Castigo

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- Perdonen mi retraso - mencionó un tanto agitado el omega mientras se sentaba junto con sus amigos en el restaurante. Sus mejillas se encontraban rojas por haber corrido hacia el lugar, mientras que su nariz se encontraba del mismo color por el gran frío que se sentía por esas fechas - El doctor Meyer quiso que ordenara algunos informes

- Estuvimos esperando mas de 10 minutos - dijo molesto Daniel, mientras se cruzaba de brazos - Agradece que te conocemos bien y pedimos esa sopa que tanto te gusta

- ¿Junto con un vaso con agua?

- Si... 

- Se los agradezco mucho - dijo dando una sonrisa sincera.

- Aaww...eres tan tierno 2D - decía Susan mientras apoyaba su rostro sobre sus manos - Espero que cuando encuentre a mi omega sea tan tierno y lindo como tu

- G-gracias...supongo - respondió nervios Edd - Algún día encontraras alguno o alguna

- Eso espero...hasta el momento he salido con algunos...pero con ninguno he sentido esa chispa ¿sabes? - dijo desilusionada. 

- M-miren ya viene nuestra comida - mencionó el castaño agradeciendo que por fin tenía una excusa para cambiar el tema de conversación.

El camarero entregó los platos correspondientes junto con las bebidas que cada uno iba a tomar. Luego de marcharse, cada uno comenzó a comer de su plato.

Entre medio de cada bocado, comenzaron a comentar acerca de los pacientes que se encontraban atendiendo, en donde a veces discutían acerca de los medicamentos que debieran recetar o simplemente se reían acerca de ciertas situaciones jocosas que solamente podrían suceder en un hospital.

Edd se encontraba con una mano tapando su boca para evitar que su risa escapara estruendosamente de sus labios. Pero repentinamente dejó de hacerlo, cambiando su expresión relajada y divertida por una seria, juntando ambas cejas en su frente, mientras se quedó con la mirada fija en un punto inexistente.

Sentía su corazón bombear con fuerza y pesar.

- Hey...¿estás bien? - preguntó Daniel al observar tal cambio en su amigo. Provocando que Susan también se fijara en él.

- S-si...lo siento - dijo mientras posaba sus dedos sobre su cien, apretando un poco la zona mientras cerraba sus ojos - Creo que Kevin no se siente muy bien

- ¿Qué le sucede? - preguntó esta vez la rubia.

- No lo sé... - mencionó preocupado el omega - Se encuentra muy enfadado...pero a la vez... - no terminó la frase, sacó su celular de su bolsillo para comenzar a marcar el número de su alfa.

- ¡Yo también quiero tener un lazo así! - dijo emocionada la alfa mientras se movía agitada sobre la mesa - Debe ser genial saber lo que le sucede a tu pareja, eso debe hacer que la relación sea mucho más sencilla - decía mientras observaba como Edd intentaba comunicarse con Kevin.

- ¿De verdad lo crees así? - preguntó curioso Daniel mientras levantaba una de sus cejas - Pues yo creo que eso hace que la relación sea más aburrida

-¿Qué? ¿Estas loco?

- Piénsalo, el saber ese tipo de cosas haría todo más aburrido. ¿No crees que sería más emocionante dejar que todo fuera un misterio? 

- Eh...no

- Oh vamos - exclamo sorprendido - Ustedes los alfas y omegas son prácticamente instinto. Solo se aparean y mantienen una relación estable con aquellos con los que "son compatibles" (o en términos más simples, compatibles de acuerdo con el olor). Eso puede funcionar si solo buscas sexo. Pero ¿qué pasa si buscas a alguien que realmente te comprenda? ¿y si con quien compartes un lazo es alguien a quien, normalmente tu odiarías? Aun si lo llegaras a odiar, el lazo seguiría correspondiendo a esta unión, haciendo que ambos cuerpos actúen de acuerdo a esto ¡Pero no por conciencia propia!

Mi omegaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora