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Capítulo 7: Vídeo

¿Por qué las cosas tenían que ser así? ¿Por qué tenía Ross que haberse entrometido? Era todo lo que, la joven, se preguntaba. Un sentimiento de rabia y de tristeza le inundaba el pecho desde hacía más de una semana. Estaba cansada, cansada de esperar que algo sucediera, cansada de sentirse frustrada y cansada de mantener su cuarto en la oscuridad.

Había cerrado su ventana desde aquella vez, eso debía mantenerlo alejado. No había sabido mucho de él desde entonces, lo veía a veces en el instituto, pero siempre lejos y afortunadamente nunca la miraba ni se acercaba a ella. No había vuelto a ir a su casa y no había intentado entrar a su habitación. Era mejor así...comenzaba a tranquilizarse... pero de nada servía tenerlo lejos si Brad no le hablaba...

Intentó más de una vez acercarse a Bradley y decirle que aquella apuesta no tenía sentido, que lo olvidara y volviera a ser como antes, pero una chica de larga melena rubia estaba siempre encima de él y nunca lo dejaba solo.

Laura suspiro una vez más, poniéndose una mano en la cara y preguntándose qué haría ahora, no podía esconderse de su vecino para siempre...

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Un joven de cabellera castaña y ojos avellana limpiaba sin prisa la mesa de una tienda mientras tarareaba una canción. La campanilla de la puerta anunció que alguien entraba y entonces el alzo la mirada, sonrió al ver que se trataba de su viejo amigo.

- ¡Ross! – Dijo haciendo un gesto de saludo – Al fin te apareces por aquí...

Ross camino un poco y tomó asiento en una de las sillas de la barra, con expresión algo desanimada. Se quito la mochila y la abrió, sacando de ella una graciosa falda rosa y extendiéndosela a Justin – Toma...ya no me hace falta.

- Por fin...- Murmuró Justin tomando la prenda y volteando los ojos – Mi primita me iba a asesinar si no se la devolvía esta semana – Fue hasta la vitrina de helados y sirvió un poco de helado de chocolate en una copa que, posteriormente, le entrego a Ross, este se llevó un poco a la boca al instante – Y cuéntame... ¿qué sucedió con la apuesta?

Ross hizo una mueca – El idiota se rindió sin siquiera jugar...

- ¡Eso quiere decir que ganaste! – Exclamó Justin sentándose también con una copa de helado.

- Lo malo es que Laura lo descubrió y ahora me odia...más...

Justin rió un poco pero se cayó al percibir la mirada asesina sobre él, carraspeó un poco – Ehh...bueno, ¿y qué esperabas? Esa chica no es sorda, debía enterarse de la apuesta tarde o temprano... ¿o creías que jamás lo sabría?

- ¡El problema no es que se haya enterado! – Musitó Ross frustrado, recordando otra vez aquel momento – El problema es la manera en que lo tomo... ¡se puso histérica! Incluso me abofeteó...

Esta vez Justin no retuvo sus carcajadas. Ross gruño introduciéndose una gran cantidad de helado a la boca, luego retractándose al experimentar el molesto dolor del cabeza.

- ¡No lo creo! ¡Eso sí que es nuevo! Nunca vi que las chicas te abofetearan en Madrid...

- Es porque estaban muy ocupadas abofeteándote a ti Justin...- Justin dejo de reír – Además nunca le hice esto a ninguna chica de allá...creo...que me lo merezco...

Unos clientes entraron y tomaron asiento, Justin se levanto y luego de tomarles el pedido les llevo unos batidos de fresa.

- ¿Me decías? – Preguntó volviéndose a sentar junto a Ross.

A través de mi ventana |Raura|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora