Confusión y mentiras

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Ya había pasado 4 días de la fiesta en casa de Nazz. Era martes, y Edd se veía bastante radiante mientras se movía de un lado a otro por el hospital.

Nada perturbaba su trabajo.

Cerca de las 2 de la tarde, los amigos se juntaron en el restaurante de siempre a almorzar. Pero a diferencia de siempre, y dejando de lado la felicidad de Edd, el ambiente con sus otros dos amigos no era muy buena. No porque hubieran peleado entre ellos, pero luego de lo que pasó con Marie y Nazz, Edd creía que la alfa aun pudiera sentirse humillada por eso. Por lo que prefirió no tocar el tema.

Por otra parte, Daniel no podía evitar pensar en el momento en que salió tras la alfa. Nunca antes había podido compartir un momento tan íntimo con ella. Esta siempre, al parecer del beta, evitaba estar a solas con él. Pero luego de la pelea fue distinto. Se quedaron un largo rato conversando en el vecindario, e incluso esta se desahogó en su hombro. Esos recuerdos remecieron su corazón. Se preguntaba si Nath era una especie de cupido, no bromeaba con lo del doctorado en el amor. Había tenido el deseo de poder comentarle lo que había sucedido con Susan, pero recordó que no le había pedido su número. Había pensando en quizás pedírselo a 2d, pero no sabía muy bien como hacerlo ¿Cómo iba a poder comentarle acerca de su nuevo "interés" por el peliturquesa?

Cuando ya llegó la hora de marcharse a sus respectivos hogares, los amigos pudieron notar que frente a la entrada del hospital había un lujoso auto negro, y apoyado en el se encontraba un hombre con un traje negro tan elegante, que te hacía dudar si el traje era o no más costoso que el carro. El hombre, además, llevaba puesto unos anteojos de sol casi tan oscuros y brillantes como el auto, y en sus manos llevaba un ramo de bellas rosas, las cuales su rojo destacaba entre todo el negro.

¿Se mencionó el característico color turquesa de su cabello?

Nathan Kedd Goldberg dio una gran sonrisa al ver a los chicos salir. Daniel sintió sus mejillas arder ¿No era lo que el creía...o si? Sus dudas se reflejaron una vez que vio al muchacho quitarse los anteojos y posar su vista en él, mientras comenzaba a dar pasos seguros hacia su dirección.

- Te ves radiante hoy, Dani - comenzó, tomándose la libertar de abreviar su nombre - Estas son para ti. Espero te gusten - dijo para luego entregarle el ramo.

- ¿P-para mi? - preguntó nervioso mientras observaba las rosas en sus manos. Realmente no se esperaba eso.

-  ¿Qué es lo que sucede aquí? - preguntó emocionado y con una brillante sonrisa Edd al ver la escena. Mientras que la alfa simplemente se cruzó de brazos.

- Pues veras lindura - comenzó alegre el peliturquesa - En la fiesta nos volvimos un tanto...cercanos. La verdad es que estoy bastante interesado en conocer a Dani. Espero no te molestes - dijo esta vez dirigiéndose al beta mientras apoyaba una de sus manos en los hombros de este - Pero me gustaría invitarte a una cita

- ¿U-una c-cita? - preguntó con la cara completamente roja.

- Así es ¿Qué dices? - le respondió guiñado un ojo. Daniel no supo si este lo hizo a modo de coqueteo, o simplemente era un código para que este aceptara.

- P-pues...y-yo... - comenzó nervioso. Jamás le habían pedido tener una cita, menos así de elaborada. Aun cuando sabía que todo era falso, le incomodaba el hecho que estuviera llamando la atención de la gente que paseaba por fuera, quienes se quedan mirando la escena. Sentía sus mejillas arder mientras entraba en pánico ¿Qué es lo que pensaría Susan?

- ¡¡Él acepta!! - respondió por él Edd, mientras le daba un pequeño empujón para que se acercara a Nath. Daniel se sorprendió al ver a su amigo tan emocionado por él "Pobre...si supiera que todo es falso"

Mi omegaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora