Dylan Smith, indiferente con las personas, sólo confía en muy pocas. Es la capitana de un equipo de baile callejero e hija de un gran empresario.
Esta vez su padre tendrá que viajar por todo el mundo por su trabajo, pero sus empleados tienen hijos y...
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
CAPÍTULO CUARENTA Y SEIS ! "Intento fallido de familia"
Aterrizaremos en unos cuantos minutos, por favor, abrochen sus cinturones
Abrí mis ojos y quité mis audífonos bostezando, los guardé en mi bolso junto con el libro que traje, y me giré hacia Spencer que estaba roncando con la boca abierta, su saliva estaba seca junto a su boca y sus brazos estabas cruzados.
Rodé mis ojos y me agaché para tomar mi botella de agua. La abrí y comencé a verities el agua en la boca abierta de Spencer.
Mire como se llenaba de agua y a los pocos segundos empezó a toser, escupiendo por todas partes. No sabía lo que estaba pasando hasta que se giró hacia mi y me fulminó con los ojos.
Le sonreí, pero antes de decir algo, la señora de enfrente se giró y le dio un golpe en la frente a Spencer, el tan solo se toco la parte del golpe y la miró con los ojos muy abiertos.
Me tape mi boca para no soltar una carcajada. La señora de acomodo en su asiento y Spencer la miró por unos segundos hasta que se giró hacia mi.
–¿Que rayos acaba de pasar?.-me preguntó pero yo estaba muy ocupada riéndome.
–¡Bienvenido a New York!.-exclamé con mis brazos abiertos.
✩
–Todavía tenemos tiempo de escapar, vamos Spencer antes de que nos capturen.-Susurre mientras Spencer estaba buscando a alguien conocido.
Nadie nos había dicho quien iba a venir por nosotros, otra señal de lo tanto que nos aman.
–Si yo voy a hacerlo, tú también.-Spencer respondió rodando los ojos.
Rodé los ojos y me cruce de brazos. Solamente quería que terminara esta ridícula reunión para regresar a casa.
–Ahi están.-Spencer susurro y seguí su mirada. Nuestros tíos estaban entrando al aeropuerto con sus brazos entrelazados.-Solo unos días, recuerda.
Di un suspiro y asentí. Spencer me miró por unos segundos para comprobar que estaba bien y finalmente levantó la mano, llamando la atención de nuestros parientes.
Al notarnos, se acercaron rápidamente. Los dos estaban sonriendo pero sus sonrisas no llevaban a sus oídos. Podías notar la falsedad a kilómetros. Sentí que se formaba un nudo en mi garganta y quería correr, pero no podía. No lo haría.
