Los espectros y el regreso de Nattu

282 21 8
                                    



(AKANNI)

– ¡muévanse! ¿Qué están esperando? – se dirige a todos con urgencia.

El incendio aún se mantenía alejado de ellos, pero pronto no tardaría en abastecerse hasta consumir todo a su paso.

(KIARA)

– ¡Akanni! ¿Dónde está kion? –pregunta con urgencia.

(AKANNI)

– esta esperándonos. Ya debemos marcharnos... –esta vez da la espalda sin escuchar algún respuesta.

(BESHTE)

– alguien debe estar detrás de esto... un incendio no ocurrió por mera coincidencia.

(BUNGA)

– lo que sea... pero será mejor irnos, antes de averiguarlo – se sube al lomo de Beshte –, vámonos... tenemos que alcanzar a kion.

En ese momento, Zuri, Beshte, y bunga seguían a Akanni, quien era dirigido por Ono hacia el cañón donde se encontraba kion y Tiifu. Sin embargo... alguien no se había movido ni un segundo de su lugar.

(KIARA)

– ¡fuli!... ¿Qué haces? Debemos marcharnos – dice gritando –, Akanni se dirige al cañón.

Pero los pensamientos de fuli no se concentraban en otra cosa que el hedor que se había desprendido de entre la maleza del incendio.

(FULI)

– No puedo equivocarme –susurra para sí misma –, ¡Kiara... síguelos... yo tengo que ir hacia allá! –anuncia.

(KIARA)

– ¡¿Qué?! – La pregunta brota con brusquedad –, ¡fuli... que es lo que!...

(FULI)

– ¡no puedo esperar más Kiara!... estoy segura de lo que hago –hace una seña a la bruma de fuego –, hay... alguien entre la maleza. Si me apresuro podre hacer algo... – se aleja corriendo con todas sus fuerzas –, ve con kion. Y por favor... dile... que no tardare mucho.

Kiara se queda atónita. No tenía tiempo de refutar algo, o de detenerla. Si había alguien entre la maleza era el deber de la guardia ayudar, si embargo... la vida de fuli estaba puesta en peligro.

(KIARA)

– Yo... no puedo dejarte sola fuli –susurra para sí misma, y si no antes dirigirle un amurada de angustia, se aleja con rapidez hacia el cañón.

(AKANNI)

– ¡Ono! –Grita –, ¿todos están detrás de mí? dime por favor... que nadie se ha quedado.

(ONO)

– un segundo –anuncia y entonces vuela rodeando la manada.

Todo parecía estar en orden. Estaban ahi, Zuri, jasiri, Beshte, bunga... vitani. Sin embargo...

(ONO)

– ¡Akanni! –Grita –, ¡Kiara, kovu y fuli... no están!

(AKNNI)

– ¡demonios! – Maldice por lo bajo –, ¡Ono... dirígelos hacia kion... iré a buscarlos!

(ONO)

– ¡espera!... pero...

(AKANNI)

– ¿pero qué?...

(ONO)

– fuli no debió detenerse solo porque no quiso seguirte... al igual que Kiara y kovu. ¡Debió sucederles algo... es nuestro deber ayudarles! ¡Si algo malo está sucediendo... no podrás contrarrestarlo tu solo!

EL SECRETO DE LAS PRADERASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora