parte 4

209 27 5
                                        

Pase mi mano por la frente tratando de quitar cualquier rastro de sudor. Había pasado ya una semana luego de aquel pequeño accidente con mi tobillo, estaba mejorando considerablemente, mi forma de caminar había dejado de ser graciosa para Sukko y cualquier niño que me viera por la calle, era cierto que todavía me dolía pero al menos podía bailar como normalmente lo hacía.

Estaba preparándome para los nuevos covers que grabaría para el especial de navidad que tenía planeado. Con Sukko habíamos acordado ponernos vestidos rojos con cinturones negros, botas puntiagudas verdes y sombreros verdes también, simbolizando ser duendes ayudantes de Santa Claus, iríamos a Hongdae, bailaríamos algunas canciones y daríamos dulces a los niños, es por eso que ahora me encontraba en el metro camino a la plaza del centro de Hongdae, donde nos veríamos.

-llegas tarde -le dije a Sukko cuando a paso rápido se acercaba a mi mientras señalaba el reloj que había en mi muñeca

-lo se, es que mamá me obligo a cambiarme el vestido, dijo que si salía así, me iba a enfermar -

-entonces ve a cambiarte, pronto encenderán las luces -señale los focos que comenzaban distinguirse entre las ramas de algunos arboles

Me senté en los mismos escalones de la otra vez a esperar a Sukko. Estos últimos días me había sentido más cansada de lo normal y no tenía tantas ganas de bailar, mi madre me había dicho que quizás era porque mi destino no estaba en el arte y tal vez debería intentar hacer otra cosa, pero meditando la situación, me hice una pregunta ¿si el arte no era mi destino entonces cual era?

Sus palabras perduraron en mi mente durante varios días haciéndome creer que podría ser cierto, pues a partir del momento en que comencé a bailar en público, la situación, poco a poco se iba poniendo mas tediosa, antes me era muy difícil sentirme cansada de algo me apasionaba mucho -y eso que empecé a bailar desde que era muy pequeña- pero ahora al tratar de vencer uno de mis mas grandes miedos, aquello que el baile me hacia sentir estaba disipándose, ya no lo sentía mas.

Al darme cuenta de lo que había descubierto, tape mi cara con ambas manos.

"no puede ser cierto, no puede ser cierto, no puede ser cierto....." me repetí una y otra vez

"seguro es uno de los planes de mamá "

-Jeonsann ¿estas bien? -pregunto Sukko sentándose a mi lado

-si ¿vamos?- señale el lugar escogido para bailar

A comparación de otras ocasiones, esta vez tuvimos que repetir las coreografías más veces de las que acostumbrábamos y el tiempo pasaba demasiado lento, haciendo que una canción de tres o cuatro minutos, se convirtiera en una de diez. Sukko se desesperó mas rápido de lo que tenía contemplado, cuando llevábamos más de cinco veces bailando la misma canción, se alejó bastante enojada y no regresó hasta después de treinta minutos pero aun así dejó de hablarme como normalmente lo hacia y no la culpaba; me comportaba de una forma grosera la mayoría del tiempo y ella no se enojaba o mostraba indiferencia ante eso pero esta vez, mi actitud fue la gota que derramo el vaso pues el tiempo que pasamos intentando gravar un cover, yo no dejaba de quejarme o parar de bailar justo cuando todo iba bien.

-Jeonsann, tengo que irme- sin dejarme contestar camino lejos de mi hasta perderse entre la gente

No podía negar que si me dolió el hecho de que se comportara de la misma manera en la que yo lo hacia pero mi orgullo era mas fuerte que la tentación de ir tras ella y pedirle disculpas.

"pronto se le pasara" pensé

De nuevo me senté en los escalones -como era costumbre- y me puse a mirar los arboles iluminados con luces navideñas. A decir verdad, la navidad era lo que mas esperaba durante todo el año pero ahora no quería que llegase por la simple razón de que los meses pasarían demasiado rápido y yo aun no había dado el paso más importante para cumplir mi sueño.

Nuevamente me encontraba tapándome el rostro con las manos repitiéndome que no podía ser cierto, cuando las ideas que mi madre me había metido, otra vez invadían mi mente.

"es imposible. Yo naci para esto"

Una sensación extraña comenzó a propagarse en mí, era algo parecido a lo que sentía cuando bailaba en público pero había algo más en ella que no había vuelto a sentir desde aquella noche en que tuve un ataque de pánico luego de mucho tiempo... alguien estaba mirándome.

Levante la mirada en busca de la persona que me provocaba aquel sentimiento. Era el. El chico que acostumbra huir en los momentos más incómodos.

Tardó mucho en darse cuenta de que lo estaba mirando pero cuando lo hizo, intento disimular aunque fracaso completamente pues yo ya estaba haciendo señas para que se acercara.

-¡ven! -le llamé y el se señalo a si mismo, incrédulo

-¡si, tu!-

Una vez que hubo llegado, se sentó a mi lado, abrió la boca para decir algo pero se arrepintió y mejor guardó silencio.

-¿te gusto? -le dije mirándolo seriamente, haciendo el mayor esfuerzo para no reír ante su expresión

-¿tu....a-a mi?- se quedo pensando un largo rato, la pregunta lo tomo por sorpresa

Estaba tardando mucho así que volví a hablar

-tranquilo es broma -volví mi atención a los arboles

-ah...-suspiro aliviado -aunque... si me gustas

-¿que? -me giré hacia el a causa de su confesión

-tranquila, es broma -se queda bastante serio antes de estallar en carcajadas

Le mire con cara de pocos amigos para luego darle un ligero golpe en el brazo

-¿también bailas aquí? -desvié la mirada y me concentre en un par de niños que lloraban mientras jalaban de la mano a sus padres

-si -su rostro pasó de ser alegre a uno mas serio

Por alguna razón su humor había cambiado justo después de haber preguntado eso

-yo también -conteste solo para llenar el vacio que se había instalado, la situación estaba tornándose incomoda

-¿ya puedes bailar?

-si aunque aun me duele un poco, cuando apoyo el pie durante mucho tiempo -dije antes de bajar el cierre de la bota para mostrarle la tobillera que me había dado el doctor

-en verdad, lo siento...yo...- se quedo pensando -¡espera! -se levanto con una rapidez impresionante y de nuevo se fue corriendo.

Conforme el tiempo avanzaba, las esperanzas de que el regresara eran cada vez menos. Segura de que el no regresaría, comencé a caminar en dirección al metro, quería llegar a casa para comer lo que no había comido en todo el día.

-¡alto! -me tomó por el brazo -para ti -sonrió extendiendo hacia mi una bolsa de papel -todavía me siento mal por lo que ocurrió, espero que te guste...

-Dancing In The Dark - #1 Jun// A.C.E [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora