Sex time - Stress R-18

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Mi respiración se aceleró cuando sus labios bajaron lentamente por cada parte de mi piel. Sus labios marcaban ocasionalmente el lugar por el cual pasaban. Su aliento chocaba contra mis poros y me estremecía. Pronto llegó al lugar que había deseado. Mordí mi labio para ahogar un gemido, en tanto, cerré los ojos y mi cabeza fue lanzada hacia atrás. Recargué los codos en la cama, permaneciendo en cierta inclinación para ver sus acciones. La tenue luz de la habitación permitía que las sombras de su piel se notaran.

Su mano derecha me obligó a caer sobre la cama, para pegar sus labios a los míos. Su pasión no se contendría tan rápido. Mientras mi cabeza permanecía en el lado izquierdo, la suya se inclinaba al derecho, poco a poco intensificando el beso. Mis manos subieron a su cabello, caminando por su cuello y espalda desnudos. Halé ligeramente su cabello cuando su lengua hizo contacto con la mía, dejando salir un jadeo en el proceso.

Me soltó a falta de aire y yo no disimulé mi agitada respiración. Acarició mi mejilla con los nudillos, sonriendo. Había prometido hacer algo para relajarme. Pero nunca pensé que se refería a eso. Apegué mi rostro a su tacto y pestañeé, enfocando mis ojos a su silueta. Volvió a bajar mientras abría mis piernas en el proceso.

-Ya sabes que debes dejarte llevar...

-Está bien –asentí pasando saliva. A cada lado de mi cuerpo estaban mis piernas, lo suficientemente abiertas para su deleite. Esta no era la primera vez que lo hacía.

Acarició suavemente, apenas un poco mis muslos. Volví a pasar saliva e inhalar. Finalmente, sus labios conectaron con mis labios mayores. Arqueé la espalda ligeramente, sintiendo las iteraciones que hacía con la boca. Su lengua viajaba de arriba hacia abajo y viceversa. No contento con eso, solía hacer pequeñas succiones después de lamer unos segundos. Sus grandes manos retenían los movimientos que mis piernas querían hacer.

Jadeé de manera audible, dejando que siguiera con la atención que me daba. Apreté la sábana que cubría la cama. Mis ojos se mantenían cerrados por pequeños lapsos para abrirse y encontrarse con su figura y los sonidos de sus labios jugando con mi piel. Gemí su nombre al sentir que metía su lengua sin mucho esfuerzo:

-Ah~... Tatsuhisa...

-Hmm...

-Ngh... Haah~ -jadeé con fuerza al sentir suaves penetraciones que hacía con aquel músculo.

Mis caderas hacían sincronización con sus movimientos. Coloqué el dorso de mi brazo izquierdo sobre mis ojos. Podía imaginar el movimiento de su cabeza entre mis piernas. Mis ojos viraban de puro placer. Se movía tan rápido cuando quería, y después volvía a hacerlo lento. Joder... Sus manos dejaron de apretar mis muslos para entrar al juego. Sentí el ligero movimiento y cambio de posición de ambas palmas. La aspereza cálida de una de ellas acarició mi pelvis, mientras sus labios volvían a jugar con mi clítoris. Ocasionalmente decía mi nombre o bien, jadeaba un poco. Sus respiraciones se apegaban a los poros de mi piel.

Sentí el momento en que introdujo dos dedos dentro de mis labios menores. El largo de ambos me dejaba adivinar de cuáles se trataba. El medio me acariciaba por dentro, buscando dónde darme mayor placer. Mis labios se entreabrieron ante ese movimiento. El anular no tardó en unirse y un susurro en mi oído izquierdo me sobresaltó.

Su voz me decía que no hablara, con un suave shhh. Jadeé y abrí mis ojos, chocando con su mirada al instante. Un tercer dedo me hizo gemir alto, en tanto él se escondió en el lado izquierdo de mi cuello, besando y mordiendo suavemente. Mis caderas se comenzaron a mover sin permiso. Gimió ligeramente cuando enterré las uñas en su espalda.

Se apartó nuevamente y regresó a su posición frente a mi sexo. Gruñí cuando sus carnosos labios se unieron al juego que sus dedos habían empezado. Mis gemidos comenzaron a ser más audibles, mezclándose con el sonido acuoso que el choque de su mano contra mí formaba. Arqueé la espalda otra vez, extasiada de sus gloriosos movimientos. Su sensual voz retumbó en la habitación.

-Hazlo, vente.

-Mmh...

-Puedo sentirlo, comienza a ser... -lamió mi clítoris y yo apreté mis músculos en respuesta, tanto pélvicos como los de mis piernas-. Un poco estrecho...

-C-Calla... Agh...

Retiró sus dedos de mí y su lengua reemplazó el trabajo. Casi di un grito ante el súbito cambio. Succionó mis labios menores, dejando que se escuchara el sonido que producía. Pequeños ronroneos se escuchaban de su parte también. Abría espacio ligeramente con su mano, mojando mi ingle con los dedos que había usado. Con la mano era libre, la derecha, dilató mi entrada vaginal por tercera vez.

-Hmn... Hazlo ya... Para mí –mi mano derecha viajó a su cabello. Mis jadeos se hicieron incontrolables y mi única manera de sentir que no explotaría pronto era halar de su suave cabello. Gruñó un poco pero no se detuvo-. Vamos...

-T-Tatsuhisa... Ngh... -se hizo imposible contenerse. Jadeé de manera irregular al sentir cómo lentamente subía el calor del orgasmo. Abrí los ojos y lo miré mientras se retiraba de mí con una sonrisa. Volví a recostarme, sintiendo que un líquido salía. Nunca antes me había sucedido eso, pero se sentía asombroso.

-Oh, es la primera vez que hago que tengas un orgasmo de este tipo –su voz sonaba coqueta y orgullosa de sí.

Se levantó y el crujir de la cama me indicó que estaba sobre mí. Me negaba a verlo y me abrazó, cubriendo con su cuerpo mi desnudez. Besó mi cabeza ante mi silencio, adormilándome rápidamente.

Imagina que (Tatsuhisa Suzuki ver.) (One-shots random)Όπου ζουν οι ιστορίες. Ανακάλυψε τώρα