Capítulo 48: ¿Y si te dijera que...?

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Mientras papá conducía al colegio, lo único que pasaba por mi mente, era el hecho de que no sabría qué hacer durante las clases del profesor Jones. Desde que Matthew me habló sobre él, las cosas en mi perspectiva han cambiado, y a pesar de no tener ni una sola prueba de que David tenga algo de maldad, ya no puedo verlo de la misma forma, ni con la misma confianza.

Tal vez la mejor opción sea alejarme de él. No pierdo nada haciéndolo, sólo por precaución.

Tampoco tengo idea de si debería comentarle algo al respecto a mi padre. Él podría ser de mucha ayuda, pero temo a que pueda actuar de alguna forma y las cosas terminen siendo un show entero. 
Aunque honestamente, me sentiría más que protegida si él lo supiera.

— ¿Pasa algo, amor?— escuché la voz de papá llamándome.

Lo observé rápido, y fue hasta entonces que me dí cuenta que ya estábamos en el colegio, e incluso mi hermano ya se había ido, sólo quedaba yo con papá.

Sí, es un hecho que me sentiría más protegida con papá cuidando de mí. Pero también, en caso de que se lo contara y al final nada fuera cierto, estaría echándole una carga grave encima a Jones.

Eso me avergonzaría bastante.

— Oh no, nada— respondí. Al instante tuve que pensar en alguna otra cosa. — Hablé con Matthew. Él también quiere hablar contigo.—

— ¿Sería incómodo para ti citarlo en nuestra casa?— me preguntó, más que una consulta, parecía un aviso.

— Sí lo sería, pero de cualquier manera lo harás, así que se lo diré— rodé mis ojos, y por último, después de ver cómo sonreía, me estiré a dejar un beso en su mejilla, para finalmente bajar de la camioneta y adentrarme en el colegio, en busca de mi mejor amigo.

Mis ojos lo buscaban y lo buscaban, hasta que fue fácil encontrarlo, pues rápido identifiqué aquel cabello rojo, y a su lado, estaba el castaño.

Claro, tenía que estar siempre con Froy.

Me encaminé rápido hasta ahí, pero a medio camino, me detuve al ver que no era la única acercándome a ellos. Uno de los chicos del equipo de lacrosse, Rick, estaba apareciendo ahí. Lo extraño fue cuando ví que no iba solo, iba con el idiota de Marco Stanley.

¿Por qué estaba con él?
Se supone que Rick es uno de los amigos de Froy, es ilógico que esté junto a aquel chico que le ha provocado tantos problemas a mi hermano.

Ví a Marco tomar asiento sobre la mesa, justo en donde se encontraba sentado mi mejor amigo, y pasó un brazo por su cuello. Estoy segura que eso es para molestarlo.

Mientras que Rick se puso al lado de mi hermano, haciendo lo mismo. Parecían estar hablando, y después dió una palmada en el abdomen de Froy. Justo donde le he visto aquel moretón.

Ví a mi hermano cerrar sus ojos, mientras que el ambiente empezaba a ponerse tenso.

Y para cuando me dí cuenta, Froy empujó del pecho al que creí su amigo, quien le respondió de la misma forma.

Oh no no no.

— ¡Froy!— alcé la voz y apresuré mi paso acercándome a ellos, esquivando a todos los demás estudiantes en el patio.
Aquellos mismos que al notar lo que sucedía, empezaban a hacer ruidos y a acercarse, incitándolos a pelear.

— ¿Te da miedo que lo grite, mariquita?— escuché a Rick, al mismo instante en que le soltó el primer puñetazo a mi hermano.

— ¿Qué te pasa idiota?— intervine poniéndome enfrente del imbécil de uno ochenta que de inteligencia no tiene nada.

La Ciencia de tu AmorWhere stories live. Discover now