Capítulo 30

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30 Sucesos

La peliverde y el castaño siguieron a su amigo peliazul hasta el final de las escaleras, que daba a una amplio campo de fútbol.

  - ¿Que recuerdos no?- preguntó en voz alta la peliverde. El peliazul asintió levemente y sonrió.

  - Hacía mucho que no venía, recuerdo que nos pasabamos tardes enteras aqui jugando- dijo Bobby. Erik sonrió.

  - Tienes razón, yo también lo recuerdo- dijo el castaño.

  - ¿Jugamos?- saltó el peliazul mirando a su amigo, el cual no opuso restencia.

  - Ya se que habeis mejorado mucho en estos años pero... ¿Puedo jugar también?- preguntó la peliverde mirando al suelo.

Los dos amigos sonrieron y asintieron.

  - ¡Por supuesto tonta!- le dijeron cogiendole de las manos y abanzando hacia el campo. 

Silvia se quitó la chaqueta negra y dejó su bolsa a un lado. Bobby y Erik encontraron un balón en unos arbustos.

  - Parece que no esta pinchado, podremos jugar- dijo el castaño. 

Como eran tres personas, decicieron que uno se pondría de defensa y los otros intentarían marcar.

Primero fueron Bobby y Silvia.

  - ¿Bien?- preguntó el peliazul

  - Lista- asintió ajustandose las dos coletas de su pelo y subiendose las medias. 

Ambos abanzaron hacia el castaño. Bobby se la pasó a Silvia, que recibió el pase, luego este abanzó y la chica se la pasó. El castaño interceptó el pase con el balón en su posesión.

El otro 'equipo' se giró y corrió hacia el castaño.

  - Silvia tu ve por allí- dijo el peliazul ella asintió.

El castaño logró marcar un gol.

Se pasaron así toda la tarde y canviando de equipos.

Ahora iban Erik y Silvia contra Bobby.

  - Esto si que es un clasico, como en los viejos tiempos- dijo Bobby. 

Los otros dos sonrieron.

Erik sacó con el balón en su posesión y luego se la pasó a Silvia, logrando superar a Bobby y esta se la pasó a el castaño nuevamente, y este a ella. No calculó bien las distancias y el balón se pasó del pie de la chica.

  - Perdona- dijo ella rascandose las cabeza avergonzada del pesimo error que habia cometido.

  - No pasa nada- sonrió el castaño. 

Ahora habian decidio que ambos chicos formarían un equipo.

  - ¿Estas segura?- preguntó el castaño

  - Claro, así tambien jugais vosotros juntos- sonrió ella 

Los chicos sacaron y Silvia avanzó hacia el castaño que le pasó la pelota al peliazul. En un abrir y cerrar de ojos Silvia le habia conseguido sacar la pelota al peliazul y corría hacia la otra portería.

  - ¡Eso no se vale chicos!- gritaba- ¡No estais jugando con todo!- se quejaba, los dos chicos se miraron y sonrieron. 

Ella tenía razón.

Entonces, Silvia pisó la pelota y se tropezó cayendo al suelo de cara con todo el vestido levantado.

  - Argg...- susurró mientras apartaba la cara del suelo con algo de arena.

Entonces se grió y vió las dos miradas de los chicos fijas en su falda. Entonces se dió cuenta.

  - ¡¡Aah!!- gritó- ¡Parad!- se pusó de pie inmediatamente colocandose bien el vestido. Las miradas de los chicos no se movían.

  - ¡Vamos chicos!- dijo- Será que no me habeis visto con menos ropa...- recordó.  

Entonces los dos chicos reaccionaron.

  - ¡No me volvais a mirar la falda! Eso no se hace- dijo exageradamente seria- Además- iba a continuar hablando cuando una pequeña risa se le escapó- Lo siento...- reía- No me puedo enfadar con vosotros- sonrió y abrazó a los dos chicos.

Los dos chicos, sorprendidos, correspondieron al abrazo. Ella tenía razón, no se podían enfadar, al fin y al cabo eran mejores amigos.

  - ¡Ah Erik, tengo algo para ti!- dijo la chica corriendo en dirección a su bolsa.

  - ¿Que es?- preguntó el castaño

  - Toma- le etregó. 

Era un sobre blanco con los rebordes dorados dibujados a mano, se cerraba con una pegatina redonda dorada también y en la parte delantera ponía 'Erik Eagle' con una letra bonita y fina.

  - De aquí unas semanas es el cumpleaños de Hikaru, y queremos hacerle una fiesta con todos los jugadores. Dentro esta todo. Nos hemos repartido las tareas y a Victoria y a mi nos ha tocado las invitaciones- explicó la chica

  - ¿Ya le habeis dado a Austin? Seguro que no faltará- bromeó Erik. La chica rió.

  - ¿Con que nuestro pequeño Austin ha encontrado a alguien ehh?- dijo Bobby sorprendido

  - Si, se llama Hikaru, es animadora como yo- dijo Silvia

  - Me encantaría conocer a la persona que ha logrado bajar a Austin de su nube- rió Bobby.

Los tres amigos rieron.

  - ¿Que hora es?- preguntó Erik

  - Ya son cerca de las nueve, mejor que os vayais a vuestras casas y yo volveré a mi hotel- dijo el peliazul

  - No seas tonto, nosotros te acompañamos ¿no?- dijo el castaño mirando hacia la peliverde

  - Por supueso- sonrió ella.

Los tres amigos se pusieron camino al hotel del peliazul.

Llegaron a un gran hotel con letras plateadas 'Gran Hotel Umi' y cuatro estrellas estaban dibujadas al lado.

  - ¿Que buen hotel no?- preguntó Erik

  - Regalo del equipo- sonrió el peliazul

  - Es verdad. ¿Como va todo por allí?- preguntó Silvia

  -Fantastico, todos los chicos juegan a tope- sonrió el peliazul.

Pasaron aún un rato más delante de la puerta, hablando.

  - Bueno es tarde, nos vemos- dijo Bobby girnadose delante de la puerta del hotel dispuesto a entrar.

Erik y Silvia se fueron cada uno a su casa.

Silvia cogió el tren y andó por las calles hasta llegar a la puerta de su casa.

Crónicas de un Pegaso (Inazuma Eleven)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora