Figlia Della Mafia, nos narrará la historia de Camille Galante y su padre Dave Galante.
Camille no nació en el mejor momento que pudiese decirse, y con el pasar de los años, descubrirá quién es realmente y el cómo está atada a una palabra, «MAFIA».
...
Las clases transcurrieron normal luego de eso. Y una vez en casa, luego de almorzar, me dirigí al jardín, ví a Alessandra jugando con un nuevo cachorro.
El cachorro al notar mi presencia vino corriendo a mí, y se lanzó sobre mí.
- ¡Hey!, me ensucias -dije entre sonrisas mientras el lamía mis mejillas.
- Niño malo, ensucias a Camille -dijo Alessandra alejándolo de mí- ¿Qué haces por aquí?, ¿Tomando aire fresco? -me sonrió tiernamente.
- Algo así, quería ordenar mis pensamientos -le dije.
- OOOOH, ¿Algo preocupa a la señorita Camille? -dijo sorprendida.
Sólo le sonreí.
- Por cierto, aquél día dije que las ayudaría en lo que fuera, me dijeron que Guido siempre se preocupa y ayuda a los demás, pero que nunca saben lo que realmente el siente, que nunca saben cuando el necesita ayuda. ¿Podrías decirme más de Guido? -le dije.
- Heee, sería interesante si logras romper la pared que el impone -me sonrió- Guido es un buen chico, parece tan cercano a todos, pero la verdad es, que está siempre encerrado en sí mismo. Veamos... ¡Oh!, la ves pasada dijo que Karla era muy guapo, y que Sasha tenía un buen cuerpo, también mencionó que Owen y Marcus le atraían un poco -dijo Alessandra con ojos brillosos.
- Ehm... Ale... ¿Podrías enfocarte en mi pregunta?, aunque, ¿De qué hablaban para decir tales cosas? -dije algo dudosa.
Es decir, es raro que el diga que Owen y Marcus le atraen. Bueno... todo en Guido es raro. ¿Tendrá esos gustos?.
- Ah si, es verdad, me sorprende que no lo hayan notado aún, pero Guido... -ella miró a los lados y se acercó a mí- Guido es bisexual -me susurró.
- ¿Qué cosas raras le estás diciendo a Camille? -dijo Guido suspirando mientras aparecía detrás de Alessandra- Cielos, nunca cambias -suspiró y llevó sus manos a sus caderas- ¿Y bien?, ¿Por qué hablaban sobre mí? -dijo tranquilo.
- A-Ah... Camille quería saber sobre ti, si eso, ¡Fue Camille no yo!, ¡Adiosito! -dijo Alessandra yéndose acompañada de su cachorro.
- ¿Qué cosas raras te dijo Alessandra? -me sonrió.
- A-ah... -¿Debería preguntarle?, es que... lo que dijo Alessandra me levantó curiosidad.
Pero... ¿Guido podría ofenderse o molestarse con Alessandra?, ¿Será que se molestaría?... Bueno, el siempre se muestra abierto a todo, quizá si deba salir de dudas...
- D-dijo... que... que... que te gustan los dos -dije algo apenada.
- ¿Uh?, ¿Los dos?... -dijo algo confuso, luego de pensarlo se rió- Jajaja, así que dijo eso eh -me miró a los ojos- Así es, me gustan hombres y mujeres por igual, no me importaría salir con una chica o un chico. ¿De qué hablaban para sacar el tema a flote?, ¿No me digas que...? -dijo algo sorprendido.
- ¡No!, ¡No soy pervertida! -dije sonrojada.
- ¿Eh? -se volvió a reír- iba a decir otra cosa, pero bien, olvidé que eres Camille -dijo posando su mano sobre mí cabeza- Déjame adivinar, ¿Querías conocerme más no? -dijo sin dejar de mirarme.
- Algo sí... es que, nunca dices nada sobre ti, ni pides ayuda, ni nada del estilo, me preocupabas... -le dije mirándolo también a sus ojos
Sus ojos brillaban, el parecía tratar de cautivarme con su mirada.
- Camille... Sé que estas acostumbrada a preocuparte por los demás, y a ser tú quien los ayude a salir de sus problemas, lo noté en estas pocas dos semanas que acabo de conocerte -me sonrió dulcemente- Pero, deberías dejar que alguien también te ayude a ti, no eres un robot, también podrías romperte como ser humano, nadie es perfecto, ni tú, ni tu padre, ni yo, nadie Camille. Ahora que estoy aquí, déjame ayudarte en todo, yo protegeré tus sentimientos, tus emociones y tu ser -dijo sin pestañear mirándome directamente a los ojos- Así que, no finjas ser alguien fuerte frente mío, porque lo sabré de inmediato, sé leer a las personas, y más aún, a los que ocultan cosas -chocó su frente con la mía.
Sentí mis mejillas arder levemente ante su gesto, su rostro estaba muy cerca del mío...
- Así que, no te preocupes por mí, ya me conocerás con el tiempo -me sonrió, me dió un beso en la frente y se alejó luego de guiñarme un ojo- Por cierto, deberías unirte a Kenya, Alessandra y yo, luego de la cena nos vamos al cuarto de Kenya a hablar y relajarnos -dicho esto se fue de allí.
¿Quién rayos eres Guido?, ¿Quién...?.
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