Un revuelto reencuentro

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- ¿Alguno tiene idea de lo que le sucede a Andrew? - decía Edd mirando en la dirección por la cuál se había marchado el joven alfa sin siquiera saludar al omega - En los últimos días lo he notado bastante distante ¿Tendrá algún problema?

- Creo que el problema que tiene se llama el omega que me gusta está llegando al trabajo con el olor de su alfa, justo cuando creía que tenía alguna posibilidad con él - dijo dramática pero sin poder ocultar una sonrisa traviesa una joven chica rubia.

- ¡S-susan! - exclamó nervioso - Él no...

- Oh vamos 2d. No necesito ser alfa u omega para darme cuenta que el tipo desprende todo tipo de feromonas hacia ti, le gustas demasiado - dijo esta vez su amigo beta Daniel, quien decidió sumarse a la conversación mientras se apoyaba en una de las paredes del pasillo del hospital.

Doble d solo pudo sonrojarse y fijar su mirada en el suelo. La verdad es que no podía creer que ese alfa hubiera estado todo ese tiempo cortejándolo ¿Tan devoto se encontraba por Kevin que ni era capaz de notar a otros alfas?

- Por otra parte, me alegro que las cosas entre tu y Kevin ya estén mejor - agregó Susan entregando una sonrisa a su amigo, el cual solo pudo aumentar su sonrojo al escucharla. Llevaban toda la semana teniendo sexo desenfrenado, y Edd pensaba en cómo podía tener tanta energía para semejante actividad. Pero por otro lado, parecía estar de un mejor humor, y durante toda esa semana se encontraba alimentándose de buena forma y realizaba sus actividades en el hospital sin sentirse del todo agotado.

- Cambiando de tema - comenzó nervioso y deseoso por cambiar la temática de conversación - ¿Ésta noche vendrán a la fiesta a la que los invité?

- Claro 2d, suena divertido conocer a tus amigos de escuela

- Hace bastante que no salimos a divertirnos a una fiesta - coincidió Daniel.

- ¡Esplendido! - se expresó alegre Edd al saber que sus dos amigos irían también - ¿Ya tienen visto como van a llegar? Mi antiguo Cul-de-Sac queda bastante lejos de aquí. Si tienen problemas podría decirle a...

- Veo que tienen mucho tiempo de sobra futuros doctores - dijo una grave voz que se sumó a la de los jóvenes - En especial usted, joven Marion...espero que el revolcarse con su alfa no lo distraiga de sus deberes - y luego de decir esto, el doctor Meyer se alejó del pasillo.

- No le hagas caso...él es solo un viejo amargado - mencionó Susan mientras apoyaba una de sus manos en el hombro de su amigo - Escuche que su esposa le pidió el divorcio hace un mes. Es el chisme entre las enfermeras y los enfermeros del hospital.

- Será mejor volver a trabajar, antes que el doctor decida volver a decirnos algo más

Edd sintió mucha rabia dentro suyo, odiaba a ese alfa cuarentón. Siempre aparecía para criticarlo y humillarlo, justo como ahora. Pero tal como había dicho su amiga, no iba hacerle caso. Llevaba meses sin sentirse así de bien. Había decidido alejarse un poco de Kevin en lo sexual para tener tiempo de pensar en si mismo y no dejarse llevar por los instintos. Pero al parecer el cuerpo de su alfa era una mezcla de bálsamo y energizante ¿Cómo fue capaz de ignorarlo por mas de dos meses?

Antes de ingresar a pabellón, le envió un rápido mensaje de texto a su novio, explicando porque se había molestado tanto. Quería evitar que su novio estuviera preocupado por él todo el día.

Una sonrisa se asomó por su rostro, e intentó evitar reír cuando inmediatamente recibió una respuesta, diciendo que en honor al doctor deberían hacer un "rapidito" antes de ir a la fiesta.

....

- Aaah... - se escuchó fuerte un gemido entre la habitación. La luz del día poco a poco comenzaba a convertirse en noche, y dos cuerpos se unían en un intenso movimiento sobre una cama - K-kevin... Nathan d-debe de estar esperándonos...¡mgh! - dijo jadeante mientras recibía estocada tras estocada. Se encontraba recostado sobre la cama, con su estomago y rodillas apoyados en el suave colchón. Su camisa se encontraba semi abierta y su pantalón colgaba en una sola pierna.

Mi omegaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora