Figlia Della Mafia

Mafia X: Los hermanos Mallurí

- Perfecto, pero, corrígeme si me equivoco,  aprendiste porque tus hermanos se meten en peleas constantemente, ¿No? -el asintió- Eres tan atento, siempre eres el mediador entre ellos, a decir verdad, siempre los cuidas, a tu manera claro -le sonreí.

- B-Bueno es verdad, a veces pelean muy enserio hasta entre E-ellos -dijo rascándose la nuca tiernamente sonrojado.

Maldición... Se ve muy tierno. ¿Qué clase de ángel envía Dios a vivir en el cruel mundo de la mafia?.

- Bueno, ¡Esfuérzate por ellos! -le sonreí para animarlo.

El asintió muy avergonzado. Entonces me fuí de allí. Al salir, ví a Marcus recostado en la pared del frente. Lucía molesto, ya llevaba su camisa puesta y estaba cruzado de brazos.

Lo ignoré y me fuí. Continué caminando por los pasillos del colegio.

- ¡Camille! -escuché la voz de Rafael llamarme por detrás.

No me quejo tanto de él, al menos está más soportable que cuando era un niño... Aunque es increíblemente pesado y odioso cuando quiere. A diferencia de Marcus y Vinael que se parecen mucho a su padre, el es más parecido a su madre. Admito que es guapo, después de todo cuida en exceso su apariencia y siempre viste bien y huele bien. Nunca lo ví pelearse. Pero teniendo en cuenta que Vin, me dijo que a veces tenía que cuidar la herida de ambos, supongo que es fuerte, si logra dañar a Marcus o cualquier otra persona.

Nunca tuve hermanos, así que no sé si es normal que peleen entre ellos.

- Ah hola Rafa, ¿Necesitas al...? -me quedé en silencio al ver que me puso un collar muy bonito ágilmente, suspiré- ¿Qué es esto? -le dije seria.

- Ah, bueno, me gustó mucho este collar... Pero son muy femeninos para un chico tan guapo como yo, así que quería que los usarás -me sonrió- y te queda perfecto, tómalo como un regalo -me guiñó un ojo.

- Bien, no. No me gusta usar joyería, tengo muchas joyas pero nunca uso ninguno, me incomodan -le dije.

- Que raro, pensé que te gustaba lucirte, es decir, eres la hija del Señor Dave, creí que te gustaba la joyería -dijo mostrándose sorprendido.

- No eres el único que ya me dijo eso, en fin, lo guardaré, no te prometo usarlo -le dije seria.

- La próxima te daré algo que no olvides -me dijo sonriendo coquetamente.

Bueno, no es tan malo cuando quiere. A veces es insoportablemente pesado.

Continué caminando para ir a mi salón.

- ¡Oye estúpida rubia! -era la voz de Marcus.

¿Qué querrá ahora?. Me volteé y lo miré.

- ¿Mi hermano te dió eso? -dijo cruzándose de brazos y desviando la mirada.

- Ah sí, es que lo compró, pero luego se fijó  que era para chicas y me lo dió, pero como no suelo usar joyas, no me gustan. Ni siquiera uso brazaletes por eso, ni anillos, así que solo la guardaré como un recuerdo -le sonreí.

Él se sonrojó y seguía desviando la mirada.

- Así que era solo eso... -entonces me dió espalda y se fué.

¿Qué fue eso?, ¿Por qué parecía aliviado?. En fin, hoy fue un día al lado de esos hermanos, me los encontré a los tres.

Son buenos amigos, y buenos compañeros. Marcus, es bueno en combate cuerpo a cuerpo, es veloz y ágil en todo lo que se requiera fuerza. Vinael, es bueno fingiendo, bueno, la verdad no finge, es tierno de por sí, así que nadie nunca duda de él y es bueno infiltrándose siempre, además al parecer sabe cocinar, la vez pasada me invitó unos cupcakes deliciosos. Ah, y ahora me enteré que sabe primeros auxilios. Rafael, es bueno siendo odiado, ok no, pero sí, destaca en espionaje y uso de armas a distancia. Se lleva muy bien con Karla, claro, ambos se ven más bien que una mujer cuando se visten como una, además... Se cuidan más que una mujer, me avergüenzan como miembro de este sexo... Lo peor es que se ven bellas siendo mujeres y bellos siendo varones.

Hablando de eso, ese día fue muy divertido, el día en que ambos se vistieron de mujeres, un día debería volver a molestarlos a ellos. No solo a ellos dos, ver a Marcus, Anthony y Nathan vestidos de mujeres fue más que divertido, nunca olvidaré esa misión.