Capítulo 22: Corriendo del Infierno

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*AVISO IMPORTANTE NO SE LO PASEN PARO: Este capítulo contiene SADOMASOQUISMO, o sea, en palabras simples, Sadismo (Excitarte al ver a tu pareja ser lastimada y/o humillada por ti mismo) y también Masoquismo (Sentir placer y excitación en ser lastimado, humillado y maltrado ya sea de maneras físicas o psícologicas). Si no te gustan este tipo de lemon, te recomiendo que te lo saltes para poder evitar cualquier trauma o algo parecido. Si te interesa, te invito a echarle un pequeño vistazo. Y para quienes les gusta, disfrutenlo y dejenme ver cuantos Masoquistas, Sadistas y Dominatrix hay aquí ;v. Al ver este signo (#), te haré saber cuándo comienza. Gracias por la atención, bai y disfruten*  

P.D.V de Jeff

Amarrado, obligado y tratado como un perro de la calle en el infierno. Sabría que llegaría el momento en el que terminaría aquí abajo, pero no como un esclavo de este tarado. Mis muñecas me duelen un poco, de seguro las tengo rojas y con moretones. Hacia tiempo que no sentía este tipo de dolor, se siente bien, y junto con los escalofríos de mi espalda, ni lo puedo explicar. Como si sintiera placer con solo sentir dolor. 

Se puede decir después de todo, sí soy masoquista. Reí a tal pensamiento mío. ¡Claro, mi cabeza no funciona bien! 

Anteriormente, Jack decidió confesar todo el por qué terminé en esta situación. ¿Ya dije que esperaba que en algún momento terminaría en el infierno? Ah cierto, sí lo hice. Empecé a reír. 

Durante estos 5 meses encerrado aquí en esta inecesariamente larga oficina, en la que el payaso fantasma estará encerrado por el resto de su puta vida, y me tiene cómo esclavo. Nunca pensé que terminaría de esta manera aquí. Es mejor que estar arriba y volverme a encontrar a Slenderman. 

Lo que he entendido del plan de Zalgo es, en resumen, destrozar a Slenderman y a los demás Creeps para luego encargarse del resto del mundo. No es mala idea, por mi igual quisiera deshacerme y mandarlos a todos a dormir de una vez por todas, en especial la ciudad en dónde todo pasó. Claro, bullies, padre abusivo y solo hermanos con quién poder hablar y apoyarme. El único quedandome en pie es Liu, es algo, aunque extraño más a-

- ¡Jeffy! ¡Regresé!- Escuché las puertas cerrarse con fuerza y una risa. Que me parta un rayo por lo que más quieran.- ¡Regresé querido amigo-novio!- 

Sólo respondí con una mueca de desagrado. Ni idea en qué carajos me metí. Sólo actuo escucharlo por un día y se convierte de un sadista al payaso alegre y extraño que era antes. Debo hacerlo más a menudo. Aunque no puedo negarlo, se sentía bien cada marca que me dejaba. ¿Se puede decir que soy un masoquista, no?  

- Vamos, Jeff, no seas así conmigo.- Al voltear a verlo, lo vi nuevamente en su forma normal, sus manos llenas de sangre, al igual que la gran mayoría de sus ropas y su cara salpicada de rojo. Maldito afortunado, él puede salir a asesinar personas.- ¡Mejor sonríeme con esa sonrisa que tienes! - Me tomó de las pocas mejillas que tengo y me agitó la cabeza. Si tuviera las manos libres ya lo tuviera en el suelo.

- Sueltame ahora, payaso de mierda.-  Contesté. Con lo mucho que me agitaba apenas pude decirlo con claridad. 

Soltó mis mejillas entre risas. De seguro ya está acostumbrado a que no lo llame por su nombre después de meses juntos en un mismo lugar sin ser pareja ni compañeros de cuarto, solo prisionero y carcelero. Al menos así lo veo yo. 

Desató la cadena de mi cuello y de mis muñecas, dejando ver lo lastimadas y rojas que estaban, habían unos cuantos moretones. Solo dispuse a verlas en vez de tocarlas. Pude ver mis manos temblar un poco. Giré con Laughing Jack, esperando a que terminará de hacer lo que sea que estaba haciendo y señaló sus brazos. Cierto. 

Enamorado De Una Mentira (Laughing Jack x Jeff The Killer)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora