Capítulo 44

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Una vez todo el equipo había recogido las cosas y había pasado por la rueda de prensa, se disponía a abandonar el estadio.

- ¡Silvia, Erik!- el señor Mitsuo Woods les llamó a sus espaldas, iba acompañado por su mujer.

-¡Señor Woods, es un placer volver a verle! ¿Que le ha parecido el partido?- sutilmente el entrenador Travis se había adelantado y ahora estrechaba la mano del otro entrenador con entusiasmo.

- Ha sido fantástico, ha estado muy bien cómo ha contrarrestado el juego agresivo con esa táctica. Lamento mucho tu lesión muchacho- dijo mientras miraba a Harley que se aguantaba de pie con unas muletas y se apoyaba en el hombro de Victoria.

- N-no es nada Señor Woods- dijo el pelirosa haciendo una leve inclinación de cabeza- Celia me ha dicho que es sólo un esguince leve.

-Me alegro entonces, hacer una entrada así ha sido muy poco ético- comentó la señora Woods- Creo que el árbitro lo ha sancionado al terminar el partido ¿No, querido?

- Así es- asintió él- Una gran actuación por vuestra parte también, chicas- dijo mirando a las animadoras.

- Muchas gracias, Señor Woods- contestó Jade visiblemente halagada- Habíamos practicado mucho.

-Se ha notado- sonrió él- Silvia, Erik ¿Nos podríais acompañar? Luego os llevaremos nosotros de vuelta al hotel ¿Le parece bien, Entrenador Travis?

-P-pero cariñ- se oyó cómo en un quejido.

- Por supuesto, señor Woods. Lo veremos más tarde- Se despidió el entrenador haciendo señas a todo el equipo para que lo siguieran.

- ¿A dónde vamos papá?- preguntó Silvia curiosa.

- Oh, a ningún sitio en particular- rió él cogiendo la mano de su esposa- Tan sólo queríamos hacer el viaje hacia el hotel con vosotros, ya sabéis, cómo en los viejos tiempos- les guiñó un ojo a ambos.

Todos se dirigieron a la limusina que esperaba en una puerta trasera del estadio. Pese a estar bien camuflada y ser discreta, los periodistas no habían tenido ningún problema para encontrarla.

- ¡Señor Woods, Señor Woods! ¿Qué le ha traído a Japón? ¿Tal vez quiere usted recuperar el tiempo perdido con su esposa e hija?

- ¡Señor Eagle! ¿Está pensando en presentarse a la selección Japonesa en los próximos mundiales? ¿O va a seguir con la Estadounidense? ¿Nos daría una opinión del partido?

-¡Señora Woods! ¿Cómo se sintió al ver a su marido de nuevo en Japón? ¿Tienen pensado volver a vivir juntos? Se rumorea que él tiene una novia en Estados Unidos ¿Es eso cierto?

- ¡Señor Woods! ¿Que opina de los rumores sobre la relación que mantienen su hija y el famoso Erik Eagle? ¿Podemos contar con su opinión también, Señora Woods?

- ¿Q-qué?- exclamó Silvia al oír esa última intervención.

Sin muchos miramientos todos entraron en la limusina, una vez dentro se oyó suspirar a la Señora Woods.

- La verdad es que nunca me acostumbraré a esto- confesó apoyando la cabeza en el hombro de su marido- ¿Quién me diría a mí que acabaría casada con un famoso entrenador de fútbol?

- Es normal que cayeras rendida ante mis encantos, sweetheart- comentó su marido haciendo un gesto de suficiencia- Te volvían loca mis dotes culinarios.

- ¿Ah, si? Creo recordar que no fueron precisamente tus artes en la cocina lo que me conquistaron- rió ella dándole un suave golpe al hombro de su marido- Además, ¿No fuiste tú el que tuvo que insistir para que cenara contigo?

Crónicas de un Pegaso (Inazuma Eleven)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora