Crónicas de un Pegaso (Inazuma Eleven)

Capítulo 37

37 ¿Que tu padre es qué?

Las marcas empezaron a aparecer en una de las enormes pantallas del estadio. Y todos los espectadores se levantaron de sus asientos aclamando a sus equipos.

Carril 1: Royal Academy Segundo

Carril 2: Prepa. Sakurami Terceros

Carril 3: Prepa. Uminami

Cuartos

Carril 4: Raimon Primeros

Todos los integrantes del equipo se abrazaron dandose golpes en la espalada y el entrenador lloraba por esta magnifica victoria.

Silvia no pudo reprimirse y empezó a correr por la orilla de la piscina hasta llegar al carril donde se encontraba Kaito.

- ¡Kaito! ¡Has ganado! ¡Felicidades!- le dijo tendiendole una mano para que él pudiera subir.

- ¡Sí!- gritó tirando con fuerza de la mano de la chica que, por el subito tirón, cayó directamente al agua recogida por los brazos del nadador.

- Kaito...- dijo ella saliendo a la superfície para coger aire. El chico le miró feliz- Eres un tramposo, es la segunda vez que me haces esto, tonto- dijo depositando un cálido beso en la mojada mejilla del chico. Este se sonrojó levemente.

- ¡Vamos chaval, sal ya de la piscina!- le dijo su capitán ofreciendole su mano también.

- ¡Capitán tu también!- dijeron los dos componentes del equipo empujando por detrás al capitán que cayó a la piscina sin poder evitarlo.

- ¡Vosotros malditos!- gritó el capitán viendo como los otros dos se tiraban encima suyo y le salpicaban.

- ¡¡Señor Hosho por favor!! ¡¡Unas palabras!!- los periodistas entraron al recinto de la piscina. Todos los nadadores salieron de la piscina.

Lo bueno fue que ,Silvia, a pesar de la ola de microfonos y cámaras, no se separó de Kaito, bueno, más bien el chico no lo permitió ya que no la soltó. Una vez los boligrafos habian sacado fuego y las baterias de los microfonos estaban al límite los periodistas se fueron y, el equipo pasó a buscar sus medallas y la copa.

Y luego, al vestuario.

Silvia esperaba fuera del vestuario toda mojada. Una chica con el pelo moreno se le acercó sonriente.

- Hola- le saludó.

- Hola- respondió Silvia levantando la cabeza.

- ¿Que haces aqui?- le preguntó la chica sentandose a su lado.

- Espero a que salga Hosho- le respondió.

- ¿Toda mojada?- rió la chica.

- Me he caído a la piscina y no tengo ropa para cambiarme- le respondió avergonzada.

- Yo si quieres te puedo dejar un bikini mío- le ofreció.

- No se si me irá...- Silvia se sentía avergonzada.

- Vamos al vestuario, allí te podrás cambiar- le levantó de la silla con energía.

- ¡P-pero oye! ¡Que los chicos se están cambiando!- gritó Silvia.

- Bah, no te preocupes, estan acostumbrados- sonrió la chica.

Entraron al vestuario y Silvia se colocó detrás.

- ¡¡Chicos cuidado que voy!!- gritó la chica.

- ¡¡Adelante!!- gritaron todos.

La chica y Silvia pasaron por delante y se colocaron en un rincón donde las vistas no llegaban y estaba apartado.