Figlia Della Mafia

MAFIA XXXII: La angustia de Camille

- Hace mucho no hablamos a solas eh -dijo sonriendo- ¿Cómo te va en todo? -me preguntó.

Le conté como me iba en la escuela, las cosas que descubrí este año, las cosas tristes y divertidas, todo, lo que podía decirle claro está.

- Creo que irme por un año fue mucho, me perdí de mucho eh -sonrió al mirarme- Pero ya volví, y por lo que me acabo de enterar, un tal Guido será mi ayudante, ¿No? -me preguntó y asentí- ¿Y como es? -me preguntó Nuevamente Baron.

- Hm... Bueno, es un buen chico, pero no le puedes ocultar nada, es muy experto. Pero te será de gran ayuda, es talentoso -le dije.

- Vaya, suena bien -me dijo.

- ¿Otra vez hablando a mis espaldas?, Camille, veo que te gusta hacer eso eh -dijo sonriente mientras se sentaba a mi otro lado Guido.

Baron y el se miraron de reojo.

- Soy Guido, ¿Tú debes ser Baron no? -dijo sonriente.

- Sí, soy Baron, buena deducción -le dijo Baron.

- Bueno, escuché mucho de ti, pero nunca te vi, así que, como eras el único rostro nuevo por aquí para mí, y vi que eras muy amigable con Camille, deduje que eras Baron -dijo Guido- Por cierto Camille, sigues decaída eh, ¿No te sirven mis consejos? -dijo Guido luciendo dramáticamente ofendido.

- Si, me animan y ayudan mucho, pero... La que no hace nada soy yo -le sonreí algo triste- Guido... Eso que me dijiste aquella vez... ¿Es verdad?, ¿Estas seguro? -le pregunté.

- Me siento perdido en su conversación, así que les dejo -dijo Baron y se fue.

- Es algo que note desde los primeros días que vine aquí, estoy seguro que los sentimientos de Nathan, no son de amistad hacia ti, son de amor Camille -me dijo- ¿Y los tuyos?, ¿Qué son los tuyos? -me preguntó- En mi opinión, ni tú lo sabes, yo tampoco... Eres una chica muy confusa en ese aspecto, es difícil saber que sientes cuando se trata de amor... Chica problemática -me sonrió burlón.

- Bueno, admito que tienes la razón, soy problemática hasta para mí misma -le dije.

Nos quedamos charlando unos minutos más. Hasta que oscureció y volvimos dentro de casa.

Mi vientre bajo, seguía dándome algunas punzadas. Creo que puedo soportarlo.

Subí a mi cuarto y me pare frente al espejo de cuerpo entero. Volví a recordar todo lo que me mencionó Guido.

Sasha y Maicon empezaron a salir, son muy tiernos juntos. Aunque me extraña que no me hayan dicho, bueno, creo que nadie lo sabe aún, solo Guido. También por lo que tengo entendido, Anthony y Kenya salen en citas los sábados.

Guido dijo, que Kenya le comentó que son solo salidas de amigos. Pero Guido, dijo, que el sospecha que no son simples salidas de amigos. ¿En qué momento se volvieron tan cercanos?, No importa, me alegro por ellos.

Anthony y Kenya se ven muy bien juntos, espero que puedan terminar juntos como Sasha y Maicon.

Rafael y Químera... Necesitan un empujón en mi opinión, bueno, no se que siente Rafael, pero Químera... Se nota a kilómetros que le gusta Rafael.

Escuché que Marcus se mudará a Canadá, para representar a su padre allá. Nuevamente se irá... Espero volver a verlo pronto.

Nathan, también se irá pronto. Me lo ha confirmado mi padre. Baron, ha sido adoptado por mí padre, prácticamente legalmente somos hermanos. Nathan en cambio no. Es un simple peón, creo que irá a servir a la segunda o tercera casa de nosotros. Lo alejarán de mí.

Todos estamos empezando a separarnos. No, mejor dicho... Todos están creciendo y me dejan atrás. No logro alcanzarlos...

- ¿Por qué estás llorando Camille? -dije al mirarme en el espejo- No sé irán para siempre, nadie se va para siempre, al no ser que mueran, pero no sucederá, ¿Cierto? -le dije a mi propio reflejo en el espejo.

¿Qué debo hacer?, ¿Por que todo esto me duele?, ¿No debería estar feliz por todos?, Todos están felices y están bien. Como su amiga, debo apoyarlos. ¿Qué es toda está angustia?, ¿Esta preocupación?, ¿Este dolor?.

Además, los demás aún están aquí, y se preocupan por mí, por mí estado de ánimo decaído.

Estoy preocupando a todos... Esta no soy yo. Yo nunca... Yo... Yo debería dejar de preocuparlos. Yo soy fuerte, debería dejar de preocuparme, ¿Pero por qué está angustia ya me dura más de dos meses?, ¿Por qué no puedo dejar de preocuparme y sentir dolor?

- Es porque me volví débil... no... Nunca fui débil ni frágil... -dije apoyando mi frente en el espejo- Camille Galante no es frágil... Aún así... ¿Por qué me siento débil?, ¿Por qué siento que me quiebro por dentro?... ¿Por qué sigue doliéndome el corazón cada vez que pienso en Nathan y los demás ... ¿Por qué? -dije cayendo de rodillas al suelo mientras seguía mirando al espejo enfrente mío.

Soy patética... ¿Esa Camille de ojos rojos y rostro triste soy yo?, ¿Por qué me veo más flaca de lo normal?, ¿Es por qué no como bien estos dos últimos meses?.

¿Por qué me veo en el espejo y no me reconozco?... ¿Estoy descompuesta?.

¿Quién puede reparar a Camille?, ¿Quién puede quitarme este dolor de mi pecho?... Ya ni recuerdo cuando inició, ni como inició.

Papá... Papá... Sálvame otra vez, papito, quiero volver a ser una bebé y entrar en tus brazos. Cuando era bebé no tenía tantas preocupaciones...

Nathan... ¿Por qué me abandonas en momentos como estos?, ¿Por qué te has vuelto distante estos dos meses?.

Escucho a alguien tocar la puerta de mi habitación.

Trato de levantarme pero me siento débil... Siento un dolor punzante en mi corazón, y la parte baja de mi vientre. Duele mucho...

Empiezo a verlo todo borroso. Mi habitación da vueltas.

Alguien abre la puerta.

Mi padre. Me ve preocupado. Esta gritando pero no lo escucho.

Se acerca a mí y me abraza.

- Papi... Me duele mucho... Mi vientre... Papi... Mi corazón... Mis ojos... -dije mirándolo a sus azules ojos que me miraban impotentes.