Capitulo 22

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Shawn caminaba deprisa por los pasillos. El juego de basquetbol estaba a unos minutos de comenzar y el apenas estaba llegando a los vestidores.

Hace unos momentos, Selena le había hecho un berrinche porque le había dicho que no la acompañaría a la fiesta del siguiente fin de semana.

Y como consecuencia Shawn se había molestado y sentía que el mundo se venía contra él.

Al entrar se topó con Joe.

—Eh, eh, tranquilo, hombre —le dijo Joe tomándolo por los hombros—. Por qué la prisa, hoy te quedas en la banca.

—¿Qué? —dijo Shawn desconcertado.

Apenas hace unas semanas había logrado salir de la banca para que luego, así de la nada, lo volvieran a meter.

Sumando lo de Selena, está era la cereza que le había dado el día más miserable de la semana.

—Pero si apenas he estado en unos pocos partidos —se tropezó con un balón— ¡Carajo! —aventó su camisera al suelo con odio para luego levantarla rápidamente.

—Calmate, hermano, solo es por hoy —Joe trató de tranquilizarlo pero Shawn traía demasiadas cosas en la cabeza por lo que fue inútil.

—Pero no llores, Mendes, ¿Quieres que le llamemos a Selenita? —se burló un chico causando risa por todo el lugar.

Joe también rió junto con ellos haciendo enojar más a Shawn.

—Es por lo de Lena, ¿verdad?, es porque mi novia ha tomado su lugar, ¿cierto? —dijo Shawn aún enojado, mientras se acercaba a Joe.

—Tranquilizate, ¿Cuál es tu maldito problema?

—Pues que en todos los entrenamientos, nunca me pasaste el balón ni una sola vez. Supongo que te desquitas conmigo por todo el show de tu rubia.

—¡Oye, no metas a Lena en esto! Ya quisieras tu tener a alguien como ella —le gritó Joe apartándose de Shawn.

—Oh, vamos si Lena es una...

—¡Cuidado con tus palabras, Mendes! —le advirtió Joe.

La puerta del entrenador se abrió causando un silencio mortal en los vestidores.

Shawn y Joe recrobaron su compostura pero sus miradas indicaban odio.

—Ha sido mi idea, Peter —dijo recalcando su segundo nombre—. Te recuerdo que faltaste al entrenamiento del lunes.

—Ha sido una emergencia —se excusó Shawn.

—Pasear con tu novia en el centro comercial no cuenta como emergencia. Oh, sí, yo lo se todo.

Shawn miró el piso rápidamente avergonzado, mientras que todos reían de nuevo.

Podía recordar claramente haber pasado dos horas en busca de un vestido.

—Todos, fuera, fuera —les dijo el entrenador a minutos del partido.

—Ah, y, Peter, Joe nunca faltó a un entrenamiento, ni siquiera por Lena —le informó el entrenador antes de salir.

Shawn se quedó parado en su lugar. Procesando todo y en espera de que alguien le dijera que es mentira.

Que Lena no es una buena persona, que es una chica odiosa como lo demostró la noche de Halloween y que su preciada Selena solo estaba pasando por un momento difícil.

Tomó sus cosas y salió de los vestidores azotando la puerta.

Y justo enfrente de él se encontraba Lena quien admiraba la foto de su madre junto con las animadoras de su generación.

Hoy sería el primer partido como ex-capitana del equipo de porristas y se sentía mal, tal y como si le quitaran parte de su ser, pero lo peor es que ella lo había ocasionado.

Lena, al escuchar el golpe volteó de donde esté provenía, encontrándose con Shawn.

—Hola —saludó Lena.

Shawn como respuesta negó con la cabeza sin decir nada.

—Supongo que un lo siento ya no es suficiente —dijo la rubia jugando con el borde de su sudadera.

—Eres como un juego al azar, nunca se si me tocará tu lado malo o tu lado bueno, si es que hay uno —murmuró la última parte.

—Deja de finjir que me odias porque no es así.

—¿Ah, no?

—No, la verdad es que soy muy buena, cuando quiero, y con las personas que quiero —aclaró con una sonrisa.

—Y supongo que jugaste conmigo.

—No, simplemente no supe cómo tratarte, aparte, no creas que tú fuiste muy amable conmigo, me hiciste creer que pudo haber un "nosotros".

—¿Por un beso? —preguntó Shawn sorprendido.

—¿Qué? No se me permite ser ingenua algunas veces —volteó hacía la repisa—. Me gustó mucho, tú me gustas mucho.

—No te entiendo, cómo puedes decirme eso cuando sales con Joe, cómo puedes decirme eso sí te besas con el en frente de mi, cómo puedes decirme eso sí...

—Entonces, yo también te gustó —dijo divertida Lena.

—No es eso...

—¡Oh, vamos, Shawn! Lo hago para ponerte celoso, yo te quiero a ti, y solo a ti, desde un principio, desde el día que te vi te he querido a ti —confesó Lena aproximándose a él.

Shawn la miró cuidadosamente. Sus labios ligeramente rosados, sus pestañas largas y la forma en la que acompañaban a sus ojos, sus mejillas teñinas de un color rosa, y su cabellera dorada que había captado su atención desde un inicio. Era inevitable. Todos caían por Lena.

Lena le acarició la mejilla acercando sus labios a ella para luego darle un suave beso.

Se alejó cuidadosamente pero Shawn la tomó por la muñeca y la atrajo más él para luego besarla en los labios y descargar todo sus ganas de tenerla en sus brazos.

Lena le siguió el beso sin quejas y en alguna parte de este se le hizo inevitable sonreír, causando una sonrisa en Shawn por igual.

Pero de repente, se escuchó la puerta del gimnasio abrirse, por lo que Lena alejó rápidamente a Shawn.

Y ambos chicos voltearon a ver a la persona que se encontraba a metros de ellos.

Burned - Shawn MendesWhere stories live. Discover now