Capítulo 21: Cenizas y Perdón

1.2K 99 145
                                    

P.D.V. Laughing Jack 

Me dirigía con Zalgo, a hablar sobre qué le pasaría a mi circo y a mis amigos. Cumplí con todo lo que me ha dicho, cumplí en hacer caer al asesino más odiado por todos aquí. Me debe lo que me prometió al juntarme a él, me lo debe. Llegué a la terraza, lo vi parado con las manos cruzadas en su espalda. Sintió mi presencia y me llamó. Me acerqué y me puse al lado de él, vi hacia en frente, todos se estaban preparando para la masacre que causaremos a en el mundo exterior. Ni idea de cuanto tiempo ha planeado Zalgo esto, pero de lo que me ha contado la primera vez lo logra por poco, si hubiera derrotado a Slenderman primero. 

- Asi que tu idea es primero desaserte de Slenderman y los des y luego encargarnos del exterior.- Concluí. 

- Correcto.- Respondió. Suspiró tranquilo para luego soltar una risa.- Todo esto posible gracias a ti, Laughing Jack.- Colocó su mano en mi hombro.- Hiciste bien.

No respondí. Solo dispuse a girar mi cabeza hacia él. 

- Creo que usted me debe algo.- Comenté. Me miró raro. 

- ¿Qué te debo? Si te acabo de dar mayor fuerza y poder para poder trabajar a mi lado, el privilegio de tener al asesino como tu sirviente. ¿Qué más te debo?

- Mi circo.- Respondí.- Mi familia, mi sueño, mi felicidad.- Giré con él y quité su mano de mi hombro.- Lo que me prometiste que me devolverías al traerte al imbecil del asesino y las miles de mierdas que te entregue.- 

Rió leve y descruzó los brazos de su espalda.

 - Ah, claro. Lo olvidaba.- Giró y caminó hacia las escaleras. Paró a medio camino para voltear a verme.- Eso lo discutiremos después.- Sus multiples dientes me sonrieron.- Disfruta a tu esclavo.- Rió maliciosamente y se perdió de mi vista. 

Volví a poner mi vista lo que me brindaba la terraza. Veía como cada uno afilaba sus armas, como entrenaba cada uno a su manera, cada uno haciendolo para complacer a Zalgo en la masacre. Sin olvidar de mencionar los extraños demonios que creó. Miré al lado, ahí estaba uno, su columna marcada, cada parte de sus huesos estaba marcado por su delgada piel, su rostro deforme, mitad humano y mitad cabra, sus dientes más puntiagudos que los míos, garras y patas rotas y afiladas. Sin hablar de los ojos, sus pupilas son el mismo signo de Zalgo, el mismo que tengo en la espalda. Son mounstros, ni siquiera eso, son demonios.

Se quedó mirandome, como si supiera él en que estoy pensando. Ni siquiera quiero saber si puede hacerlo, ya me desice de Zalgo de apoderarse de mi cabeza,  no quiero que otro demonio lo haga. Hice un gesto con la mano, haciendo que se fuera a otro lugar fuera de mi vista.

Recargué mis brazos en el barandar de la terraza. Solo escuchando los golpes y gruñidos de todo mounstruo que se está preparando. 

.-.5 meses más tarde-.-

A media noche, con los padres del hogar más que dormidos, me encontraba decorando las paredes de la cocina con los intestinos del pequeño niño. Giré a ver al niño con los órganos frescos a la vista y sin emoción alguna. Metí la mano sin ver y arranqué los riñones de su sistema. ¡Sin duda esto es divertido! Me coloqué los riñones en frente de mis ojos, simulando otros ojos.

- Si tuviera la cabeza un poco más grande sería Calamardo, pobre que se suicidó.- Reí al final de la oración.  Fui partiendo el riñón en pedazos y con unos clips que me encontré en la cocina y los fui colgando en el intestino. Colgué los pulmones con ayuda de la traquea, ¡se veía precioso! Al abrirle el estómago y rellenar de dulces, arranqué ambos de sus ojos y los amarré juntos. Regresé  a estirarme a colocar los ojos.- ¡Esto es igual de hemoro para un regalo, perfecto para cualquier persona! Incluso para- un psicópata.

Enamorado De Una Mentira (Laughing Jack x Jeff The Killer)Where stories live. Discover now