El mundo infectado 11-12

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- Déjame hacerlo -

Mónica tenía la mirada dirigida al suelo, dijo:

- No-no quiero que esto dure más, por favor, hacedlo ya, que sea a pistola por favor.

Stephanie cogió aire y nos dijo:

- Lo haré yo.

La dije:

- Steph, no tienes porque-

Me cortó y me contestó:

- Ya no soy un bebé Jon, déjame hacerlo.

Yon dijo:

- Iré a por balas.

Él entró al colegio y cogió balas de revólver. Al salir, me las dio, yo lo cargué y se lo entregué a Stephanie. Ella me asintió con la cabeza, Mónica la dijo:

- Gracias Stephanie, eres fuerte, gra-gracias a todos por acojerme, de verdad.

Todos estábamos tristes, Mónica la dijo a Stephanie:

- Hazlo ya, estoy lista.

Stephanie apuntó a la cabeza de Mónica con mi revólver, se secó una lágrima y dijo:

- Adiós.

Apretó el gatillo, acabando así con la vida de Mónica. Stephanie, luego de echar unas lágrimas, se quedó fría, me entregó el revólver. William la preguntó:

- ¿Es-estás bien?

Ella asintió con la cabeza sin decir ni una sola palabra. Luego de eso, se metió adentro del colegio, Jess iba a ir tras ella, pero la dije:

- Ahora mismo quiere estar sola.

Ella me respondió:

- Vale, puede que sea lo mejor para ella.

Una semana después...

Era por la mañana, estaba en la cama con Denise, me levanté, me preguntó:

- Eh, cariño, ¿a dónde vas?

La respondí poniéndome un pantalón:

- Hoy voy a salir a por suministros con Haizea, ¿quieres venir?

Me respondió:

- Nah, ya salí ayer con William y Jess.

Yo me acerqué, la di un beso y me dijo:

- Andad con cuidado, nunca sabéis lo que os puede ocurrir ahí fuera.

La contesté:

- Descuida Denise.

Nos despedimos y me fui. Al salir afuera, Haizea estaba en un coche esperándome, yo abrí la puerta, entré y la dije:

- Ya estoy, vamos.

Ella arrancó el motor, la pregunté:

- ¿A dónde iremos?

Me contestó:

- Iremos por una carretera por la que casi no hemos ido, a un pueblo.

Me señaló la carretera y la dije:

- Espera, por aquí fui con Stephanie, se dejó su walkie en un pueblo, está aquí al lado, podríamos acercarnos un momento.

Ella me contestó:

- Vale, pero hecharemos un vistazo y seguiremos, si no queremos que se nos haga de noche.

La asentí con la cabeza.

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