Repasé mi lengua contra mi labio inferior, pensando en Jimin. Su descripción calzaba perfectamente con su descripción, y, aun así, sólo me hacía sentir raro.

—¿Y amar, mamá? ¿Cuál es la diferencia?

—¿Amar, cariño? — preguntó ella con un desmedido tono de sorpresa. Ante mi silencio ella contestó; — Es diferente, Kookie. El enamoramiento es una etapa. Ya no vives en las nubes, aceptas la realidad tal cuál es. Aceptas que la otra persona tenga virtudes y defectos, las aceptas y ya. Te enorgulleces de la otra persona y tienes un sentido de lealtad con ella. Amas, porque suma, te suma y te multiplica, no te resta ni divide, cariño. — ante aquellas palabras mi corazón se apretujó. Instintivamente alcé la mirada, girándome para observar a Yoongi esparramado sobre la cama. —El amor no se trata de la amenaza que pueda sentir tu corazón, el amor es certeza irremediable y absoluta, sin dudas, sin peros. Si hablamos del amor del bueno...

—¿Hay un amor del malo? — musité, asustado.

—¿Estás enamorado, cariño? — me increpó.

Jadeé con desesperación. Había preguntado demasiado y era claro que mamá sacaría sus propias conclusiones. Pero ya no tenía intenciones ni ánimos suficientes para seguir callándome tanto.

—Si.

—Cariño, suenas muy desanimado. Eres un chico apuesto, inteligente y con muchas cualidades, esa muchacha será afortunada de tenerte. O ¿es acaso que ella no te quiere? Si es así yo misma-

—Mamá. — mi voz tembló. Me tiritaba el mentón y tuve que agarrarme de las cortinas para no caerme. El miedo de pronto era demasiado, pero no quería más. No quería callarme más. Estaba cansado de luchar, de ocultar.

—¿Kookie?

—Me gusta un chico. — mi voz sonó aguda. Abrí los ojos impresionado y me llevé la mano desocupada a la boca consternado.

—¿Un hombre? ¿Dices?

Los segundos siguientes se sintieron una eternidad.

—Cariño...— mamá sonó incómoda. Bajé la mirada mirándome los pies, con vergüenza. —Está bien, no necesitas mi aprobación para nada. El amor es amor...

Una abrumadora sensación de calidez me recorrió todo el cuerpo al escucharla, sin evitar emocionarme. Las fosas nasales me dolían y los costados de la mandíbula, pronto los ojos se me humedecieron. Tenía tantas ganas de correr a abrazarla, de zambullirme en su regazo y sentir las caricias de sus manos en mi cabello.

—No te avergüences, cariño, jamás lo hagas. — ordenó ella. La escuché limpiarse la nariz del otro lado. —El amor es lenguaje universal de todas las cosas buenas, de todas las cosas que están bien en el mundo, así que cariño, ama, enamórate, cuantas veces puedas. — ahogué un quejido al escucharla sollozar. — Eres mi hijo, y te amo, eso no cambiará. No voy a mentirte, a veces el amor no es correspondido, a veces hay que apartarse del camino por el bien de uno, a veces hay que dejar ir, a veces...— Yoongi despertó. Lo vi apoyarse contra sus codos, observando la habitación con los ojos pequeños. — sólo está bien amar sin recibir nada a cambio, de eso se trata. Y dolerá... hay algunas cosas que dolerán, cariño, así que, por favor, cuida tu corazón.

—Mamá. — me quejé, interceptando la mirada con Yoongi, que me veía intrigado.

—Mereces a una buena persona. — sentenció. — Mereces a alguien que te ame con intensidad, con locura, alguien que te haga reír, que te cuide, y te mime como si fueras su mundo. Mereces a alguien que te mire como si el mundo se acabara justo allí en la comisura de tus labios, en las líneas de tus ojos, hijo, recuérdalo por favor. Alguien que esté dispuesto a sacrificar su vida por la tuya, busca alguien así... Será afortunado de tenerte a su lado.

If you were Me [JiKook]Where stories live. Discover now