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A la tarde siguiente Roselyne, iría al baby shower de Faith, una de sus compañeras de su antiguo colegio. Al fin la chica había encontrado un buen partido y nada tonta supo cómo amarrarlo. Todas sabían que ese era uno de sus propósitos de antes de cumplir veinte, pero había cambiado el bailar en las mesas de los clubes por las canciones de Disney Junior y acostarse a dormir temprano sin mencionar el posible sobre peso dejando de ser talla S a Maternity XL de Saks. Roselyne soltó un suspiro, ella estaba recordando viejos momentos en su escuela católica, principalmente recordaba el día en el que Bianca insertaba alfileres en condones para luego dejarlos sobre el lavado.

Se miró nuevamente frente al espejo y decidió rechazar el que su madre la llevara, ella necesitaba salir para respirar aire puro y pensar con más claridad. Recientemente su cerebro y sus demás sentidos se encontraban como dormidos. No encontraba explicación al porque estaba siendo ignorada.

Su padre estaba leyendo el periódico por tercera vez y solamente levanto una ceja al verla salir. Ella se encontraba sorprendida de que llevaba tanto tiempo viviendo en aquella casa y no sabía ni cómo eran sus vecinos o notar como a los que si conocía habían envejecido e incluso el pequeño pelirrojo que vivía enfrente se había transformado en todo un modelo con un corte de cabello como para portada de revista incluido. Volvió a ver esas plantas que crecen a las orillas del asfalto, las enredaderas que colgaban de todas las ostentosas mansiones la hiedra a la que ella es alérgica y ver como algunas mansiones todavía lucían las luces navideñas. Son detalles que uno ignora, pero que sin ellos el lugar no sería el mismo.

Llegó a la casa de Faith, varios autos estaban estacionados enfrente e incluso una motocicleta había estropeado un par de flores. El lugar y todas las habitaciones estaban llenas de dibujos de jirafas con el cuello casi tan estirado como todas sus antiguas amistades que estaban ahí con ceñidos vestidos y cabello cepillado. Algunas más delgadas que de costumbre.

¿Estarán comiendo menos o vomitando más? Era la pregunta del día.

Roselyne sacudió la mano en el aire al ver a Chantal sentada en la habitación continua. Ella estaba usando un lindo vestido verde y tenía el cabello unos tres tonos más claro. Ella no se levanto para saludarla y Roselyne tampoco planeaba tragarse el orgullo y acercarse a ella, después de todo ella era la única chica Royal Hills que estaba ahí y solo podía sentirse alagada con la envidia que le tenían.

-Que buen partido se pescó. -Pensó al ver a Faith sentada al lado de un chico muy parecido a Leo DiCaprio. Ambos estaban tomados de la mano y sonreían a todos los que los volteaban a ver. Algo dentro de Roselyne le decía que Faith no estaba muy contenta por dentro.

Mientras ella y sus antiguas compañeras se le acercaban para saludarla, juzgarla e incluso envidiarla miró a lo lejos una espalda con un costoso chaleco y una cabellera que le resultaban conocidas. Estaba en la cocina codeándose con otros chicos mientras asaltaban la barra de aperitivos con forma de animalitos. Roselyne se acercó escondiéndose detrás de un grupo de amigas que le quitaban el fondant al pastel de arca de Noé y susurraban criticándolo todo, una incluso decía que Faith no estaba embarazada.

-Es Laurent. -Susurró mientras dejaba caer una servilleta y se agachaba para no ser descubierta.

Luego se sentó al lado de Faith quien lucía una pequeña barriga debajo de un vestido de seda turquesa con un enorme moño rosa en el escote destapando todos los regalos. En ese momento su cerebro se concentró en ver si la panza era real o solamente era una pequeño almohada. Ese era el tema de la noche y no podía irse con la duda.

-Oye ¿de dónde conoces al chico que esta allá... en la otra sala? -Roselyne le preguntó a Faith luego de que su novio se levantó para salir a respirar.

THE DOLLS GAMEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora