros gustos e intereses hasta que solo quedó un silencio que al principio creí que seria incomodo pero fue todo lo contrario, solo nos dedicábamos a ver los copos caer frente y sobre nuestros cuerpos. De alguna u otra forma las llamadas  mi padre, mi pánico escénico y la escuela  no me preocupaban en lo absoluto. Pero lamentablemente nada de eso podía estar pasando. Me levanté provocando una ruptura en la acogedora atmósfera que habíamos logrado construir en tan solo treinta minutos que para mi habían sido segundos, el sin darse cuenta solo se levantó y esperó a que comenzara a caminar. no quise prestarle demasiada atención puesto que la realidad calló sobre mi tal y como si un balde de agua fría hubiese sido lanzado sobre mi aun sabiendo que tal vez estábamos a menos cuatro grados en ese momento, la verdad era que estaba arriesgando la confianza de mi papá, mi salud y mi tiempo en hablar con el chico que hasta hace poco  sabia de su existencia. Sumida en mis pensamientos caminaba en dirección a la parada de autobuses fingiendo que eran apenas las seis de la tarde y que me formaría en una larga fila de personas que esperaban el siguiente autobús.

-mmm Jun... yo me iré a casa en el siguiente bus

Podría ser que en realidad no me escuchó por estar dentro de sus pensamientos o tal vez si me escuchó y esta pensando en lo loca que estoy al decir eso... Acomodé la manta mejor sobre mi de modo que podía cubrirme un poco mas del frío y miré a Jun que seguía con la mirada perdida en el asfalto de la calle sus manos estaban cerradas en puños casi blancos a causa de la fuerza que ponia en ellos al cerrarlos, su labio inferior temblaba y una lágrima había resbalado por su mejilla izquierda.

-¿Jun? - levantó la mirada en dirección a mi y me miro directamente a los ojos, comencé a acercarme de manera lenta, teniendo cuidado con lo que pudiera hacer o decir, como si se tratase de un niño pequeño.

Al tener una distancia escasa entre nosotros, sus acciones se apresuraron a las mías y me vi envuelta en un fuerte abrazo que jamás podré olvidar.

Sus sollozos eran amortiguados por mi hombro mientras que sobaba su espalda a modo de consuelo, las increíbles ganas de querer llorar con el, eran demasiado fuertes puesto que por alguna razón, verle llorar, me causaba un dolor inexplicable que palpitaba en mi pecho.

-Dancing In The Dark - #1 Jun// A.C.E [EDITANDO]Where stories live. Discover now