ᴄᴜᴀʀᴇɴᴛᴀ

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El 25 de noviembre fue mágico, tanto para Eal como para Iván. Para Clara fue un desastre y para Lisa el día de Navidad fue uno de los mejores que viviría con su amigo Eal.

~25 DE DICIEMBRE SEGÚN EAL E IVAN~

Por una parte, Iván se despertó con el sonido la platos siendo sacados de las estanterías donde se guardaban las vajillas de porcelana y los cubiertos de plata, los cuales se solían reservar para ocasiones especiales, como comidas familiares importantes.

Cuando se quiso dar cuenta, se encontraba en el baño ya, peinándose después de haberse duchado y vestido. Salió del baño y ayudó a su madre, a su padre y a su abuelo a poner la mesa para que todos los invitados comieran. Cuando terminaron, Iván miró interesado el calendario y se dio cuenta de que seguramente tendría regalos esperándole.

Con curiosidad Iván se dirigió al salón donde se encontraba el pequeño árbol que el padre de Iván había montado hacia una noche.

Abrió los regalos que había y se dio cuenta de que no necesitaba casi nada de lo que tenía entre sus manos. Una de ellas eran unos cascos que uno de sus familiares le había dado a pesar de que tenía unos en perfectas condiciones.

Después de un largo rato de discusión y algunos malentendidos, los padres de Iván y él llegaron al acuerdo de que donarían el dinero de cualquier regalo innecesario a una organización, que ayudara a la gente discapacitada. Normalmente serían los padres los que tomarían la decisión, pero en esta familia, fue el niño quien tomó la iniciativa de hacerlo.

Por la mañana pensó mucho en Clara, en como cada día le gustaba menos su actitud, y en qué tipo de chica se había transformado. Su pelo, antes salvaje y gracioso, ahora estaba alisado, dejando atrás toda característica que la hiciera destacar a los ojos de Iván. Su forma de hablar a los demás, ahora era despreciable.

Iván estaba seguro de que Clara le había ido dejando de gustar, hasta el punto de que se sentia mal estando con ella. Iván seguia buscando y con ella, no podía encontrar. Por eso por la mañana, cortó con ella. Pero eso, le afecto más a Clara, asi que lo dejaremos por ahora.

El día 25, Eal se encontró una sorpresa en la salida de su casa. No era como esas sorpresas que recientemente habían llegado a su vida, todas malas. Era un regalo de Navidad de... Alguien anónimo. Creo que en este punto, todos podemos imaginar de quién era el regalo, y si eso no era bastante obvio, la caligrafía en la que "Eal" estaba escrito lo dejaba bastante claro.

Eal solo sonrió, porque se sentía solo, y el hecho de que Lisa le hubiera regalado algo, hizo que se diera cuenta, como tantas veces hizo ayer y hace varios días, de que tenía una amiga. Aunque se lo recordase día a día, no conseguía mantener el pensamiento, le resultaba irreal, dado todo lo que estaba pasando.

Eal se agachó para meter el regalo en su casa con una sonrisa, la cual persistió al ver a otra persona salir de la casa de al lado. ¿Por qué no se olvidaba de él? ¿Y por qué no quería olvidarse?

Iván seguia caminando y Eal se sentó fuera de su casa para disimular. Esto solo era una excusa para poder ver cómo caminaba, y como se mordía el labio ligeramente, y como sonreía al conectar la mirada con Eal. Ante esto último, fue el chico con vitíligo quien apartó la mirada primero. Iván subió las escaleras de la entrada de la casa de Eal y se sentó a su lado.

-Eal, yo solo quería decirte que lo siento mucho. Siento que Clara me haya arrastrado y siento que yo me haya dejado arrastrar. En verdad esa chica no era buena para mí- hace una pausa para fruncir el ceño y apoyar los codos en sus rodillas, quedando inclinado hacia delante-Corté con ella, pero no venía aquí por eso, venía a darte tu regalo de Navidad, lo tenía ya comprado, y bueno... Quería dártelo, y también que me perdonases, aunque quizás lo último es mucho.

-Bien, sobre el regalo, no creo que pueda aceptarlo, y sobre perdonarte... -Eal quería decir que no había nada que perdonar, que estaba todo solucionado, porque por Iván iría al infierno y volveria. Pero no podía. Tenía que alejarse porque sabía que, ahora, él le haría más daño. Quizás en un futuro no. Quizás... Quizás. Otra vez esa palabra que esconde tantos misterios sin descubrir y tantos otros que ni siquiera tienen preguntas. -No puedo perdonarte ahora. Lo siento. - Eal bajó la cabeza y se levantó del banco.

-Al menos coge el regalo, ábrelo y ya me dirás qué te parece, algún día. - Iván se levantó con él y se acercó. Eal dejó que los fuertes brazos del mayor le rodearan y que su olor le inundase, aunque sabía que esto no estaba ayudando a aquello de "no puedo perdonarte ahora". Se separaron después de un tiempo, del cual Iván disfrutó tanto como el otro chico y el moreno le dio el regalo al otro.

-Te veré por ahí. Espero.- Eal suspiró y se fue acercando a la puerta de una casa, la cual estaba abierta. Notó como Iván le cogió del brazo y le giro sutilmente, para plantar un beso en la mejilla del chico con vitíligo.

-Me gustan tus manchas, Eal. Espero verte por ahí también, y que me perdones. - Las mejillas de los dos se encendieron cuando Eal estaba ya entero de su casa, con el regalo entre los brazos y cuando Iván corría a la casa de al lado, sin poder creerse que hubiera hecho aquello.

Nuestros protagonistas pasaron la tarde y la noche pensando en esa breve conversación, en como sus voces parecían formar una armonía perfecta, y en cómo se sintió ese beso en la mejilla.

+ + +

Hola, ¿podréis perdonarme? Espero que si. Con la inspiración por los suelos hasta hace poco, os traigo este capítulo. Espero que os haya gustado y siento no haber publicado.

Vengo aquí a pediros ayuda también, si es que alguien sigue leyendo:

Me gustaría que pongáis ideas de enfermedades mentales en los comentarios de esta frase.

Os cuento, la saga "Enfermos" constará de varios libros, y aunque yo tengo varias ideas, me gustaría saber qué es locque vosotros quereis leer. Creo que la lectura se basa en la interacción del escritor con el lector y viceversa, asi que eso es lo que intento hacer.

Dicho esto, vengo a anunciar el segundo libro de "Enfermos", el cual se titula: Sonríe si sigues aquí.

No os voy a mentir. Es triste, como el título puede dar a conocer con simplemente leerlo. La historia trata de cáncer en una niña y sobre su hermana.

La hermana mayor relata la historia por la niña, aunque habrá algunos capítulos narrados por la pequeña con cáncer.

Lo publicaré mañana, asi que si os apetece pasaros... Sois muy bienvenidos allí. Me encantaría que compartierais está otra historia conmigo.

Ahora creo que solo me queda decir que muchas gracias por aguantar a esta chica, más despistada y e ocasiones exasperante que cualquier otra persona que hayáis conocido.

Un beso, Navy ☘☘☘

Vi-tí-li-go {Enfermos I}Where stories live. Discover now