-Gentleman start you engine and made the best woman wine! -Escuché decir a RuPaul por la pantalla plasma. Estaba tirado en el sofá y Bella-Boo lamia mi mano que colgaba. Pasaba de medio día y aun me sentía como si hubieran chupado la energía de todo mi cuerpo. La luz del sol entraba por las ventanas y vitrales. Tenía la cabeza recostada en la camisa que usé anoche y era así porque tenía impregnado el perfume de Dalton quien prácticamente me dejó en la puerta de mi mansión luego de que saliéramos del yate, yo esperaba algo más pero sé que es su forma de darse a desear. Di un sorbo más a mi agua mineral importada y comencé a ver todo lo que las personas hablaban de mi fiesta. Habían creado un hashtag, había sido trending topic, miles y miles de fotos e incluso habían subido unos cuantos videos en YouTube lo cual era de pésimo gusto a mi parecer, pero no podía negar que me gustaba aparecer en todas las redes sociales existentes y dominar internet.

Para cuando dejé caer mi celular a mi lado entre las sabanas y pensaba concentrarme en mi programa de televisión favorito este sonó. Un mensaje de Harlow, ella y las chicas me esperaban en veinte minutos en el club para pasar el día. Acosar de nuevo al sexy entrenador de golf sonaba tentador. Inmediatamente me levanté arrastrando los pies y estirando mi chaleco Burberry decidí salir de mi habitación.

Estaba entrando sin ánimo en Wilshire country club, me había cambiado cinco veces antes de salir para finalmente combinar piezas de las que me habían mandado de muestra para mi fiesta de Ralph Laurent. Había algo con respecto al fresco aroma del club y de ver a todos los chicos con sus pantalones de golf y camisas con cuello que era interesante. El mismo caddy de siempre me estaba esperando, las chicas le habían avisado que yo llegaría. Él me dirigió hacia mi carrito de golf y vi como al doblar la colina las chicas estaban paradas como maniquíes sin moverse. Ellas estaban usando unos vestidos de golf y gorras que hacían juego. Ellas no jugaban golf pero parecía gustarles verme jugar, pero hoy no estaba de ánimo.

-Déjame aquí y tómate un par de horas libre. -Le dije al caddy sonriendo. -Caminaremos desde aquí.

Luego de haber comido seis almendras para el desayuno mis preocupaciones estaba centrada en quemar todas las calorías adquiridas luego del haber asaltado la fuente de chocolate sin mencionar la barra de pastelillos mezclados con alcohol sentían que había subido de peso a grados catastróficos, pero como todo heredero de Beverly Hills mi rutina para un cuerpo sano, y mente sana va desde leer un libro a la semana, hacer rutinas de ejercicio hasta mesclar laxantes importados con champagne. Y el cargo de conciencia era algo que no podía soportar, Dalton me había incitado a comer y beber y no podía haber corrido al baño a vomitar por dos razones, lo hubiese dejado solo en medio de lobos hambrientos y que no hubiera podido besarlo.

Las chicas me vieron con una incomprensiva mirada. -Necesito tomar aire fresco. -Les dije mientras colocaba mis manos en los bolsillos. Sabía que ellas querían hablar de algo, pero no sabía que era el tema que discutiríamos.

Sonreía y saludaba a personas que deambulaban por ahí, extrañados de volver a verme por ahí. Habían pasado varios meses desde mi última aparición y es que mi agenda había estado tan llena que incluso para mí era extraño no sentir estrés o estar viendo el reloj cada tres minutos. Pasé esquivando a un grupo de chicos que habían sacado una pelota de juguete y la estaban pateando como retrasados. Di una de mis miradas a un agente de seguridad y dos segundos después el área había sido despejada.

Las chicas caminaron hacia el club y se detuvieron en una esquina. Harlow se quitó la gorra y meneo su cabello. -Queremos hablarte sobre Dalton. -Ella dijo en un tono demasiado gentil para mi gusto.

-No creo que haya nada de qué hablar, tú ya lo sabes todo. O acaso no es esa tu especialidad exprimir la información de la gente. -Miré los ojos de Harlow y estos habían cambiado de la primera vez que los vi, aun recuerdo ese día ella tenía el cabello corto y yo usaba esas bufandas que rápido pasaron de moda. Ella era una chica tan insegura, ya no queda de eso en ella.

THE DOLLS GAMEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora