Crónicas de un Pegaso (Inazuma Eleven)

Capítulo 32

32 Situaciones diferentes

Una castaña andaba por el parque paseando tranquilamente, iba sola que era extraño. Habia decidido desconectar un rato del mundo.

En un suspiro soltó todo el aire que tenía y una triste sonrisa se dibujó en su rostro.

¿Que narices estaba haciendo?

A parte de el tonto nada...

Ella pensaba que con el simple hecho de volver ya tendría a el joven capitán del equipo de rodillas delante de ella. Pero eso no habia pasado, ni mucho menos. Estaba equibocada pensando que le esperaría, a ella. Pero tampoco. Tampoco podía creer que ella, Nelly Raimon, hija de el rico director de la preparatoria, estubiera sufriendo tanto por un chico.

  - ¿Que tanto me he enamorado?- se dijo a si misma.

Cruzó una esquina y, como si el diablo mismo le estubiera torturando, allí estaban ellos. El maravilloso capitán del equipo de fútbol, Mark Evans, y la gerente, ahora jefa por encargo de su padre, Camelia Travis. Estaban sentados en la orilla de la ribera coqueteando y tomados de las manos. A nuestra amiga castaña le hirió bastante, no es que no los hubiera visto antes así, pero no sabia por que algó atravesó su corazón.

Su instinto le invitó a correr y no lo dudó dos veces, empezó a correr hasta llegar, sin aliento, a el muro que habia detrás de su casa. Una vez allí se apoyó en la pared y se dejó caer hasta tocar el suelo. Se cubrió el rostro con las manos y lloró silenciosamente. 

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Una confiada morena de ojos verdes andaba por la calle, habia salido de trabajar pero no estaba cansada. No tenía la menor intención de volver a la preparatoria de momento, aún faltaban dos horas para su toque de queda. Por lo tanto aún tenia dos horas.

Entonces recordó las palabras de una de sus compañeras de trabajo 'Eh Jade, una compañera me ha dicho que han abierto un nuevo bar de karaoke genial. ¿No seria genial ser una de las primeras clientas de un bar tan exclusivo?'

Su compañera tenía razón. Trazó metalmente el mapa y la ruta y se pusó en marcha.

Al llegar habia muchisima cola además de un puerta que no tenía cara de muy buenos amigos.

  - El local solo aceptará a las cinco siguientes personas, ya no caben más- anunció un hombre con una chaqueta negra llena de tachuelas que salió un segundo por la puerta.

Jadé contó las parejas que iban delante suyo.

  - Rayos...- suspiró, ella era la sexta. 

Entonces una melena pelirroja intensa se acercó a la puerta. Un joven palido de ojos verdes vestido con una chaqueta negra, una camiseta blanca y unos tejanos.

  - Domon, dejame pasar- dijo Xavier

  - Ya voy, ya voy...- dijo el puerta- Toda esta gente quiere entar, supongo que tu padre estará contento...- dijo el hombre.

Xavier se giró y observó a la gente que hacía cola, fijó la vista en una en especial. Abrió los ojos sorprendido.

  - Así que la impresionante Jade Green no se pierde ni una sola apertura de bares, restaurantes ni pubs ¿Me equiboco?- dijo avanzando entre la gente hasta situarse delante de la morena y subirle la cara suavemente con la barbilla.

  - No te equibocas- dijo ella

  - Pues que lastima que esta sí- dijo el joven- Aunque...

  - Aunque...- repitió la chica para que el terminara la frase

  - Verás, mi padre es el dueño del bar y me seria facil hacer que entraras...- dijo el chico sonriendo picaro