Capítulo 17: ¡Todo un lío!

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• POV: SAMANTHE •

— ¿En serio, Sam? ¿no piensas hablarme?— dije con fastidio, mirándole mal.

— Dije que guardaras silencio y te quedaras ahí— ordenó en seriedad, mientras mantenía su cuerpo recargado en la barra, con los brazos cruzados y una mano en su barbilla, analizándome.

— Escucha, ni papá sería capaz de hacer esto. Tengo diecisiete años, y tengo un novio. Por si no lo sabías, es común que puedas besar a tu novio cuando ambos lo deseen.— le expliqué bromeando, dándole vuelta a mi silla.

— Sién- ta- te— me indicó mirándome con molestia.

Por dios, creí que estábamos jugando, pero ya veo que no.

¿En realidad está molesto? por dios.

Estuve intentando llevarme todo el ambiente tenso de broma, porque en serio me estoy muriendo internamente de los nervios.

¿Y si alcanzó a ver a Matt?.
¿Y si ya sabe que se trata de mi profesor?.
¿Y si está pensando en cómo atraparnos?.

Después de unos segundos en silencio, él pasó ambas manos por su cara, despejándose.

— ¿En serio estás haciendo todo un drama porque conseguí un novio?— pregunté fingiendo tranquilidad, cruzándome de brazos.

— No me llames dramático, niña. Los he soltado un día y ambos ya están metidos en problemas. Froy en uno, y tú en otro. Qué maravilla.

— Lo mío no es un problema, Samuel, es mi novio.

— ¡Es lo mismo!— exclamó desesperado. — Te voy a preguntar, y en serio Samanthe, espero que me respondas con la verdad en todo momento—.

— ¿Qué es esto? ¿un juicio?. Tengo derecho a un abogado.— me defendí, negándome a darle respuestas.

— No estoy jugando, señorita— gruñó.

— Yo tampoco. Conozco bien mis derechos, oficial, y usted está irrumpiendo en mi privacidad.

— Quiero que me digas cuál es su nombre— anunció, mirándome fijamente a la cara, acercándose a poner su trasero sobre la mesa a mi lado.

— Pues sigue queriendo— evadí su pregunta, causándome gracia sólo a mí, porque él ni se inmutó. Así que tuve que responderle, después de rodar mis ojos aburrida. — ¡Eso no importa!—.

— Okay. De acuerdo. Está bien, Samanthe, ya no voy a insistir, pero espero puedas tener respuestas para tu padre. Creí que había mucha confianza entre nosotros, pero gracias por aclararme que no.—

Ay por el amor de dios.

¡Más dramático no puede ser este hombre!.

Momento... ¿mencionó a mi padre?.

Samuel iba a marcharse, pero tuve que detenerlo lo más pronto posible.

— ¡Sam!, Sam. Espera, no se lo digas a papá, por favor.— pedí, tomando su mano sobre la mesa.

Él suspiró volviendo a sentarse, y me miró analítico nuevamente.

— Entonces responde lo que te pregunto.

— Está bien, ya, ¿qué quieres saber?— dije, poniendo mis manos sobre la mesa, y reacomodándome en mi lugar, preparada para responder sin sonar a que estoy mintiendo.

— Su nombre.

— Thomas. Su nombre es Thomas.

— Thomas qué, Samanthe.

La Ciencia de tu AmorDove le storie prendono vita. Scoprilo ora