Capítulo 36

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El resto de la semana Janeth y Connor apenas y hablaron. Ella hizo lo posible por no cruzarselo y casi lo logró. Un par de veces no pudieron evitar encontrarse en algunos lugares, en especial cuando Carolyn reunía a todos sus invitados para dar un paseo o  durante las veladas por la noche.

Algo que no pasó desapercibido para ella fue la manera en la que el duque se alejó de todas las señoritas. Apenas y asistía a las fiestas o se unía a ellos. Parecía distante y sumamente callado. Había alegado que estaba enfermo, pero ella dudaba de ello. Sabia que lo había lastimado con sus palabras, pero intentó que el recuerdo no calara hondo dentro de su ser para sentirse culpable.

—¿Por qué tan sola, señorita Janeth? —Ella se sobresaltó por las palabras. Lord Mallery apareció delante de ella con una sonrisa radiante y una copa de jerez en su mano.

Ella sonrió con cortesía y se inclinó un poco.

—Un gusto verle, milord —saludó ella—. Quería tomar un poco de aire —comentó.

Janeth sintió de nuevo una corriente eléctrica que le causó escalofríos al ver al otro James delante de ella, pero se obligó a no mostrarse incomoda o desagradable. Había conocido un poco mas a Lord Mallery durante los últimos días y se sorprendió de ver lo diferentes que eran y lo amable, dispuesto y caballeroso que era el hombre. Eso le había llevado a cambiar un poco el concepto que tenia, lo único que no podía, era evitar los escalofríos y temblores.

—¡Oh! ¿Puedo ofrecerle mi compañía? —sugirió. Ella asintió un tanto dudosa y se giró a observar la noche.

El caballero se sentó junto a ella en una de las bancas del jardín y juntos observaron el cielo en silencio.

—Siento que pueda sonar atrevido lo que preguntaré, pero... ¿Sucedió algo entre Lord Dankworth y usted?

Janeth se tensó e intentó no demostrarlo. Se miró las manos y habló lo mas calmada que pudo.

—No, pero digamos que milord es una persona difícil de tratar y hubieron algunas diferencias entre nosotros. Tengo el placer de conocer a la esposa del vizconde y ella me ofreció quedarme aquí. Me servirá como una madrina excelente ante la sociedad por su buena reputación —explicó.

—Si, comprendo.  ¿Tiene intención de moverse a la ciudad cuando dé inicio la temporada? —indagó interesado y Janeth lo identificó de inmediato. Fruncio el ceño por la pregunta y tardó en contestarla.

—No lo sé aun. No he hablado eso con la vizcondesa. Lo unico que hemos hablado ha sido sobre los bailes. Se de buena tinta que asisten a muchos durante esos meses y que hay dias que deben quedarse en una de las casas que tienen en la ciudad.

Lord Mallery asintió conforme.

—Muy bien. Espero que me conceda la primera pieza de un baile —le susurró con una sonrisa.

—Ni mas faltaba, desde luego, milord.

—La he visto mucho con Lord Colhen... se llevan bien ¿No es así? —A Janeth comenzaron a inquietarle las preguntas tan intimas que él le estaba haciendo, de paso le estaban incomodando.

—Es un hombre encantador y caballeroso —fue todo lo que dijo, negándose a dar mas detalles. Ella rezó para que alguien conocido se apareciera y la sacara de aquella situación, en la que solita se habia metido.

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