-Dancing In The Dark - #1 Jun// A.C.E [EDITANDO]

parte 13

Sí pudiese describir con solo una palabra la forma en la que me estaba sintiendo, diría que esa palabra es "decepción". Estaba decepcionada de mi misma, pues había mentido solo por tratar de esconder algo que era realmente ridículo, por evitar sentirme mal a causa de los pensamientos que las personas pudiesen tener sobre mi. A fin de cuentas terminé sintiéndome mal sin importar mis acciones, el resultado fue el mismo con la diferencia de que lastimé a varias personas.
Lastimé a Dak-ho, Shira y creo que a Jun -quien me dolió más-

Luego del beso nadie se atrevió a hablar sobre el tema, Shira se fue de allí bastante enojada aunque luego supe que lloró durante todo el camino hasta su casa.
No volví a ver a Jun en lo que quedaba de la tarde y en cuanto Dak-ho, él no mostró algún síntoma de dolor sin embargo sé que hubo algo que lo estaba poniendo incómodo debido a que constantemente se equivocaba en los pasos -lo cual nunca pasa- tenía la mirada perdida y sus palabras cada vez se hacían menos, lo más lógico era que el beso le estaba afectando.
La mayoría de las veces, los problemas en los que me solía meter solo me afectaban a mi pero ésta vez habían personas que apreciaba de alguna u otra forma, así que de camino a casa, decidí que diría la verdad y me disculparía con todos sobre lo que hice y aceptaría las consecuencias incluso sí una de ellas se tratase de abandonar el proyecto.
Por eso idee un nuevo plan; citaría a todos los chicos en algún lugar, les contaría la verdad y luego me iría de ahí aceptando todo lo que me dijeran
y continuaría con mi objetivo a solas aún cuando fuera más difícil.
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Llegando a Hongdae, el plan comenzaba marchar justo como lo imaginé; los chicos me esperaban fuera de la estación de metro. Todos caminamos hacia el restaurante que Lynn propuso, según ella es el mejor de todo Seúl, solo esperaba que lo fuera, lo último que quería era tener que lidiar con meseros incómodos, espacios pequeños o comidas demasiado condimentadas. Si , tenía varias experiencias en todo tipo de restaurantes.
Entramos al recinto llevándonos la sorpresa de que sería imposible sentarnos todos juntos en una sola mesa, así que juntamos dos y esperamos a que nos dieran nuestra orden, mientras tanto me dispuse a observar fijamente las miradas que se lanzaban el uno al otro...simplemente  perturbador. ¿A caso se habían puesto de acuerdo para aprender algún lenguaje de miradas?. Sukko miraba a Lynn una sola vez y esta le pasaba la sal mientras que Jimmy miraba a Sukko y ella le daba una servilleta.
—¿qué se supone que significa eso? —dije por lo bajo
—no lo sé, supongo que se comunican en clave —respondió Dak-ho viendo fijamente a los chicos del grupo.
—desde cuando? —nunca había visto que hicieran algo como eso
—al parecer, desde hoy — dijo con un tono seco —creo que deberías comenzar

Me paré e hice algunas señas para llamar la atención de todos en la mesa.
—bien, iré al grano estamos aquí para sincerarnos unos con otros y sentirnos libres de culpa — alisé la tela de mi falda aprovechando  para quitar algún rastro de sudor en mis manos —comenzaré yo

"Solo son trece pares de ojos, no hay porqué ponerse nerviosa..."

—seguro ya imaginarán qué es lo que confesaré ésta tarde.. Solo, antes de decirlo, quiero que no se abstengan de hacerme saber lo que piensan — "tonta, te pondrás a llorar..."  —dije que Dak-ho y yo somos novios pero lo cierto es que mentí sobre eso porque no quería que les dijera que mis padres me castigaron y no me dejarán audicionar este año así que preferí caer bajo para que no supieran que había caído aún más bajo. Sé que yo fui quien dijo que no podíamos tener distracciones como el amor o hacer algo que perjudicara nuestro progreso y en verdad lo siento. Ahora pueden decir lo que quieran —me senté de nuevo y mantuve mi atención a las palmas de mis manos, las marcas rojas se intensificaron luego de presionar mis uñas contra éstas.. Aveces reprimía ciertas emociones de esa forma.

