Una vez todo el equipo había recogido las cosas y había pasado por la rueda de prensa, se disponía a abandonar el estadio.
- ¡Silvia, Erik!- el señor Mitsuo Woods les llamó a sus espaldas, iba acompañado por su mujer.
-¡Señor Woods, es un placer volver a verle! ¿Que le ha parecido el partido?- sutilmente el entrenador Travis se había adelantado y ahora estrechaba la mano del otro entrenador con entusiasmo.
- Ha sido fantástico, ha estado muy bien cómo ha contrarrestado el juego agresivo con esa táctica. Lamento mucho tu lesión muchacho- dijo mientras miraba a Harley que se aguantaba de pie con unas muletas y se apoyaba en el hombro de Victoria.
- N-no es nada Señor Woods- dijo el pelirosa haciendo una leve inclinación de cabeza- Celia me ha dicho que es sólo un esguince leve.
-Me alegro entonces, hacer una entrada así ha sido muy poco ético- comentó la señora Woods- Creo que el árbitro lo ha sancionado al terminar el partido ¿No, querido?
- Así es- asintió él- Una gran actuación por vuestra parte también, chicas- dijo mirando a las animadoras.
- Muchas gracias, Señor Woods- contestó Jade visiblemente halagada- Habíamos practicado mucho.
-Se ha notado- sonrió él- Silvia, Erik ¿Nos podríais acompañar? Luego os llevaremos nosotros de vuelta al hotel ¿Le parece bien, Entrenador Travis?
-P-pero cariñ- se oyó cómo en un quejido.
- Por supuesto, señor Woods. Lo veremos más tarde- Se despidió el entrenador haciendo señas a todo el equipo para que lo siguieran.
- ¿A dónde vamos papá?- preguntó Silvia curiosa.
- Oh, a ningún sitio en particular- rió él cogiendo la mano de su esposa- Tan sólo queríamos hacer el viaje hacia el hotel con vosotros, ya sabéis, cómo en los viejos tiempos- les guiñó un ojo a ambos.
Todos se dirigieron a la limusina que esperaba en una puerta trasera del estadio. Pese a estar bien camuflada y ser discreta, los periodistas no habían tenido ningún problema para encontrarla.
- ¡Señor Woods, Señor Woods! ¿Qué le ha traído a Japón? ¿Tal vez quiere usted recuperar el tiempo perdido con su esposa e hija?
- ¡Señor Eagle! ¿Está pensando en presentarse a la selección Japonesa en los próximos mundiales? ¿O va a seguir con la Estadounidense? ¿Nos daría una opinión del partido?
-¡Señora Woods! ¿Cómo se sintió al ver a su marido de nuevo en Japón? ¿Tienen pensado volver a vivir juntos? Se rumorea que él tiene una novia en Estados Unidos ¿Es eso cierto?
- ¡Señor Woods! ¿Que opina de los rumores sobre la relación que mantienen su hija y el famoso Erik Eagle? ¿Podemos contar con su opinión también, Señora Woods?
- ¿Q-qué?- exclamó Silvia al oír esa última intervención.
Sin muchos miramientos todos entraron en la limusina, una vez dentro se oyó suspirar a la Señora Woods.
- La verdad es que nunca me acostumbraré a esto- confesó apoyando la cabeza en el hombro de su marido- ¿Quién me diría a mí que acabaría casada con un famoso entrenador de fútbol?
- Es normal que cayeras rendida ante mis encantos, sweetheart- comentó su marido haciendo un gesto de suficiencia- Te volvían loca mis dotes culinarios.
- ¿Ah, si? Creo recordar que no fueron precisamente tus artes en la cocina lo que me conquistaron- rió ella dándole un suave golpe al hombro de su marido- Además, ¿No fuiste tú el que tuvo que insistir para que cenara contigo?
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Crónicas de un Pegaso (Inazuma Eleven)
FanfictionHacía ya dos años que no le veía. Mucho tiempo sin verlo a él, demasiado. Y ahora que ya había vuelto, le esperaba con los brazos abiertos para abrazarle y no soltarle. ¿Por que él también le habia estado esperando, no?