Capítulo 4

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Shawn la miró extrañado. Por su parte esperaba que Lena contratará a un profesional, no a un chico promedio que no se considera un prodigio de la música.

—Lena, perdón pero tengo cosas que hacer —dijo quitando cuidadosamente la mano de Lena de su brazo.

—20 dólares la hora —dijo la rubia ahora tomándolo de la mano, a lo que Shawn respondió quitando la bruscamente.

Claro que le vendría bien ese dinero. Aquella guitarra que había visto en un centro comercial lo llamaba siempre, esa guitarra quería ser comprada.

Y sería comprada por Shawn.

—Bien —suspiró— ¿qué tal a las 6 de la tarde entresemana?

Lena chilló de la emoción.

¡Si! Por fin su plan estaba dando frutos.

—¡Grandioso! —la rubia aplaudió efusivamente y Shawn no pudo evitar sonreír.

—Empezamos la semana que viene —dice Shawn para después irse.

Lena cambió esa sonrisa por una mueca y le mandó un beso a Shawn, el cual porsupuesto no lo vió.

(...)

Ya una nueva semana y Lena no podía estar más que feliz.

En este punto, Lena ya se había imaginado cientas de historias que pasarían la primera tarde con Shawn.

Incluso se imaginó una escena con beso.

Tan solo faltaban unas cuantas horas para el gran evento y la felicidad de Lena se notaba hasta en el aire.

Después de clases, todo el tiempo restante se la pasaría arreglándose para Shawn. Pues claro, no iba a desaprovechar esa oportunidad de oro.

—Por favor, no te arregles mucho, lucirás desesperada —le dijo Sophia mientras sacaba unas cuantas cosas de su casillero.

Lena pensó.

Porque si, Lena sabe pensar.

Ella ya tenía el outfit perfecto y ahora después de lo dicho cayó en cuenta que era demasiado para una simple clase de piano.

—Ahh —bufó Lena.

Ahora tendría que tomar otra hora completa pensando mentalmente que se pondría.

—Aún creo que está mal —murmuró Sophia.

Lena puso los ojos en blanco.

—Tu me diste la idea de investigarlo.

—Pero no pensé que te lo tomarías tan enserio, vamos, Lena, Joe te quiere y mucho —dijo Sophia tratando de que Lena razonara.

Lena, en el fondo, sintió un poco de culpa, pero era Lena, no había persona más terca que ella.

—No me digas eso, la decisión está tomada, aparte, Shawn no es nada serio, solo quiero jugar un rato para matar el aburrimiento.

Ambas chicas acomodaron su bolso y salieron camino al estacionamiento.

En el trayecto se encontraron con Joe, el amado novio de Lena.

—¡Sweetie! —saludó Lena con clara falsa emoción.

Joe le dió un beso que duró alrededor de 10 segundos.

—Lena, ¿salimos está tarde? Hay una nueva película en el cinema y...

—Ay, sweetie, lo siento pero ya tengo planes, nos vemos luego, te amo —corto Lena a Joe y le dió un beso.

Vaya conversación, pensó Sophia.

—Bye, Joe —le dijo Sophia, este solo respondió con una sonrisa forzada.

Joe la miró irse a lo lejos y una pizca de tristeza se apoderó de él. Últimamente había notado a Lena distante, más de lo normal.

Las chicas siguieron con su camino hasta llegar a sus autos, los cuales estaban acomodados uno al lado del otro.

—Lena, no juegues con fuego —le advirtió la pelirroja.

—Pero si yo soy el fuego —contestó la rubia con una sonrisa maliciosa.

Burned - Shawn MendesWhere stories live. Discover now