Figlia Della Mafia

MAFIA XXII: Desespero

De repente veo alguien muy rápido desplazarse entre todo el enemigo, acabando uno a uno, enemigo tras enemigo.

Los escucho quejarse y llamarlo "Un monstruo", "Un demonio".

Pero esa persona, es simplemente Badra. El imparable asesino psicópata, no duda ni un segundo en ir contra ellos.

- ¡Alto tengo a tu amigo! -escuché decir al hombre que sujetaba a Owen del cuello.

- HAHAHAHAHA ¿Y tú crees que me importa a mí?, Nadie aquí me importa, solo Camille -dijo psicópatamente Badra y en un segundo, se puso detrás del hombre y lo degolló- Pero... Cómo ella me importa, sé que llorará por su amiguito -dijo arrebatando a Owen de las manos del hombre.

Por un momento... Pensé que se repetiría lo de Gricelda.

Pero entonces un grito eufórico de desesperación se oyó de Vinael...

- LLEGAN REFUERZOS -anunció.

- ¡Retirada! -anunció Anthony.

Claude y Químera se reunieron conmigo.

- ¡Pero Sasha! -dije entre lágrimas.

- N-no tenemos tiempo... -dijo Claude agachando la cabeza.

- Salir con niños no es divertido -dijo Badra acercándose a nosotros con Sasha en brazos. Rafael traía a Owen a duras penas.

- ¡Sasha! -dije muy alegre mientras mis lágrimas brotaban de alivio.

- Después de haber expuesto mi vida, y rescatado a personas sin importancia... Merezco un regalo cierto Camille -me dijo coquetamente y me guiñó un ojo.

- Ni hablar, vamos que la operación no termina -dijo Claude serio mientras disparaba a un hombre detrás de Badra.

Badra y él se miraron fulminantes.

Marcus, Vinael, Anthony y Karla, se reunieron con nosotros.

- Volvamos ahora, no tendremos oportunidad si llegan -dijo Anthony.

- Si, es verdad, volvamos ahora -dijo Karla preocupado.

Asentí. Me dispuse a abrir la puerta trasera, y al abrir.

Ví a Gianna del otro lado apuntándome con un arma a punto de disparar.

Cerré mis ojos esperando abrazarme a una asegurada muerte...

Pero el impacto no llegó. Sentí a algo caer sobre mí y derrumbarme en el suelo, con él, encima mío de espaldas.

Cuando abrí mis ojos, era...

Marcus.

El disparó también a Gianna, pero le acertó un hombro, el izquierdo. Gianna salió corriendo.

- ¡Marcus, Marcus, resiste! -dije entre lágrimas que no dejaban de brotar mientras lo abrazaba, y trataba de apretar su sangrante herida en la barriga.

- E-escapen de una vez idiotas -dijo Marcus escupiendo sangre, sangre que salpicó mis manos.

- ¡No digas tonterías!, ¡Saldremos de esto! -dijo Anthony aguantándose las ganas de llorar.

- Claude, carga a Sasha, Badra ayúdame con Marcus -dijo Anthony casi suplicando.

- Yo puedo llevarlo solo, malditos débiles, pero si soy sincero esa herida parece... -Anthony lo miró muy mal.

Badra suspiró y cargo a Marcus como si nada.

Vinael lloraba desconsoladamente mientras escapábamos todos juntos.

Fuimos hasta el coche... Qué estaba quemado.

Estamos... Sin escapatoria.

¡Marcus necesita ser atendido!, ¡Sasha también!, ¿¡POR QUÉ NO DESPIERTA OWEN!?.

- ¡Necesitamos llegar a un hospital pronto! -dije desesperándome y llorando.

- ¡C-Cálmate Camille! -dijo Karla sujetándome de los hombros y mirándome con ojos cristalizados.

Miré a Vinael, el parecía rendirse, se tiró de rodillas al suelo y continuó llorando de impotencia. Era un desgarrador llanto.

Rafael se mordía los labios preocupado.

Claude bajó cuidadosamente a Sasha y la recostó en sus piernas. Supongo que para él pesaba un poco.

Badra hizo lo mismo, pero a diferencia de Claude, el dejó a Marcus tendido en el suelo delicadamente.

Marcus tenía sus ojos cerrados. Empecé a verlo algo borroso, no distinguía si realmente los tenía cerrado, o si seguía respirando.

Me limpie los ojos.

- Badra... Dame tu celular -le ordené.

El tendió el celular. Llamé al único que podría ayudarme... No tengo tiempo para pensar.

Papá, perdóname por todo, quise jugar a ser "alguien", pero... No soy tan fuerte como tú, y mis preciados amigos están en peligro.

Perdóname papá... Pero ven rápido a mí...

Disque su número, y rogué para que me atendiera.

Vi como Anthony empezó a dirigirnos para ocultarnos alrededor y esperar no ser atrapados.

Marcus... Sasha... Perdónenme... Por mí culpa, por mí capricho... Todo esto sucedió.

Finalmente, papá contestó la llamada.