—¿alguien dirá algo? —preguntó Dak-ho ante el silencio creado luego de mi vergonzosa confesión. Todos tenían sus miradas fijas en algún punto de la mesa —yo diré que sin importar cuán arrepentida puedas estar, violaste dos de las normas más importantes del grupo... creo que deberíamos sacarte...

—¡no podemos! —exclamó Sukko

—¿porqué? —soltó Dak-ho —es lo que debemos hacer, ella se lo buscó

—tu le seguiste la corriente aun sabiendo que no era correcto, también deberíamos sacarte —en ese momento no supe el porqué pero no quería que me defendiesen, al fin podía saber de qué se trataba aquél dolor que tiempo atrás me parecía lejano, quería esforzarme más, sabía que podía hacerlo mejor.

Sabía que desde el primer instante en el que pisamos el restaurante, la tensión no permitiría que nos diéramos el lujo de hablar libremente como cualquier otro día, todos y cada uno de los presentes guardaron la calma incluso después de lo que dije pero las palabras de Sukko, desataron una de las discusiones mas fuertes que habíamos tenido como grupo hasta ese momento.

Los minutos pasaron y nadie se atrevía a dar una solución justa para el problema que estábamos enfrentando. Sabía que me estaba comportando como una cobarde pero que se suponía que debía hacer. Si, debía enfrentar las consecuencias así que me levanté y por segunda vez en el día fui el centro de atención, el fin del plan estaba cerca, no podía permitir que todo se estropeara de un segundo a otro

—me iré del proyecto, lo correcto es asumir las consecuencias como se debe... Sé que no estoy en la mejor posición para opinar pero creo que no deberían sacar a Dak-ho aún así ustedes tienen la última palabra —sin más que decir llegué al mostrador y pagué la cuenta de todo lo que pidieron.

El siguiente paso para poder terminar con lo planeado, se trataba de encontrar a Jun y aclarar la situación, debía disculparme con el por mentir y por darle motivos para pensar algo equivocado. Durante toda la noche estuve pensando sobre lo que había ocurrido desde el día en que nos vimos por primera vez, llegué a la conclusión de que en realidad Jun no me gustaba, yo había entendido las cosas de una forma distinta y no es como que hubiesen varias cosas por entender, tampoco es como si fuésemos amigos y de ser así el vendría siendo el primer amigo que tenía -sin contar a Dak-ho, claro (el no merece ser calificado con la palabra amigo)- pero a lo quiero llegar es a que yo le di a entender que me gustaba porque yo creí que realmente era así, apenas nos conocíamos, tal vez ambos vivimos cosas que para cada uno eran íntimas lo cual indicaba que "nos volvimos más cercanos" pero lo cierto era que la única que creía eso fui yo.

La academia de Jun no era tan grande como a la que solía ir cuando era más pequeña pero se notaba la profesionalidad que muchas no tenían, las indicaciones  que la recepcionista me dio fueron de gran ayuda para poder caminar por sus enredados pasillos sin perderme. Di un suspiro antes de tocar la puerta negra que tenía frente a mi, mientras esperaba que alguien abriera volví a mirar el número de la sala, tal vez me había equivocado.

—¿Puedo hablar con Jun? Por favor —la voz comenzó a temblarme al recordar el momento embarazoso que pasé frente al chico pelinegro que abrió la puerta del salón de prácticas
—si —mas que parecerme una respuesta seca, el tono que dio al monosílabo de dos letras, me hizo creer que dudaba, como si estuviese pidiendo permiso para dar aquella respuesta.

—¿Si? —Jun me miraba con cierta timidez que solía mostrar muy a menudo, sus mejillas estaban sonrosadas, sus dedos se entrelazaban mientras que mantenía sus pies juntos y su mirada no dejaba de pasar de mi al suelo, sin embargo no podía permitir que su ternura me hiciese pensar cosas equivocadas, así que no presté demasiada atención a su lenguaje corporal
—perdón por hacerte creer no tenía novio y por dar a entender que me gustabas. Como dije en la cafetería, el amor es una perdida de tiempo, espero que  esto no interfiera en nuestra amistad...

"No lo mires, no lo mires..."

No planeaba mirar su rostro pero las reacciones de algunos chicos en la sala, me hicieron incrementar mi curiosidad ¿Dije algo mal?.

Jun había dejado de entrelazar sus dedos, mantuvo sus manos cerradas en puños y sus mejillas se encontraban aún más rojas, no se atrevió a mirarme...