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Capítulo 28: "Felicidad esquiva"

Los sutiles rayos de la mañana traspasaban débilmente las suaves cortinas de la ventana, iluminando tenuemente la pequeña habitación y los dos bultos en la cama, que yacían escondidos en el interior de un desastre de sábanas blancas.

La joven muchacha se movió un poco más para descansar su cabeza contra el amplio pecho del hombre y entreabrir sus ojos, deleitándose de la calidez de su cuerpo contra el suyo. Respiró profundamente, maravillándose otra vez al poder percibir ese aroma tan seductor y embriagador, esa esencia que tanto había añorado y que pensó nunca más volver a disfrutar. Alzó el rostro y afirmó la barbilla en el pecho de Ross, mirándolo intensamente.

Ross había cambiado en el tiempo transcurrido. Era mucho más alto, su cuerpo delgado y atlético de la adolescencia era reemplazado con músculos y virilidad de su joven adultez. Su mirada había perdido cierto brillo de ingenuidad. Ahora era más profunda y atrapante, capaz de paralizar su corazón en un instante, y su sonrisa jovial ahora irradiaba sensualidad incluso aunque él no fuera consciente de ello. Laura se preguntó si era justo para alguien tener tanta belleza masculina rodeándolo.

- Te extrañe...- Murmuró suavemente y enseguida sintió la caricia de la mano masculina en su espalda desnuda -... de verdad te extrañe.

Ross sonrió suavemente.

- Pero ahora no tendrás que volver a extrañarme... - La miró fijamente sin decir una palabra por un tiempo, seguía acariciándola con suavidad y parecía muy complacido con sólo mirarla– Y tampoco yo a ti.

Laura suspiró mientras dejaba vagar sus ojos distraídamente por la habitación, dejando que un leve temor se introdujera en su esfera de felicidad por un momento.

- ¿Cómo crees que reaccionen ellos?

Ross dejó de sonreír también, planteándose lo mismo – Conociendo a Courtney, enloquecerá. Riker probablemente intentará golpearme, no es como si eso me tuviera realmente preocupado... - El frunció levemente – Y mi padre... él necesita que me case con Courtney, eso terminaría de afianzar su relación con los Eaton, una familia influyente y poderosa, así los tendría más a su disposición para cuando requiriese sus servicios. Definitivamente se enojará. Quizás intente hacer que cambie mi decisión amenazándome con desheredarme o quitarme mis acciones en la empresa, pero ¿Y qué? Ya no dependo de él para sobrevivir. Puedo comenzar algún negocio por mi cuenta – El sonrió de pronto y miró a Laura en su regazo – Así que no te preocupes más por eso, sólo será una...uhm...pequeña explosión...pero pasará.

- Si...pero aun así...- Laura se tensó un poco dudosa – No sé cómo podre decirle esto a Riker...él ha sido tan bueno conmigo...

Ross estuvo por dejar salir un gruñido, pero se forzó a relajarse - Puedo estar contigo en ese momento, si quieres...- Ofreció, pero Laura negó rápidamente.

- No creo que eso ayude. Necesito hacerlo yo sola.

- Como quieras...- Murmuró él desviando la mirada hasta el techo – Sólo dime si no lo quiere comprender...entonces tendré que hacerlo comprender por la fuerza.

Laura sonrió tenuemente y le dio un empujoncito en el hombro– Cualquier excusa para golpearlo. Pensé que ya habías dejado tus diferencias con él...- Dijo en un suave reproche – Pequeño inmaduro.

Ella se perdió la conspiradora sonrisa que se extendió de pronto - Te enseñaré que tan inmaduro soy – Murmuró él antes de cambiar de posiciones en un parpadeo y desaparecer entre las sábanas.

Laura abrió los ojos. Una suave y jovial risita subió por su garganta y escapó por su boca sin posibilidad de ser contenida, llenando la habitación.

A través de mi ventana |Raura|Where stories live. Discover now