APOCALIPSIS

Epílogo: Nuevo comienzo

-Sakura-

Y es ahora, al mirar el cielo despejado iluminado por los rayos solares, que aprecias esos pequeños momentos de la vida. Respirar el aire puro, pasar buenos momentos con tus seres queridos, vivir merecía la pena después de todo. Éramos afortunados y aprovecharíamos al máximo nuestro tiempo hasta nuestro último exhalo, hasta que la muerte llegue a nuestro cuerpo.

Habíamos logrado organizarnos y poco a poco empezar a repoblar el mundo, éramos bastantes supervivientes a lo largo y ancho del globo, cosa que me hacía sumamente feliz. Cada uno contaba con una casa y gozábamos de una libertad que jamás se habría visto si el ser humano continuaba con el régimen impuesto antes del apocalipsis. Todos nos respetábamos y hacíamos nuestras vidas intentando superar la tragedia, pero jamás olvidándola, eso nunca.

Ya habían pasado seis meses desde que desperté y mi vientre hinchado hacía muy obvio el hecho de estar embarazada, no podía dejar de acariciarlo y esperar con anhelo que todo saliera bien y tuviera a ese bebé en mis brazos lo más pronto posible. Sasuke se había vuelto muy sobreprotector los últimos meses y trataba de cuidarme de absolutamente todo lo que me rodeaba. Eso me exasperaba.

Todos los que poblábamos las murallas nos organizamos para cumplir tareas para la comunidad, incluso yo tenía que hacer algo, aunque Sasuke se hubiera quejado como un demonio de ello y hubiera intentado impedirlo. Yo me encargaba de enseñar a los niños conceptos básicos. Me olvidaba de lo más importante, había adoptado en mi pequeña familia a Dante y a su hermanita, mientras que Akira se había quedado con Hinata. 

A Sasuke le encantaba hacer de padre con Dante y le gustaba enseñarlo a jugar al fútbol o incluso un poco de artes marciales, adoraba verlo así. Ambos planeamos casarnos después de que Sarada naciera, sí, nuestra hija se llamaría así. Estaba muy, pero que muy contenta con mi nueva familia. Mis suegros eran increíbles e Itachi, él se estaba tomando muy enserio a Izumi, aunque lo negara.

Hinata y Naruto adoptaron a Akira y su embarazo tiene más o menos el mismo tiempo que el mío, aunque ella me gana por un mes. Así que ella ya tiene ocho meses, mientras que yo acabo de cumplir siete. Mi hermana está radiante y muy feliz, al final Naruto pudo cumplirle el sueño de tener una gran casa con jardín. 

Ino y Sai ya habían tenido a su bebé, un niño al que llamaron Inojin y se casaron. Olvidé decir que Hinata y Naruto también lo hicieron, así que sí, sólo quedaba yo. Estas bodas las hicimos en la plaza de la "ciudad" y asistieron todos los residentes que quisieron, éramos unos cientos. Poco a poco íbamos reagrupando a todos los grupos humanos en la Tierra.

Olvidé comentar que los políticos se suicidaron al creer que yo había muerto y que ya no había cura, no voy a decir que sentí lástima porque mentiría.

Ahora estábamos todos frente una placa que acababa de ser inaugurada con los nombres de todos aquellos que habían muerto siendo héroes, para que jamás se olvidaran. Sujeté la mano de Sasuke y la de Dante fuertemente, estar ahí me era sumamente difícil. Repasé el nombre de Suigetsu en ella, junto al de Lee y al de otros. Pedí que se añadiera el de Karin en honor a Suigetsu y ahora sus nombres estarían juntos para siempre. Me emocioné.

-Deberíamos irnos.- Miré a Sasuke sin parar de soltar lágrimas y Dante acarició mi vientre en señal de apoyo.- No es bueno para ti y Sarada llevarte estos sofocos. Retirémonos a descansar, molestia.- Sonreí y asentí a la vez que él, sosteniendo a Hanabi en uno de sus brazos y liberando mi mano, me retiró las lágrimas y me dio un beso.

-Te quiero, Sasuke.- Él sólo volvió a tomar mi mano mientras volvía a besarme y todos nos encaminamos de nuevo a casa. Miré por última vez la lápida y por un momento pude ver auras alrededor de ella. Cerré los ojos y al abrirlos no había nada, pero sonreí, quizás todo eso de la energía era real.

-¿Qué hay de comer, mamá?- Miré a Dante, él había comenzado a llamarme mamá hace unos meses. Le acaricié la cabeza y supe que a Sasuke también le interesaba saber.

-¿Os apetece unos macarrones con tomate?- A Dante se le iluminaron los ojos y agitó la cabeza positivamente varias veces. Yo reí.- Pero antes tenemos que ir a por un poco de leche en polvo, con la ceremonia no pude ir a recoger nuestro suministro del mes.

-¿Por qué no me lo dijiste a mi?

- Porque todos debíamos estar presentes allí, se lo debíamos a todos.- Él apretó mi mano.- En marcha, chicos. Me vais a ayudar a hacer esos macarrones porque Sarada hace que me duela la espalda si estoy mucho rato de pie.

-¿Quieres que te cargue?- Me negué, eso nunca, Sakura Haruno (próximamente Uchiha), aún podía valerse por si misma.- Hay una cosa que también tenemos que solicitar, para que lo añadan.- Sonrió perverso y supe que algo tramaba.

-¿El qué?- Se acercó a mi oído y con lo que me dijo no pude evitar sonrojarme e intentar actuar normal para que Dante no sospechara nada, porque nos estaba mirando.

-Condones.

[I can't believe it!!!!!! ¡TERMINÉ! Han sido muchos años, por lo menos cuatro. Ya puedo tachar de mis propósitos de este año terminar Apocalipsis, ¡ahora a por los demás Fanfics! Muchísimas gracias por seguir aquí conmigo todo este tiempo. Pronto subiré un Book tráiler actualizado del Fanfic a mi canal, lo avisaré, tranquilos jaja.

¡Por cierto! Quiero presentar este fanfic a los wattys, tiene la misma posibilidad de ganar que yo de convertirme en reina, pero me hace ilusión y me gustaría que me apoyarais si decido presentarme :) Haré una nota informando de todo y muy pronto actualizaré la portada también.

¡Nos vemos en otro Fanfic!]