En el mundo hay diferentes tipos de chicas, las fashion, las góticas, las perras, las colegialas las que nacieron para ser alguien, las que nacieron para seguir a ese alguien y las que simplemente son dulces, robando corazones por donde pasan, consiguiéndolo todo con una sonrisa y las que piensas que probablemente inspiraron a los Hermanos Grimm a escribir todos esos cuentos de princesas. Y podemos mencionar a una, que de cierta forma está acostumbrada a ser tratada como una, y no por el palacio, la servidumbre a su servicio o los vestidos con bordados de oro, sino todo lo contrario, una chica que tiene dos vidas, por decirlo de alguna forma, una por las mañanas en el escuela con su incondicional amiga Bianca (Oreo para el resto del mundo) y otra por las tardes cuando esta con sus padres y se tiene que convertir en la chica interesada en el estudio, con a la falda rodilla de paletones perfectamente planchados y fingir interés en los temas de sus padres. Roselyne estaba segura de que ella podía pasar sin problema alguna prueba de la escuela de leyes, pues se sabía todo relacionado a ellas por las pláticas de sobre mesa, en las que sus padres debaten entre sí para ver quién sabe más, quien podría llevar mejor un caso o simplemente alardear.

El día de clases había terminado, el sol comenzaba a ocultarse y las chicas candentes se suponen que deberían coquetear con los chicos mayores en fiestas en la piscina, comerse a besos a sus novios en los patios traseros, e ir de compras todo el día en el centro comercial. Pero en vez de esos Roselyne y Bianca estaban castigadas como las otras chicas mayores de su escuela católica, "Santa Teresa", los pasillos llenos de imágenes y cuadros de santos que te seguían con la mirada, olor a madera húmeda y rezos por todas las esquinas era lo más común ahí. Las chicas estaban castigas por haberse pasado los primeros tres periodos del día encerradas en baño platicando o como le gustaba decir a la madre superiora, llenar sus vidas con las vidas de otros. Aunque claro, ella no podía catalogarlo como pecado ya que ella también cae en la tentación de platicar con las hermanas los chismes de la ciudad e intercambiar opiniones sobre que pasara en el capítulo de la telenovela de la noche.

-Maldición, ¿estas hermanas no pueden usar porta velas? -Chilló Bianca raspando el piso de mármol con una espátula. Su cabello alborotado estaba enrollado en una trenza y sus uñas estaban llenas de cera y su esmalte estaba raspado.

-Creo que las manos temblorosas son requisito para ser monja. -Dijo Roselyne hincada con el cabello en una cola de caballo. Estaba ensuciando sus impecables calcetas blancas hasta rodilla y eso le daba un poco de molestia. Ella siempre lucia el uniforme impecable, pasando por la chaqueta escocesa gris, el lazo de listón verde que pasa por el cuello redondo de su blusa, la falda de campana escocesa y lo ella gusta llamar su toque, sus aretes y su enorme collar de crucifijo, el cual había robado la atención de todas las hermanas.

-¿Ustedes de nuevo aquí? -preguntó Katherine, doblando la esquina con sus inseparables amigas, Keira y Katia, quienes habían recortado su falda para que fuera más corta y alegaban que simplemente habían crecido.

-Huh. -Susurró Bianca levantando la vista, viendo el corte de cabello de chico de Katherine, quien estaba segura lucia como un hada. Como un hada endemoniada según Roselyne. -Ya nos acostumbramos a estar aquí.

Roselyne se puso de pie y saludó a las chicas, ellas eran las más escandalosas pero las más envidiadas de la escuela. Los rumores decían que ellas podían pasar el fin de semana completo de fiesta en fiesta sin dormir y todo gracias a que sus padres salen de la ciudad con frecuencia, e incluso se ha llegado a dudar su sus padres son los narcotraficantes más buscados por la interpol, pero eso es solo un rumor de pasillo.

-Luego, podemos ir a tomar algo. -Dijo Katia arqueando sus casi invisibles cejas albinas haciéndola ver como una especia de extraterrestre con el cabello blanco, largo hasta la media espalda y los ojos de un celeste claro, era raro quien podía verla a los ojos sin sentir temor de estar frente a una criatura mitológica.

THE DOLLS GAMEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora