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Capítulo 22: "Nuevos acercamientos"

Caminó tan aceleradamente por el pasillo que incluso tropezó a varias personas para apartarlas de su camino, quienes se giraban con un frunce y le decían insultos a su espalda, o simplemente mascullaban algo como "Qué rayos le pasa?" pero en el momento eso era lo que a él menos le interesaba.

Con la mandíbula tensa y las manos empuñadas tocó rudamente la puerta que buscaba en cuanto la tuvo frente a él, y no se molestó en disimular o contener su rabia cuando el nombre de la chica ascendió como un rugido por su garganta.

- ¡COURTNEY!

Alcanzó a escuchar sobresalto y movimiento en la habitación unos segundos antes de que la puerta se abriera, develando el rostro asombrado y pálido de la muchacha que al parecer acababa de salir de la ducha, pues tenía el cabello muy húmedo aun.

- Ross – Musitó ella débilmente - ¿Qué te sucede?

- Que, ¿Qué me sucede? Te diré lo que me sucede – Siseó mordaz acercándose a ella, que retrocedió temerosa.

Courtney balbuceó algo mientras echaba un fugaz vistazo a los alrededores del pasillo. La gente se estaba amontonando cerca del lugar ansiosos por averiguar lo que pasaba, cosa que la alteró aun más.

- E-está bien. Hablemos...dentro – Pidió abriendo un poco más la puerta. Ross pasó de una vez chocando ligeramente su hombro. Ella cerró rápido la puerta, pero no se giró. Tragó lentamente y apretó con fuerza los ojos. Sabía perfectamente la razón de esa visita.

- Dime en qué mierda pensabas – Lo escuchó decir roncamente. Ella se intentó infundir valor para mirarlo, pero no lo logró. Estaba paralizada y sus piernas comenzaban a temblar.

- No lo sé. Lo siento – Dijo apenas.

- ¡Al menos enfréntame maldita sea! ¡MIRAME! – Demandó Ross. Notó que ella no tenía intenciones de moverse de su lugar así que avanzó y la haló fuerte del brazo, haciéndola tambalearse. Aflojó casi imperceptiblemente su agarre cuando vio los ojos asustados de la muchacha, pero no se permitió suavizar su expresión por ello.

- Me haces daño...

- ¡Y tú a mí! – Bramó Ross – Estuve dos semanas enteras llamándola, nunca contestaban, y cuando lo hacían casualmente ella nunca estaba en casa!

Courtney aun no lo miraba.

- Pero por fin ella se dignó a hablar conmigo. Me contó sobre la pequeña broma que le hiciste y yo intente desesperadamente hacerle entender que era una maldita mentira tuya – Courtney sollozó por lo bajo y él apretó más su delgado antebrazo – y adivina qué... ¡Laura ya no cree en mi!

Se quedó un momento respirando acelerado y mirándola duramente antes de chasquear la lengua y lanzarle su brazo de vuelta. La muchacha enseguida acunó su adolorido brazo contra su pecho mientras él caminaba por la habitación, hasta eventualmente detenerse de espaldas a ella.

- De verdad quise que pudiéramos ser amigos...- Dijo y ella lentamente levantó la mirada – Pero tú lo haces tan difícil. Realmente tienes dos caras. Está el lado de ti que quiero y aprecio, la amiga que me ha acompañado desde que llegué. Pero entonces está ese lado oscuro que cada vez me aleja más de Laura...si es que eso es posible. El caso es que no tienes razones para hacer esto.

- ¡Si las tengo! – Estalló Courtney en su defensa. El se volteó para mirarla directamente. Se veía agitada – Hago esto porque estoy enamorada de ti.

Luego de escuchar aquello Ross resopló ruidosamente y avanzó hasta sentarse al borde de la cama, reposando sus codos en sus rodillas y observando duramente el suelo – No, no Courtney...

A través de mi ventana |Raura|Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt