El mundo infectado

El mundo infectado 10-11

- Amor y chivatazo -

Mónica preguntó:

- ¿Qué queréis de mí?

Luis la respondió:

- Lander ha matado a nuestros amigos, y un hombre suyo llamado Thomas también. Queremos venganza, y tú puedes ayudarnos.

Ella contestó:

- Yo, yo no soy como ellos, soy la única de allí a la que aún le queda humanidad. Os diré lo que sé de ellos si es lo que queréis, pero no pelearé con vosotros.

La dije:

- Cuéntanos, porfavor, ¿cuántas personas son?

Ella me contestó:

- Son 17, 18 conmigo. Antes eran más, pero Lander un día se volvió loco, y ametralló a sus propios amigos.

Luis añadió:

- Lander está loco, maldito psicópata.

Denise dijo:

- Podemos con ellos.

Unai continuó:

- Y... ¿donde se asientan?

Mónica le respondió:

- En un edificio de cuatro plantas, al lado del edificio hay dos casas. Está vallado y en medio del bosque.

La dije:

- ¿Puedes llevarnos allí?

Ella me asintió con la cabeza, la estreché la mano, ella me la dio, la dije:

- Gracias, no te haces idea de cuanto nos has ayudado.

Ella me contestó:

- Lander y su grupo mataron a mis dos hermanos y a mi padre, pero, tenía que ir con ellos, necesitaba un grupo.

Luis la propuso:

- Eh, si quieres puedes quedarte con nosotros, cuantos más seamos mejor.

Luego de eso, contacté con Ainhoa y la informé:

- Ya hemos averiguado todo lo que queríamos.

Me respondió:

- Perfecto, ¿volvéis ya?

La dije:

- Sí, ya vamos para allí.

Nosotros volvimos al camión, al montarnos, me puse a conducir con Luis de copiloto, le pregunté:

- Bueno y, ¿te fias de ella? ¿de Mónica?

Él me respondió:

- Sí, Lander acabó con la gente que amaba, tiene razones para quererlo muerto.

Yo le informé:

- Si nos miente, la volaré los sesos, eso no lo dudes Luis.

Él me asintió con la cabeza, luego de eso me preguntó:

- ¿Qué tal con Denise?

Sonriendo le contesté:

- La amo macho, es una persona muy importante en mi vida.

Él me dijo:

- Me alegro, pero, ¿te puedo decir algo?

Le asentí con la cabeza, y el me informó:

- Estoy enamorado de Jill Jon, pero muchísimo, la amo con toda mi alma.

Yo sonriendo le dije:

- Vaya, parece que alguien se ha enamorado, tío, ella también lo está de tí, díselo.

Él muy feliz me preguntó:

- ¿Te lo ha dicho?

Le respondí:

- Luis, me lo dijo hace muy poco.

Él sonrió, yo le pegué una palmadita y le dije:

- De puta madre.